ABC sobre las enfermedades laborales en Colombia
En nuestro país se registran altas tasas de enfermedades laborales, ya que por cada 100.000 trabajadores afiliados al Sistema de Riesgos Laborales existen 2.235 trabajadores con enfermedades laborales diagnosticadas, lo cual representa una grave preocupación para la salud y el bienestar de los trabajadores.
Además, estos padecimientos tienen un impacto económico significativo en la sociedad, ya que generan costos en términos de gastos médicos, indemnizaciones y pérdida de productividad. A propósito del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, desde Chévere Pensar en Voz Alta queremos invitarles a hacer un repaso sobre las normas y los procedimientos vigentes en el país destinados a prevenir, proteger y atender a los trabajadores colombianos.
Legislación vigente
En Colombia el Sistema de Seguridad Social Integral se estableció a través de la Ley 1562 de 2012, que contempla la prevención, promoción y atención de las enfermedades laborales y accidentes de trabajo.
En el ámbito de la Seguridad y Salud en el Trabajo, la Resolución 2400 de 1979 -sí, como bien lo leen de 1979-, establece las normas para prevenir y controlar las enfermedades profesionales, mientras que la Resolución 2013 de 1986 establece las normas para prevenir y controlar los accidentes de trabajo. Estas resoluciones son complementarias y se aplican de manera conjunta.
Por su parte, la Ley 1438 de 2011 establece la obligación de las empresas de afiliar a sus trabajadores al Sistema General de Riesgos Laborales, que tiene como objetivo proteger la salud de los mismos y prevenir los riesgos laborales.
¿Qué es y cómo se diagnóstica una enfermedad laboral?
En palabras del abogado, magíster en derecho del Estado y experto en derecho laboral individual, Juan Camilo Castilla Ospina, una enfermedad laboral o una enfermedad de trabajo es toda aquella que se haya originado con relación al trabajo, a la relación laboral, que es una relación de subordinación donde el trabajador hace lo que el empleador le dice.
Hasta aquí la definición es sencilla y comprensible, ahora vamos a conocer los pasos del diagnóstico: primero, se debe solicitar una cita con la EPS para que el médico genere el diagnóstico de la enfermedad y determine si hay o no una relación con el trabajo. Una vez se haya comprobado que hay relación con el entorno laboral, la EPS solicitará a la empresa la documentación para hacer la calificación de la enfermedad, entre esos documentos estará el análisis de puesto de trabajo o APT.
Después de analizar y estudiar la documentación se emite un concepto sobre el origen del evento, común o laboral. En los casos donde se califique la enfermedad con origen laboral, la Junta Regional de Calificación de Invalidez, emitirá el porcentaje de pérdida de capacidad laboral o PCL.
Cuando el porcentaje de PCL está entre el 5 por ciento y el 49 por ciento el trabajador podrá acceder a una indemnización por incapacidad permanente parcial, pero si la PCL es mayor al 50 por ciento la indemnización será por invalidez, tal como lo establece el Decreto 2644 de 1994.
Si el caso es calificado como de origen común y el trabajador no está de acuerdo con el dictamen, puede apelar y solicitar la revisión del expediente por parte de la Junta Regional de Calificación de Invalidez o también puede adelantar este proceso ante la Junta Nacional de Calificación de Invalidez.
Enfermedades laborales
Vamos a conocer cómo se agrupan los tipos de enfermedades laborales y qué patologías se pueden identificar en cada grupo:
- Enfermedades respiratorias: son aquellas que afectan el sistema respiratorio, como el asma, la neumonía y la bronquitis. Estas enfermedades pueden ser causadas por la exposición a sustancias químicas, polvo, humo, gases y otros contaminantes presentes en el ambiente laboral.
- Enfermedades osteomusculares: son aquellas que afectan los músculos, los huesos, las articulaciones y los tendones. Estas enfermedades son causadas por la realización de actividades repetitivas, posturas forzadas o esfuerzos físicos excesivos.
- Enfermedades de la piel: son aquellas que afectan la piel y sus anexos, como el acné, las dermatitis y las infecciones cutáneas. Estas enfermedades pueden ser causadas por la exposición a sustancias químicas, radiaciones y otros contaminantes presentes en el ambiente laboral.
- Enfermedades cardiovasculares: son aquellas que afectan el corazón y los vasos sanguíneos, como la hipertensión arterial, la enfermedad coronaria y el infarto de miocardio. Estas enfermedades pueden ser causadas por el estrés laboral, la falta de actividad física y una alimentación poco saludable.
- Enfermedades psicológicas:que son aquellas que afectan el estado emocional y mental de una persona, como la depresión, los trastornos de ansiedad generalizada, entre otras.
Aunque la pandemia del covid-19 trajo a nosotros la libertad y la tranquilidad de hablar con más confianza de salud mental, las enfermedades de este tipo asociadas al ámbito laboral son un tema que cada vez preocupa más a empleadores y trabajadores por igual.
Y más en nuestro país, porque este es un camino que todavía está a medio hacer, al menos así nos lo manifiesta el psicóterapeuta, magíster en psicología e investigador, Andrés Gamba, pues según él Colombia aún no está desarrollando investigaciones ni avances que permitan mejorar la atención de la salud mental en los entornos laborales.
No en vano, las estadísticas de la Organización internacional del trabajo (OIT) han reportado que en nuestro país 1 de cada 5 trabajadores presenta el síndrome de burnout o el síndrome del quemado, son trabajadores que tienen un nivel de estrés tan alto que se llegan a enfermarse.
"Y esto, sin duda alguna, nos habla de las desigualdades del sistema laboral en Colombia, porque aunque todos los trabajadores están expuestos a múltiples factores de estrés, sabemos que las mujeres, en términos de salud mental, son las más propensas a estar afectadas por las condiciones, no solo en el trabajo por los sistemas de pago y demás, sino también por el contexto, donde generalmente las mujeres están más sobre exigidas desde el rol de mujer, de madre, de cuidadoras a nivel general y eso a veces no se tiene en cuenta en el escenario laboral". añadió Gamba.
Aunque nuestro país cuenta con leyes como la 1616 del 2013, resoluciones como la 2646 del 2008 y la 2404 del 2019, y también con políticas públicas y laborales sobre la promoción y prevención de la salud mental, muchas empresas aún no las aplican.
La fórmula más viable, para poder contrarrestar los daños colaterales que la falta de atención está dejando, es el trabajo conjunto entre las empresas, los psicólogos, los médicos, inspectores de la salud laboral, los psiquiatras y, por supuesto, las instituciones: EPS, IPS, ministerios y demás. Un ambiente de trabajo laboral saludable no sólo es necesario para los trabajadores, sino muy también muy beneficioso para los empleadores.