Soy porque somos: una filosofía de cuidado y hermandad en las comunidades negras del norte del Cauca
Esta filosofía antigua que ha acompañado el hacer de los pueblos africanos y que puede entenderse como: “Soy porque tú eres. Eres porque somos” ha sobrevivido a la resignificación y adaptación territorial de los hijos de la diáspora africana por el mundo. El profesor James Ogude, de la Universidad de Pretoria, aseguró en una conversación con la BBC que Ubuntu no es ni un dogma político ni una religión, se trata de una regla ética mundial que se originó en Sudáfrica y se enfoca en la lealtad de las personas y las relaciones entre estas. La palabra proviene de las lenguas zulú y xhosa. Ubuntu es visto como un concepto africano tradicional.
El ejemplo más importante de la aplicación de esta filosofía que conocemos lo desarrolló, Nelson Mandela en 1990, quien, basándose en este apoyo mutuo, tras 27 años de cautiverio, decidió reformar el sistema político de su país, comenzando una nueva era presidida por la filosofía Ubuntu. Su intención era dar valor a la capacidad de perdonar y a la empatía para poder cohesionar a grupos que antes eran individuos o clanes enfrentados por el odio o el resentimiento, algo fundamental no solo en aquel país durante ese momento histórico sino también en muchas otras zonas de África y el mundo que requieren una reconciliación.
Ubuntu es la conciencia de nuestra responsabilidad con los demás, especialmente sobre los vulnerables y también sobre el medioambiente entendiendo las formas de vida de las comunidades, así lo narra Miguel Carabalí, un joven miembro de la Junta Organizadora del Festival Cultural de Marimba y Violines Caucanos que se realiza en el Norte del Cauca específicamente en el municipio de Santander de Quilichao en la vereda San Antonio.
El Norte del Cauca es una tierra con una historia cimarrona muy fuerte y arraigada, haciendas esclavistas como Japio y la Bolsa cuentan los rastros de lo que fue el tráfico de esclavizados entre el norte y el sur occidente del país. Sin embargo, como un rasgo de adaptación y pervivencia de las costumbres que migraron con los secuestrados de África, el Ubuntu es una filosofía que se mantiene y que se aplica con convicción en el territorio.
“En las comunidades negras, el cuidado se concibe de diferentes formas: la comunidad se cuida, se blinda no solo en los espacios donde hay bebidas, sino también en las actividades culturales con jóvenes, entonces la comunidad se guarda, se blindan en el hecho de que están acompañando los padres de esos jóvenes de esos adolescentes. La Guardia Civil marrona juega un papel fundamental dentro del cuidado de la comunidad y no solo la comunidad, sino de los diferentes modos y formas de vida de la comunidad con la naturaleza.” Dijo Miguel
Y es que precisamente comprender de qué manera se aplica la cosmovisión de las comunidades en los entornos de cuidado y de esparcimiento, nos permite entender cuál es papel de las mujeres en estas prácticas y espacios:
“Las mujeres se ven reflejadas en estos entornos pues son parte fundamental ejerciendo el rol principal. Son diseñadoras de estrategias, además de que siempre son mayoría de los espacios de participación hoy día han asumió también los roles de representación.Son representantes de las organizaciones y no sólo de organizaciones de mujeres, también hay organizaciones mixtas en las que ellas llevan la batuta. Esto ha ayudado a fortalecer los procesos y los mecanismos de protección, y los hombres viendo la importancia y la relevancia, que tienen ellas, también asumen esa posición de poder ayudarles legitimando y respaldando sus procesos”, asegura Miguel.
Esta idea de apoyo mutuo también tiene paralelismos en otros pueblos que buscan la ayuda comunitaria, como en el caso del concepto guaraní de Rohayhu, que se puede traducir o entender como: la vida de la tribu y su voluntad de vivir, la solidaridad entre iguales. De la misma manera, encontramos el Ayni un principio precolombino de los pueblos andinos que se basa en la solidaridad económica y social entre las comunidades.
Conceptos que se han mantenido por milenios en el planeta y que desde todas las latitudes nos invitan a entender que para construir una sociedad más justa y equitativa tenemos que ser más empáticos y centrarnos no solo en la cooperación entre humanos sino también pensar y comprender a las otras especies que habitan el mundo.
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