Trabajos que construyen país desde las calles
El quinto mes del año siempre inicia con un homenaje a los trabajadores del mundo, una conmemoración instaurada desde finales del siglo XIX para reivindicar las luchas del movimiento obrero, las cuales iniciaron durante la Revolución Industrial; pero también es una fecha para exigir los derechos ausentes en el plano laboral.
En el último informe entregado por el DANE sobre el mercado laboral en Colombia, para el mes de marzo del 2021 la tasa de desempleo nacional fue 14,2%, con un aumento de 1.6 puntos porcentuales comparados con el mismo mes del 2020 (12,6%). Esta tasa, para las mujeres fue de 18,8% y para los hombres fue de 10,9%, lo que nos lleva a considerar las deudas pendientes que tiene el sector laboral con las mujeres del país.
Mientras que la tasa de ocupación fue del 51,7%, para el mismo mes del año anterior estas tasas fueron 59,2% y 51,7%, respectivamente, significando que, en un país que ya superó los 50 millones de habitantes, solo 20,8 millones de personas tienen trabajo.
De estas cifras, la proporción de la población ocupada de manera informal fue de 49,0%, en las 23 ciudades y áreas metropolitana de estudio. Un número sumamente alto y que se ve reflejado en nuestras calles por la presencia de personas que trabajan en condiciones de informalidad, quienes no cuentan con contratos de empleo seguros, prestaciones laborales, protección social o representación de los trabajadores.
Reconociendo esto, desde La Palabra, quisimos contar algunas historias de diferentes colombianos que diariamente salen a trabajar desde muy temprano para conseguir su sustento. Con oficios que son invisibilizados, pero que son fundamentales para el orden natural de las ciudades, son quienes históricamente han construido el país con su esfuerzo, muchas veces desde el anonimato.
Los invitamos a escuchar los relatos de los trabajadores de las calles, a quienes quisimos homenajear contando sus historias de vidas.
Desde hace 26 años, Juan Montoya, recorre la ciudad de Medellín en su carro amarillo, un fiel compañero con quien ha compartido una y mil anécdotas. Juan es taxista, e integra un colectivo muy grande en Colombia conformado por cerca de 750.000 conductores, quienes prestan este servicio de transporte público.
Juan nos contó sobre el gremio, la evolución que ha vivido con los años y el drástico cambio en su labor a raíz de la pandemia. Una historia de vida contada por Mariana Vélez del equipo Radiónica Medellín.
En otro punto de la geografía, entre la playa y el mar se encuentra Francisco Arnela, quien trabaja como pescador y mesero de un restaurante familiar en la Boquilla, Bolívar.
“Pacho”, como le dicen sus amigos, trabaja desde hace 33 años en una playa cercana a Cartagena, haciendo distintos oficios, pero desde ahí, aportando al turismo del caribe colombiano con su conocimiento y vocación. Adriana Díaz en Barranquilla, nos cuenta su historia.
Siguiendo la ruta del mar, llegamos hasta el pacífico. En Chocó, el trabajo comunitario es sumamente valioso, sobre todo si prioriza a las nuevas generaciones en una labor que incluye a niños y jóvenes.
Justo así lo ha hecho Leonel Blandón Murillo, quien desde hace 14 años realiza actividades que se basan en las formaciones de liderazgo y apropiación del territorio en Bojayá. Alan Beltrán, desde Bogotá, conversó con él.
Llegando al sur del país, en Nariño, se encuentra Franco Benavides, un adulto mayor que se dedica a la actividad de recolección selectiva para el reciclaje desde hace 35 años. Aunque los años pesan, sale diariamente a recorrer más de 10 Kilómetros por toda la ciudad de Pasto en búsqueda del material para ser recuperado, el cual se convierte en una opción para la generación de ingresos económicos.
Su trabajo aporta en la reducción de la contaminación ambiental en la ciudad, y al igual que él, quienes se dedican a reciclar, están mejorando la calidad de vida de la población al gestionar los residuos. Hablamos con él sobre su trabajo y su día a día.
Finalizamos este recorrido en la capital y nos acercamos a la historia de Rafael Ortiz, más conocido como “Hampa Subterraneo”, quien muestra su arte en las calles y el transporte público de la ciudad.
Con su iniciativa y liderazgo inició con el colectivo Raperos Urbanos De 6 Ruedas, el cual se convirtió en un espacio de creación y trabajo comunitario con los raperos bogotanos, con quienes interviene en varias localidades usando el lenguaje del hip hop. Una historia de vida contada por David Rentería del equipo Radiónica Bogotá.
Así como ellos, son millones los colombianos que trabajan a diario en las calles o vías públicas como vendedores, personal de limpieza y seguridad, recicladores, conductores, artistas, solo por mencionar algunos. Quienes hacen parte de una sociedad que está en deuda con su labor, que debe reconocer el valor de su trabajo para la construcción de nuestra nación.