Las mujeres trans a quienes les debemos el Día del Orgullo
Los disturbios de Stonewall, que tuvieron lugar en junio de 1969 en el bar Stonewall Inn en Nueva York, marcaron un hito en la lucha por los derechos LGBTIQ+.
Si bien se ha hablado mucho sobre el papel de la comunidad en general en estos eventos, es fundamental reconocer el papel significativo que desempeñaron las mujeres trans. Su valentía y resistencia fueron fundamentales para iniciar un movimiento de liberación y poner en marcha una lucha por la igualdad que aún continúa en la actualidad.
Antes de adentrarnos en el papel de las mujeres trans en los disturbios de Stonewall, es importante entender el contexto histórico en el que se desarrollaron.
En la década de 1960, las personas LGBTIQ+ enfrentaban una discriminación generalizada y eran blanco de redadas policiales en bares y locales donde se congregaban. Estas redadas eran particularmente duras para las mujeres trans, quienes a menudo enfrentaban violencia y estigmatización en múltiples niveles.
Durante la noche del 28 de junio de 1969, cuando la policía llevó a cabo la muy conocida redada en el Stonewall Inn, las mujeres trans estaban en el corazón de la resistencia.
Una de ellas era Marsha P. Johnson, una mujer trans afroamericana, que se convirtió en un ícono de los disturbios, pues se dice que fue una de las primeras en enfrentarse a la policía, arrojando ladrillos y desafiando la opresión.
Marsha, nacida el 24 de agosto de 1945 en Elizabeth, Nueva Jersey, era una mujer que desde temprana edad había experimentado la discriminación y la marginalización debido a su identidad de género.
Se había mudado a la ciudad de Nueva York en la década de 1960 y rápidamente se convirtió en una figura prominente en el barrio de Greenwich Village, especialmente tras los disturbios en el Stonewall Inn.
Marsha P. Johnson desafió abiertamente las normas de género, su activismo no se limitó a ese evento histórico, sino que continuó luchando por los derechos de las personas LGBTIQ+ a lo largo de su vida.
Otra figura destacada fue Sylvia Rivera, una mujer trans latina, quien también estuvo presente en los disturbios y desempeñó un papel activo en la lucha por los derechos de la comunidad trans.
Rivera, nacida el 2 de julio de 1951 en Nueva York, al igual que Marsha fue una figura clave en los disturbios de Stonewall y dedicó su vida a la lucha por los derechos de las personas trans y de la comunidad LGBTIQ+ en general.
Fue una defensora incansable de los derechos de las personas más marginadas dentro de la comunidad, incluyendo a las trabajadoras sexuales y las personas transgénero de color.
Tanto Marsha P. Johnson como Sylvia Rivera lucharon contra la discriminación y la violencia hacia las personas transgénero, y trabajaron incansablemente para lograr una mayor inclusión y visibilidad.
A partir de los disturbios, Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera crearon Street Transvestite Action Revolutionaries (STAR) para abogar por los derechos de las personas trans.
Sin embargo, a pesar de sus contribuciones significativas, ambas enfrentaron dificultades y obstáculos en su activismo, incluso dentro de los propios movimientos LGBTIQ+.
A menudo se les negaba la participación en organizaciones y movimientos que se centraban predominantemente en los derechos de los hombres gays. Sin embargo, esto no las disuadió de alzar la voz y luchar por sus derechos.
Después de décadas de activismo, Marsha P. Johnson falleció en 1992 en circunstancias aún no esclarecidas, y Sylvia Rivera falleció en el año 2002. Sin embargo, su legado continúa vivo y su trabajo ha sido reconocido y honrado en la lucha por la igualdad de las personas transgénero y en la defensa de los derechos de la comunidad LGBTIQ+.
Un legado imborrable
Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera son ejemplos inspiradores de resistencia y perseverancia. Su valentía abrió camino para que futuras generaciones de personas transgénero y de la comunidad LGBTIQ+ se empoderaran y lucharan por la igualdad y la justicia.
Su legado nos recuerda la importancia de la inclusión, la diversidad y el respeto, y nos insta a seguir trabajando por un mundo más igualitario y compasivo para todos.
En pocas palabras, el papel de las mujeres trans en los disturbios de Stonewall fue crucial para impulsar el movimiento de liberación LGBTIQ+, y sus manifestaciones futuras en lo que hoy conocemos como el mes del orgullo y la marcha del orgullo.
Los disturbios de Stonewall se convirtieron en un catalizador para el movimiento de liberación gay y el activismo LGBTIQ+ en general. La valentía y resistencia de estas mujeres enviaron un mensaje claro de que ya no aceptarían la opresión y la discriminación.
Así allanaron el camino para la lucha por los derechos de las personas trans en los años siguientes. Aunque su contribución inicial a menudo fue minimizada o ignorada en la historia oficial, se ha trabajado para rescatar su legado y honrar su papel vital en la lucha por los derechos LGBTIQ+.