¡Ali, el gigante Ali!
Esta es la primera de una serie de columnas que rescatará la importancia de los artistas colombianos en Radiónica y sus inicios en la emisora.
Los grandes músicos son capaces de crear revoluciones sonoras, liderar épocas, inspirar a generaciones, dejar memorias sobre nuestro paso en el tiempo, acompañar la tristeza y celebrar la alegría. Sí, esos músicos son necesarios para crear un movimiento, fortalecerlo, reflexionarlo y volverlo a soñar. En ese pentagrama de artistas únicos, aparece, como un héroe contemporáneo, de esos verdaderos héroes que se escapan del cómic o la gran pantalla, el gran Ali A.K.A. Mind.
Justamente, el pasado jueves 8 de febrero de 2018 cuando estaba viendo a Ali A.K.A. Mind durante su presentación en La Milla (antiguo Bronx) en el día de la Radio Pública del Festival Centro de Bogotá, recordé en medio de la emoción, su historia con Radiónica.
Si bien los primeros discos de Ali (‘Rap Conciencia’ 2008, ‘Palabras del Alma’ 2012 y ‘Mestizo’ 2014) ya formaban parte del repertorio de la emisora y habíamos tenido la oportunidad, en su momento, de programarlos en nuestras franjas especializadas, el momento fundamental de la historia del gran poeta con la radio pública ocurrió en abril de 2015 cuando se presentó con Nach. Ese día Ali abría el concierto. Jamás olvidaré esa tarde noche de domingo, el formato de Ali era sencillo, pero su propuesta fue contundente. Al frente de todos estaba un señor artista, en toda la dimensión de la palabra, desde lo más fuerte hasta lo más sublime, con profundidad, actitud, rebeldía y magia a la vez.
Al terminar el concierto, obviamente feliz por las dos presentaciones de la noche, me atrevía a escribirle un DM vía Twitter a Ali. Le expresé mi admiración y lo felicité por su concierto. Él, como todo caballero, respondió con humildad y notable alegría, se sentía un alma de niño al otro lado de la comunicación. Empezamos a programar con fuerza Mestizo, tema que le da título a su tercer disco. Con todo y su hermosa introducción de Julio Cortázar empezó a crecer en Radiónica la propuesta artística del poderoso A.K.A. Mind. Después, uno a uno, fueron llegando con facilidad más canciones del artista a nuestra programación rotativa de la emisora.
Más de un año después, en el BOmm de 2016, tuve la oportunidad de conocer personalmente a Ali. Nosotros estábamos realizando una transmisión de La Clase desde el evento y sorpresivamente, al inicio del programa, apareció Ali con la sencilla intención de saludar y agradecer la rotación de su música en la emisora. En ese momento comprobé la humildad del artista y saben, un artista humilde es garantía de una propuesta sensible y profunda. Por el contrario, un artista (e incluso un periodista) arrogante, siempre lleva consigo un discurso vacío, una propuesta discreta, en fin… lo importante era que Ali estaba ahí al aire, sorprendiéndonos a todos con su carisma, calidez y afecto, el cual, definitivamente era recíproco.
Iniciando 2017, Emily, canción perteneciente a ‘Sobreviviente’, el cuarto álbum de Ali, se convertía en el primer número 1 del Radiónica Top 25 del año. Ese poema, canto a la vida, dedicación de padre a hija, lograba trascender cualquier frontera de género y de época, estábamos ante un tema fuera de serie, de un álbum fuera de serie. Ali lo lograba, se convertía en un músico fundamental para nuestra memoria, para la reconstrucción de nuestro tejido social.
Meses después, Ali abría la tarima del sábado del Festival Estéreo Picnic. Fue (para mí), de lejos, lo mejor del festival en esa edición. Ali estaría en el Concierto Radiónica, y además de su número 1 en la emisora, su presentación tenía una poderosa narrativa, tenía la capacidad de contar historias, de hacernos partícipes de las mismas, poesía y ensayo en un mismo recital. Meses después, Ali A.K.A. Mind, en la Media Torta de Bogotá, nos daría uno de los conciertos más importantes y emotivos de toda la historia del Concierto Radiónica.
Pero quizás el momento que más llevo adentro de mi corazón y el cual estuvo muy presente el 8 de febrero en el Festival Centro, fue el día que tuvimos la oportunidad de grabar ‘La Clase’ de RTVC Play con el propio Radiolito en el hogar de Ali. Debo confesar que todos estábamos muy nerviosos y ansiosos, pero esos sentimientos se desprendían de la profunda admiración y cariño que sentimos hacia al artista. Queríamos y soñábamos hacer ese capítulo, y la verdad, Emily, Darly y Ali fueron unos cálidos y afectuosos anfitriones. Entendimos que además del talento y la disciplina, la magia sonora de Ali residía en su humanidad, en ese perfecto equilibrio entre el ser pensante y reflexivo, y un corazón gigante, sensible y generoso. (Dato importante, en aquella mañana de sábado, Radiolito aprendió a montar en la tabla, Ali fue su profesor).
Somos afortunados quienes amamos el arte sonoro de Ali A.K.A. Mind, larga vida a su obra, que vengan más canciones, discos y conciertos. Gracias por tanto, maestro. ¡Vamos Ali! ¡Vamos Radiónica!