¿La Pola y Manuela Beltrán nunca existieron?
Desde hace unos meses, la teoría de que las heroínas Manuela Beltrán y Policarpa Salavarrieta nunca existieron ha inundado las redes sociales. Videos y notas de prensa, con los supuestos argumentos que lo sustentan, se han vuelto virales.
Todo comenzó con varias publicaciones en medios de comunicación en las que Armando Martínez Garnica, presidente de la Academia Colombiana de Historia, hacía la aseveración de que la heroína colombiana, Manuela Beltrán, nunca existió.
Sin embargo, la premisa proviene de las investigaciones de la historiadora Judith Colombia González Erazo, quien publicó un libro en el 2018 titulado Representaciones sobre las mujeres en la independencia, entre realidad y ficción. Nueva Granada 1810-1830.
En esta obra, que se presentó oficialmente en la Feria del Libro de Bogotá de 2019, el tema central no son las mujeres reales de "carne y hueso" que participaron en la independencia, sino cómo ellas fueron imaginadas y ficcionadas por los hombres, en plena guerra de independencia y a lo largo de nuestra historia patria nacional.
“Se visibiliza cómo a lo largo del siglo XIX y XX se recrearon discursos y representaciones de mujer y feminidad en la creación de mitos cívicos y políticos del Estado-Nación, en las regiones y localidades a través de la ficción mitográfica y discursiva, donde se utilizaron generolectos, metáforas, metonimias y demás elementos de la narrativa que fueron empleados por los hombres de la república… los cuales representaron, idearon y reafirmaron estereotipos y roles de ser mujer y de lo femenino”, dice la sinópsis del libro académico.
Según un video viral en TikTok, hecho por la cuenta @Historiademelocoton, con el objetivo de mantener los valores de la nueva república los hombres de los siglos XIX y XX escribían la historia de las mujeres creando mitos para convencer y exaltar el papel de éstas en la independencia.
El mito de La Pola
En ese contexto nació el nombre de Policarpa Salavarrieta, cuya figura, afirman en el video, se fue tergiversando con el pasar de los años, atribuyéndole acciones y frases como la de “Pueblo indolente”, que se cree dijo antes de ser fusilada en 1817.
Sin embargo, con la teoría propuesta por Judith González se cuestiona su existencia y se nubla un poco su figura como heroína indiscutible de nuestra historia. Es por eso que en Radiónica decidimos hablar con la mismísima Judith González y con el historiador Felipe Arias Escobar, para escuchar sus argumentos y contraargumentos a la pregunta: ¿La Pola y Manuela Beltrán en realidad nunca existieron?
¿Quién fue Manuela Beltrán?
Manuela Beltrán, quien se cree nació en El Socorro, Santander, fue una heroína colombiana que desempeñó un papel destacado durante la época de la colonia. Aunque existen algunas diferencias en los detalles de su vida y las circunstancias que rodean su participación en la historia, se considera que Manuela Beltrán fue una líder popular que encabezó un levantamiento conocido como la Revuelta de los Comuneros en 1781.
Esta fue una insurrección en contra del régimen colonial español en el virreinato de la Nueva Granada, la entidad territorial de la Corona española. Los comuneros, principalmente campesinos y artesanos, se levantaron en protesta contra las políticas fiscales y las restricciones comerciales impuestas por el gobierno español.
Manuela Beltrán, según los relatos históricos, fue una de las líderes de este movimiento y desempeñó un papel importante en la organización y movilización de los comuneros cuando el 16 de marzo de 1781 llegó a la plaza central y leyó el edicto con el que el virreinato de la Nueva Granada subía los impuestos al pueblo.
Se dice que Beltrán agarró entonces el papel pegado en la pared, lo rompió en mil pedazos y gritó: “¡Viva el Rey y muera el mal Gobierno!”.
Las pruebas históricas de la existencia de Manuela Beltrán se basan en documentos y testimonios de la época. Los relatos de la Revuelta de los Comuneros mencionan a una mujer llamada Manuela Beltrán como líder y figura destacada. Además, se ha encontrado su supuesta partida de bautismo, la cual certifica que el dos de julio de 1724 fue bautizada una niña con el nombre de María Manuela, hija legítima de Juan Beltrán y Ángela de Archila. Por lo que a la fecha de la insurrección de los comuneros Beltrán estaría cerca de cumplir 57 años.
La figura de Manuela Beltrán ha sido resaltada como un símbolo de resistencia y lucha por la libertad en la historia de Colombia. Su papel como líder en la Revuelta de los Comuneros ha sido reconocido como un ejemplo de valentía y determinación en la búsqueda de la independencia y la justicia social.
¿Quién fue Policarpa Salavarrieta?
