"La primera vez qué voté"
La historia que voy a compartir con ustedes ocurrió hace mucho, pero mucho tiempo, en el inicio de la última década del siglo pasado, justamente el domingo 27 de mayo de 1990, la primera vez que voté.
Eran tiempos difíciles para cualquier joven, para cualquier persona que habitaba Colombia, eran tiempos oscuros, llenos de desesperanza, vivíamos en un país que había permitido el asesinato de 4 candidatos presidenciales y de una serie de políticos, era una sociedad que trataba de sobrevivir en medio de la violencia generada por el narcotráfico, los paramilitares, la guerrilla, la delincuencia común y mucho más. En las calles estallaban bombas.
Yo me había graduado del colegio en 1988 y un año después empecé mi carrera laboral (mensajero, celador de supermercados, técnico en una empresa de plásticos) para poder financiar mis estudios universitarios, 1990 era el inicio de una década y esos años siempre vienen acompañados de esperanza, de nuevos sueños y metas, mi vida estaba concentrada en poder sacar adelante mi carrera y a mi familia. Dato importante, me inspiraba y me acompañaba el rock como filosofía de vida.
En 1990, además de la expectativa que generaba la participación de la Selección Colombia en el Mundial de Fútbol de Italia (el país llevaba 28 años sin asistir), recuerdo que tras mi fallido intento de ser astronauta, había decido estudiar comunicación social y música para cumplir con otros sueños, la radio ya aparecía como destino en mi corazón. Y la situación, como lo he mencionado, no era fácil, estaba ante un país que no generaba ninguna clase de garantías para un soñador.
Yo, ese soñador rebelde de inicios de los 90, escuchaba a Soda Stereo, The Cure, Rush, Megadeth, Metallica, Fito Páez, Charly García, Pixies, Kraken, entre otros, y sí, la música me servía como conexión con un mundo y una sociedad que me parecía lejana, pero a la vez, una sociedad que soñaba con cambiar o mejorar, y la oportunidad de votar y ser partícipe de unas elecciones y hacerlo preparado, me parecía una forma efectiva de estar en contra del asesinato de los líderes políticos, de decirle 'No' al narcotráfico y a cualquier manifestación de violencia, tanto de la extrema derecha como de la izquierda radical.
Hoy, 28 años después, además de los problemas citados -que aún permanecen en nuestra sociedad- vivo en un país que ha visto crecer un monstruo que parece inacabable: la corrupción. Y lo que más me preocupa es que la misma es parte de nuestra cotidianidad y es aceptada tácitamente con resignación, y en los peores casos, con indiferencia. Por lo tanto, y sin perder la esperanza de un soñador, volveré a votar con la misma ilusión que tenía en la lejana mañana del 27 de mayo de 1990, porque creo en mí criterio electoral y respeto el de las otras personas, validando el ejercicio democrático.
Está claro que muchas de las personas por cuales voté me han desilusionado, otras un poquito menos, pero estoy en paz por ejercer mi derecho y deber de votar, he estudiado propuestas y he decidido. Por cierto, lo hago en las urnas, no en Twitter.
Para finalizar, quiero decirles que ese ya no tan joven de quel mayo de 1990 aún es rebelde y sigue soñando, además de las bandas y artistas que lo acompañaban en ese entonces y que aún lo hacen, inspirándolo, hoy, en el momento de escribir esta sencilla columna, Vetusta Morla, El Mató a un Policía Motorizado, Ali Aka Mind, Love of Lesbian, Lianna, Eruca Sativa, Systema Solar, El Otro Grupo, Izal, Oh'laville, Electric Mistakes, 1280 Almas, LosPetitFellas, Ghetto Kumbé, Nanook el Último Eskimal, Odio a Botero, Alcolirykoz, Shame, Telebit, Bambarabanda, Gorija, Car Seat Headrest, Viva Suecia, Ezra Furman, Gil de Gils, ente otros, me dicen que una mejor sociedad aún es posible.