¿Qué tanto nos afectan las redes sociales?
El celular es sin duda la extensión más reciente del cuerpo humano, cada día reafirmamos que en eso lo hemos convertido. Más que compañero de tiempos modernos, guía y vigilante, el objetivo inicial y causante de la creación del objeto (comunicarnos con el otro) es una función que pasó a un segundo plano.
Ir de arriba a abajo, una y otra vez, abrir y cerrar aplicaciones sin ninguna explicación... Las redes sociales en un eterno scroll, un hábito que hemos consentido sin darnos cuenta de las afectaciones que tiene en nuestra salud mental y emocional, pero ¿a qué estamos expuestos cada vez que usamos nuestro teléfono celular?, saben ustedes ¿cuántas horas al día pasan revisando su celular?
¿Qué hacemos en el celular?
Según un estudio de Consumo Móvil en Colombia realizado por Deloitte (una de las empresas auditoras más grandes del mundo), la actividad más realizada en dispositivos móviles por los usuarios es la consulta de las redes sociales (57 %), seguida por la toma de fotografías (56 %). Esta primera actividad tuvo un aumento del 48 % en comparación al mismo periodo del año en el 2018.
La mayor parte de la actividad digital se concentra en redes sociales y plataformas de streaming como Youtube, pero los juegos son también una actividad popular y registran el 48 % de popularidad. Finalmente, los servicios de mensajería instantánea como WhatsApp se mantienen en el tercer lugar en la escala de importancia y recurrencia.
Por otro lado, consultas de mapas de navegación y noticias son las funciones de menos elección por parte de los consumidores. Es importante saber que las llamadas de voz son cada vez menos frecuentes entre usuarios, quienes prefieren un mensaje de texto a contestar una llamada.
Redes de sociales y salud emocional
No es de extrañar que las redes sociales consuman toda nuestra atención a la hora de hablar de consumo móvil, pues tanto los dispositivos como las plataformas han transformado la forma en la que nos relacionamos, haciendo ubicuas las relaciones interpersonales.
Aunque todos estamos expuestos, son las generaciones más jóvenes las que cargan el mayor peso de los efectos de estas plataformas, Instagram y Facebook son las dos más utilizadas por el público colombiano. Y si bien han sido altavoces para reivindicaciones y llamados políticos y sociales, también han construido una barrera que nos mantiene aislados en la virtualidad, y que es a la vez un detonante de trastornos emocionales:
Miedo a quedarse fuera (FOMO): es definido como “la sensación de estar perdiéndose algo es consecuencia de las redes sociales”. Se gesta un malestar de vacío en los usuarios, quienes sienten que su vida no es interesante como la de perfiles a quienes siguen.
Ruido fantasma (Ringanxiety): este fenómeno crea en el usuario una sensación de vibración o sonido de notificación que en realidad no existe. Esto sucede, según el doctor Daniel Kruger, porque “los individuos con una ansiedad de apego muy elevada están preocupados porque las personas con las que se relacionan les abandonen, y porque sus sentimientos hacia su pareja no sean correspondidos”.
¿Qué tanto sabemos de tecnología y seguridad?
No es un secreto que en tanto más amplio es el acceso a la información, menor es la barrera de confidencialidad que protege los datos de los usuarios, sin embargo, el estudio ha revelado que esta no es una preocupación relevante para los consumidores. Solo 41 % manifiesta inquietud con el uso que dan las empresas a los datos y 18 % no sabe qué información personal está compartiendo. Además, 11 % de los encuestados cree que no ha compartido información nunca, es decir que desconocen los ‘términos y condiciones’ de compartir en línea.
Los asistentes y voces móviles son un servicio que ha funcionado como un aparente diferencial para las empresas, a pesar de ser un elemento presente en la mayoría de dispositivos de alta gama. Esta tecnología en particular, no es conocida ni utilizada por un grueso de la población, pues la mayoría afirmó que tiene inactivos los asistentes de voz integrados a sus dispositivos y al menos un 38 % dijo nunca lo ha usado.
Los tiempos cambian y claro, las formas de entretenimiento también. Pero, ¿en realidad nos estamos entreteniendo? o por el contrario, nos estamos enfermando. ¿Qué hacen ustedes para contrarestar los efectos nocivos de las redes sociales? ¿Creen que es momento de hacer algo?