Breve historia del origen del Mes del Orgullo LGBT
Sobre sus hombros, las personas LGTBI cargan a cuestas con una historia injusta, marcada por el horror, el señalamiento, la censura y la discriminación. La batalla no ha sido fácil, ni siquiera hoy en día cuando parecemos estar en una sociedad mucho más abierta; pero los pasos que se han dado sí que han sido firmes. El mes de junio y más exactamente el 28, se celebra el Día del Orgullo LGBT, una conmemoración a esa lucha incansable.
Para hablar de esta celebración hay que remontarse al 28 de junio de 1969. Fue en la madrugada de ese día, cuando los usuales asistentes a Stonewall Inn, un bar ubicado en el barrio neoyorquino de Greenwich Village que permitía la comunión de homosexuales y transexuales, se cansaron del hostigamiento y las peligrosas redadas que la policía solía hacer noche tras noche.
Ese día, casi como un acuerdo tácito, los bailarines de turno decidieron agitar los ánimos, se negaron a entregar sus identificaciones a los policías que entraron al lugar, a sabiendas que eso desembocaría en un enfrentamiento.
Así fue: hubo agentes y civiles heridos, golpes, detenciones y terror. Pero todo eso desencadenó en protestas y marchas los tres días siguientes. Se clamaba a gritos por tolerancia, se reclamaba respeto, se exigía lo que a todo ser humano le corresponde al nacer.
El siguiente año y en el mes, se organizó nuevamente una marcha para celebrar los hechos de ese día en junio. Se volvió en un ritual, en una necesidad que hoy sigue atrayendo cada vez más personas.
Esos desfiles coloridos y festivos fueron el espacio perfecto para que activistas se organizaran, para que años más tarde las leyes empezaran a cambiar radicalmente y para que esa protesta disfrazada de fiesta se propagara en diferentes países.
Se pasó de celebrar un día a darle la etiqueta entera a junio, como el mes oficial del orgullo gay. Nos unimos a la celebración y entendemos que aún sigue la lucha.