Policarpa Salavarrieta, también conocida como "La Pola", fue una heroína que desempeñó un papel crucial en la lucha por la independencia de Colombia durante la época de la colonia. Nació el 26 de enero de 1795 en Guaduas, en la entonces Nueva Granada, y fue ejecutada el 14 de noviembre de 1817 en Santafé de Bogotá.
Policarpa Salavarrieta se destacó por su participación en actividades de espionaje y subversión contra el régimen español. Se convirtió en una mensajera y enlace clave para los líderes independentistas, transmitiendo información y suministrando recursos a los insurgentes. Su conocimiento de las rutas y movimientos españoles resultó invaluable para las fuerzas patriotas.
Las pruebas de la existencia y la participación de Policarpa Salavarrieta se basan en documentos históricos, testimonios y relatos de la época. Su historia fue registrada por varios autores y cronistas de la independencia de Colombia, incluyendo a José María Córdova, quien la mencionó en su obra Historia de la Revolución de la República de Colombia publicada en 1829.
Además, en el Archivo General de la Nación de Colombia se conservan documentos oficiales sobre la participación de Policarpa Salavarrieta en actividades revolucionarias. Por ejemplo, se han encontrado registros que confirman su captura y posterior ejecución por parte de las autoridades españolas.
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Es importante tener en cuenta que, debido a la naturaleza de los registros históricos y a las condiciones de la época, algunos detalles sobre la vida y las acciones exactas de Policarpa Salavarrieta pueden variar en diferentes relatos. Sin embargo, su legado como heroína y su contribución a la independencia de Colombia se han mantenido a lo largo del tiempo.
¿Qué dicen los historiadores?
Lo que propone la licenciada y magíster en historia, Judith González, es desacralizar los héroes, en este caso las heroínas, iniciando con la Subordinación de los Comuneros y pasando por la independencia.
Según ella, Manuel Briceño crea a Manuela Beltrán con nombre propio, más o menos en 1890, cuando saca un pequeño ensayo sobre mujeres en la independencia y la sitúa como un eco antecesor de las mujeres de la época.
Y es que de acuerdo con González, a parte de unas pocas mujeres que tuvieron una agencia activa, como Soledad Acosta de Samper, los hombres fueron en su mayoría quienes crearon las narrativas de la construcción de la nación, un momento en el que para inventar la nación había que crear una historicidad de la misma usando retóricas y poéticas de las categorías “madre” y “patria” a través de la figura de las mujeres.
“Esas metáforas para mí fue muy importantes rastrearlas porque yo no soy la que estoy inventando la historiografía de la independencia; es un diálogo que tengo con ella… O sea, las mujeres fueron una retórica muy importante, por ejemplo usar la virgen, usar a las indígenas; la primera constitución de Cartagena tiene una indígena en su portada; Bolívar se retrataba mucho con indígenas porque de una u otra forma éstas habían soportado todo el yugo de la colonización. Entonces usaban estas metáforas de la indígena para decir ‘mire cómo nos han explotado los españoles’, y se usan estas metáforas de las heroínas para poder vincular de una u otra forma este mito nacional”, comenta la historiadora.
“Lo que yo hago en sí, es ser como una policía discursiva y empezar a rastrear cómo se crea este discurso sobre ellas”, añade.
Por otro lado, en su tesis, González afirma que el "mito" de Manuela Beltrán y Policarpa Salavarrieta es el sincretismo de la historia de varias mujeres que participaron en la guerra, que dieron su vida estando con los ejércitos; otras que hicieron parte activa de la economía; mujeres judicializadas; desterradas; llevando a cabo el papel de la cabeza de familia y, en general, participando del espacio público y de la toma de decisiones.
Sin embargo, con el tiempo los relatos creados por los hombres, que buscaban representar la oficialidad, los ritos cívicos y los símbolos de nación, terminaron fijando la idea de que el andamiaje femenino constituido por muchas fue una sola historia.
“De está manera, se usa a Policarpa y a Manuela Beltrán para formar esa idea de que hay unas mujeres que dieron su vida por la patria, como representaciones de ciertos valores cívicos y rituales que las condensan como una leyenda nacional”, agrega González.
Según el historiador y escritor de Señal Memoria, Felipe Arias Escobar, no es que estas mujeres no hayan existido lo que pasa es que al no ser personajes vinculados a las élites o al poder, es muy difícil encontrar registros escritos sobre su nacimiento, sobre su familia o incluso, en el caso de Manuela Beltrán, sobre su muerte.
