Peatones, los actores viales más vulnerables
Caminar en Barranquilla —y en gran parte de las ciudades de la costa caribe— se ha convertido en una travesía. Los peatones son los actores viales más vulnerables en la escala de accidentalidad de la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Caminar en la capital del Atlántico es una tarea de alto riesgo.
Compartir andenes con un creciente número de motocicletas (cuya mayoría no respeta las normas de tránsito), algunos biciusuarios (que encuentran en los andenes el único camino libre en el que no ponen en riesgo su integridad), múltiples automóviles parqueados en zonas comunes de tránsito peatonal y un sinnúmero de ventas ambulantes, sirven de referencia textual para imaginar lo que se interpone entre una caminata y la tranquilidad de los peatones.
Conversamos con Julian Arellana, investigador, decano de Ingenierías en la Universidad del Norte y doctor en Ingeniería de Transporte, sobre el tema de movilidad peatonal en la ciudad de Barranquilla, para saber:
¿Cómo es el panorama de la movilidad peatonal en Barranquilla?
En términos de promoción de movilidad peatonal, y para que esta movilidad sea percibida como segura y una alternativa real, para realizar toda la movilidad que nosotros hacemos diariamente dentro de la ciudad hay que considerar que nuestras ciudades y, en particular Barranquilla, más del 30 % de los viajes que se realizan diariamente se hacen caminando. Entonces es muy importante para la planificación de las ciudades y para la movilidad, en general, el actor peatón.
¿Cuáles son esas campañas que se están llevando a cabo en la ciudad de Barranquilla para no solo saber sobre la importancia de la seguridad vial para los peatones, sino también sobre la responsabilidad en los otros actores viales como las personas que se movilizan en carro en motos, en bicicletas?
Te cuento que desde el Distrito se han realizado múltiples esfuerzos. Desde la provisión de infraestructura y como mejoramiento de las condiciones de movilidad peatonal; es decir inversiones en andenes y algunas otras inversiones para tratar de visibilizar el peatón, y para que el peatón pueda movilizarse de forma segura también han implementado algunas estrategias como, por ejemplo, la provisión de cebras, en la inversión y la educación de los múltiples actores para que los peatones y los diferentes actores se muevan de forma segura en el espacio vial.
También tratar de concientizar a los conductores, por ejemplo, que tengan en cuenta, por dónde cruzan los peatones y por supuesto que los tengan en cuenta cuando se estén movilizando, pero no solo a los conductores de autos, sino también a las motocicletas y a otros actores dentro del espacio vial. Adicionalmente, han hecho algunas campañas para que los mismos peatones también se cuiden y cómo generar una cultura de autocuidado en los peatones, es decir que crucen por determinados lugares por donde deben cruzar y por donde puede ser un poco más seguro para los peatones movilizarse y también para que también tenga un comportamiento adecuado y cuiden también el espacio peatonal.
¿Cuáles son esas medidas de prevención que deben tener los peatones al cruzar algunas calles, teniendo en cuenta esa prioridad que se le da precisamente a los automóviles y a los buses, que es un tema bastante neurálgico en la ciudad de Barranquilla?
Yo creo que el tema de la cultura es importante, o sea este tema de seguridad vial, creo que tiene que ser abordado desde múltiples aristas. Una de ellas la cultura. Yo pienso que el otro es definitivamente desde la infraestructura y vamos a empezar hablando desde la cultura y desde entender qué es lo que motiva a un peatón a caminar por un determinado lugar, entonces la cultura del autocuidado por supuesto es superimportante, la cultura de saber comportarte dentro del espacio es muy importante y la cultura de los diferentes actores viales respecto al peatón, por supuesto también es significativo.
