25N: A 40 años del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
El origen del 25N, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, se remonta al 25 de noviembre de 1960 cuando las hermanas Mirabal, Patria de 36 años, Minerva de 34 y María Teresa de 25 fueron asesinadas brutalmente por la policía secreta dominicana bajo la explícita orden del dictador Rafael Leónidas Trujillo.
Las hermanas Mirabal eran conocidas como “Las Mariposas”, crecieron en un hogar rural en el municipio De Salcedo, su padre fue un exitoso hombre de negocios y pudo brindarles educación de calidad. Estudiaron en el Colegio Inmaculada Concepción de La Vega que era dirigido por monjas españolas. Allí, tanto Minerva como María Teresa se destacaron por su inteligencia y su gusto por estudiar.
En 1930, cuando Rafael Leónidas Trujillo llegó al poder, la familia Mirabal perdió casi toda su fortuna, las hermanas estaban seguras de que Trujillo llegaría a generar caos en República Dominicana y por esta razón, en oposición al gobierno ingresaron a la Agrupación Política 14 de Junio, un movimiento liderado por Manolo Tavárez, abogado y esposo de Minerva Mirabal.
Cabe resaltar que Minerva fue la primera mujer dominicana en obtener la Licenciatura de Derecho, de ahí su interés para hacer parte de la política que combatía la dictadura.
Durante el régimen de Trujillo, Minerva y María Teresa fueron encarceladas, violadas y torturadas en varias ocasiones, sus esposos también fueron torturados y el 18 de mayo de 1960 las hermanas y sus parejas fueron juzgadas en Santo Domingo por atentar contra la seguridad del Estado dominicano y condenados a tres años de prisión.
Misteriosamente el 9 de agosto del mismo año las hermanas fueron puestas en libertad, sus esposos continuaban en prisión, pero fueron trasladados de la cárcel La Victoria a la de Salcedo, así no tendrían que hacer largos viajes para poder visitarlos. En realidad, esta era tan solo una de las fichas de ajedrez que movió Trujillo para poder deshacerse de las hermanas.
Ciriaco De la Rosa, cabo de la Policía Nacional, llegó a los cuarteles del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) ubicado en Santiago, solicitó cuatro agentes y un vehículo para conformar un escuadrón de acción que tenía la misión de eliminar a las hermanas Mirabal. El 18 de noviembre de 1960, el escuadrón llegó sin completar la orden porque las hermanas viajaban con niños, el 22 del mismo mes pasó lo mismo, pero el 25 finalmente lograron su cometido.
Las hermanas Minerva, María Teresa, Patria Mirabal y Rufino De la Cruz, el chofer, estaban en camino a su hogar en Salcedo luego de visitar a sus esposos y cuando llegaron al puente de Marapica, cuatro hombres los detuvieron. Las tres mujeres fueron obligadas a subirse al asiento trasero del vehículo mientras que ellos se montaron en el jeep junto al chofer, emprendieron camino hacía La Cumbre, lugar donde estaba la casa en la que les esperaba el capitán Peña Rivera.
Las hermanas y el chofer fueron llevados dentro de la casa, Peña hizo una seña a De la Rosa para que actuaran, el plan era ejecutar a las víctimas ahogándolas con pañuelos, luego las apalearon hasta morir para meter sus cuerpos al carro y simular un accidente de tráfico.
El 25 de noviembre de 1960 los cuatro cuerpos aparecieron destrozados en el fondo de un barranco. El crimen quedó impune, pero fue el comienzo de la caída del dictador Rafael Leónidas Trujillo, a quien asesinaron seis meses después, el 30 de mayo de 1961.
"Fue tan horroroso el crimen que la gente empezó a sentirse total y completamente insegura, aun los allegados al régimen; porque secuestrar a tres mujeres, matarlas a palos y tirarlas por un barranco para hacerlo parecer un accidente es horroroso”, explicó Luisa de Peña Díaz, directora del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana (MMRD).
Este crimen atroz, según la escritora estadounidense Julia Álvarez, marcó un hito en la historia porque las hermanas “le pusieron un rostro humano a la tragedia generada por un régimen violento que no aceptaba disidencia”.
Por esta razón, por lo que implicó este caso, en 1981 cuando se realizó el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe se decidió que el 25 de noviembre se conmemoraría el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y el 17 de diciembre de 1999 La Asamblea General de las Naciones Unidas designó oficialmente el 25N para conmemorar esta fecha.
Por esto, hoy en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, 61 años después del crimen atroz, vale la pena recordar una de las frases más icónicas de Minerva Mirabal: “Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte”, quien sabía que su vida corría peligro pero que la lucha valdría la pena. Un aliciente para seguir en pie de lucha por las que se han ido, por las que sufren en silencio y seguir trabajando para erradicar las violencias contra la mujer.