Odio A Botero
El humor mordaz y el sarcasmo son sinónimos de inteligencia. Su uso, para reírse de las realidades y de nosotros mismos, es una cualidad de la mente que entiende y crítica, además de una válvula de escape ante un presente, tristemente, desalentador.
Lo anterior ha sido el modos operandi de Odio Botero, una de esas pocas agrupaciones que han conseguido el rótulo de “banda de culto” con una característica particular, el llegarle a todos (o por lo menos a una inmensa minoría) sin importar sus preferencias, gustos musicales o ideologías.
Con casi 20 años de carrera con algunas interrupciones, la banda de René Segura se ha burlado a través de la música y de su estética de todos nosotros, de la industria, de nuestro país y hasta de ella misma. Como dicen por ahí: no ha dejado títere con cabeza.
Cada uno de sus trabajos discográficos son, y han sido, viejos y nuevos clásicos en los que el género (punk, hardcore, metal, reggae) es lo que menos importa. Son una invitación al desenfreno, a la fiesta, al pogo, mientras que el contenido lírico en apariencia ligero pone los pies sobre la tierra como un llamado a abrir los ojos, los oídos y la mente. Una invitación a pensar, a formar un criterio, a no comer entero.
Con uno de los regresos más esperados de la escena musical alternativa colombiana de los últimos años, en 2017 Odio A Botero presentó su aclamado Bardo, un disco que muestra a una agrupación vigente que a pesar de los años sigue sonando fresca. A través de 8 cortes queda en evidencia que la ironía y la corrosividad de su sonido propio se mantienen, todo ante uno de los discos mejores producidos de su carrera que le sigue representando la lealtad de sus viejos seguidores y de nuevos oídos que se suman a una de las propuestas artísticas más inteligentes de los últimos años en el país.
Odio A Botero edición 2019 llega al Concierto Radiónica con un trabajo fresco, con un discurso renovado y con una propuesta estética de esas, que como pocas, no se venden.