Sin embargo, hay que entender cuál es la experiencia de caminar por determinado lugar y qué es lo que nos motiva a caminar por la infraestructura que nosotros tenemos. Entonces allí entran a jugar factores cruciales como por ejemplo, la seguridad vial y la seguridad física de los mismos peatones, entonces cuando nosotros vemos este componente debemos tener en cuenta cómo se percibe caminar por determinado lugar... Muchas veces podemos proveer una infraestructura muy buena para caminar, sin embargo, puede estar mi vida insegura y eso imposibilita un poco el caminar por allí o que se vea demasiado solo, que no esté iluminado.
Hay un componente superimportante también y es cómo nosotros percibimos qué tan fácil es caminar por una determinada infraestructura, el confort es superimportante, entonces cuando nosotros hablamos de confort para caminar está muy relacionado con el tema de seguridad, porque muchas veces el espacio, por ejemplo, puede estar invadido por algunos otros actores viales, por ejemplo, carros estacionados por falta de control o el andén no es continuo. Si el andén no es continuo hace que nosotros tampoco podamos caminar por determinado lugar y si quieres le ponemos otra arista y pensemos en personas que tienen algún tipo de restricción de movilidad o de discapacidad y, por supuesto, hace que esa persona no pueda movilizarse por determinado lugar y tengan que compartir su espacio vial con otros actores y eso, por supuesto, promueve condiciones de inseguridad vial para estos actores.
Hemos identificado, de hecho, dentro de muchas investigaciones, tanto en Barranquilla como a nivel nacional, que uno de los actores más vulnerables dentro del espacio vial es precisamente el peatón junto con los ciclistas. Entonces tenemos que no solo trabajar en la cultura, sino también saber qué es lo que motiva a las personas a caminar, proveer espacios adecuados para que las personas caminen y eso por supuesto ayuda a que los peatones circulen mejor y que nosotros, como ciudadanos, percibamos el espacio como un espacio seguro para poder caminar.
¿Qué consideras que debería comenzar a implementarse en la ciudad de Barranquilla para el mejoramiento de la seguridad peatonal de las personas?
Hay que partir de que todos somos peatones y que todos tenemos que estar como montados en el mismo barco para que la movilidad peatonal sea cómoda, atractiva y segura. Por ejemplo, aquí una de las cosas importantes es que haya sombras. Si está arborizado, si el mismo andén es bioclimático o no, entonces es superimportante que se provea la infraestructura adecuada para que puedan caminar.
Adicionalmente, te tengo que contar que a nivel ciudad —y no es un fenómeno solo de Barranquilla, sino a nivel Latinoamérica, a nivel sur global— las personas que más caminan, lo hacen incluso por necesidad porque se ven obligadas a caminar muchas veces, porque también están cuidando su economía.
Entonces el costo del transporte público, por supuesto, es una importante proporción del ingreso familiar. Entonces lo que hacen es que caminan o van en bicicleta hacia sus destinos. Muchas veces las condiciones en las cuales caminan las personas de más bajos ingresos son las peores dentro de toda la comunidad. Muchas veces no tienen andén, no tienen condiciones seguras para caminar o eventualmente no se ha planificado lo suficiente esa infraestructura y hace que no sea demasiado atractivo caminar por ahí, muy a pesar de que tengan que caminar por total necesidad, entonces para los tomadores de decisión, por supuesto, hay que pensar en todos los actores viales. Nosotros hablamos desde la academia también en otro concepto que se conoce como justicia en el transporte, es decir, cómo asignamos el espacio vial para los diferentes actores.
Si al inicio de esta conversación te contaba que aproximadamente el 30 %, un poco más de eso, se movilizan o hacen sus viajes caminando y que todos somos peatones en algún momento, nosotros deberíamos pensar en el peatón como uno de esos actores importantes. Entonces allí tenemos que pensar es dónde invertimos, cómo distribuimos el espacio y en qué condiciones estamos nosotros proveyendo esta infraestructura para que adecuadamente puedan movilizarse estos actores.
Durante el año 2023, en el departamento del Atlántico, 53 peatones perdieron la vida en distintos accidentes con otros actores viales. En lo que va del 2024, 47 peatones han fallecido en las vías, según cifras de la Agencia Nacional de Seguridad Vial.