“Conocemos a un personaje como Manuela Beltrán gracias al hecho de que hay testimonios escritos que nos hablan de que una mujer lideró la agitación popular en el Socorro, el 16 de marzo de 1781, iniciando la Rebelión de los Comuneros. El caso de La Pola es muy parecido, hay una serie de testimonios que coinciden en hablar sobre el fusilamiento de una mujer que auxiliaba las guerrillas patriotas en noviembre de 1817”, apunta el historiador.
Cuando se habla de Policarpa Salavarrieta, como bien dice Felipe Arias, se asegura que su fusilamiento está documentado, pues se tienen las actas de las autoridades de la época que reportan el hecho, además del diario del sastre Jose María Caballero que anotaba el día a día de lo ocurrido en Bogotá en esos años.
Sobre esto, la historiadora Judith asegura: “Hay un listado de fusilados, entre ellos Alejo Sabaraín Ramos, pero dentro del registro y el listado no aparece Policarpa Salavarrieta, sino una P. Y al ser pues la única mujer debería haber aparecido en el registro. En el Archivo General de la Nación, donde se hizo una compilación de fuentes, tampoco se ve”.
“El diario de Caballero se publica y se da a conocer mucho tiempo después del fusilamiento de ella, entonces yo siempre he pensado y lo lo digo en el libro -a partir de la investigación filológica y hermenéutica desde un análisis del discurso desde la lingüística-, que Policarpa es una más bien una invención que va a hacer Francisco de Paula Santander”, continúa Judith.
Sobre lo cual Felipe Arias comenta que si bien es muy probable que estas heroínas hayan existido, concuerda en que terminaron siendo objeto de toda una construcción mítica sobre sus vidas y sobre sus aportes, ya no solo a la Rebelión de los Comuneros o a la guerra de independencia, sino la formación de la nacionalidad.
Y añade también que “algunos de esos elementos fueron construidos por parte de las élites con mucha posterioridad a la ocurrencia de los hechos”, dentro del proceso de construcción de una identidad nacional, donde se le dio un rol, si bien secundario en la vida pública a la mujer, primario en ese proceso mítico.
De acuerdo con Felipe, de todas las heroínas y personas que participaron en las gestas de la independencia hay registros, el tema es que hay información esquiva sobre su vida, se carece de datos precisos sobre dónde nacieron, o no se sabe con certeza quiénes eran sus familiares.
Sobre personajes como Manuela Beltrán y la Pola algunos historiadores han encontrado una serie de documentos que los asocian a ellas; por ejemplo partidas de bautismo o de defunción de personas que se llaman Manuela Beltrán, o un testamento de una persona de finales de la época de la colonia que habla de una mujer que se llamaba Apolonia o Policarpa.
El historiador Arias concluye: “puede que sí, que Manuela Beltrán y la Pola nunca hayan existido, esto no quiere decir, de ninguna manera, ni que a finales de la colonia ni en la guerra de independencia, la mujer no tuviera un protagonismo muy grande dentro de la vida pública en la época, no solo en la esfera socioeconómica, sino también en la vida política”.
Una existencia afirmada en la cultura y no en los registros
Judith González sabe que su teoría molesta a muchos en el país, por eso aclara que los socorranos no tienen que creer que no existieron mujeres como Manuela Beltrán o que los nacidos en Guaduas o en Bogotá no están obligados a pensar que la Pola no existió, pero invita a todos a hacerse preguntas como ¿por qué se usaron estos referentes de mujeres populares? ¿Por qué no hay registro de más mujeres? ¿Quién les da el título de heroínas? ¿Por qué escogieron a unas y no a otras, como por ejemplo a las pastusas?
En el futuro, Judith espera que haya más investigaciones que puedan también refutar sus tesis o que puedan de una u otra forma ver con otros ojos a estas heroínas.
Sobre las cuales asegura, que si se habla de quiénes sí existieron se puede mencionar a Antonia Santos, pues de ella se conoce su acta de defunción y datos sobre su vida, pues era una mujer de élite de la familia Santos, a quien los genealogistas le atribuyeron ese matiz de heroína. También menciona a Mercedes Ábrego y a Juana María Camacho.
En resumen, aunque existen diferentes relatos sobre las vidas de Manuela Beltrán y Policarpa Salavarrieta, se considera que su participación en el movimiento y su lucha por los derechos y la libertad las convierten en figuras importantes en la historia de Colombia.
Ambas se han convertido en un símbolo de valentía y lucha por la libertad en la historia de Colombia. Su sacrificio y su participación en la causa independentista las vuelven una figura icónica y un ejemplo de determinación en la lucha por la justicia protagonizada también por la mujeres.
“La existencia de la Pola y de Manuela Beltrán está afirmada, está afirmada en la conciencia colectiva de las comunidades”, finaliza diciendo Felipe Arias Escobar.