¿Estamos preparados para la digitalización de la vida?
Imagínense una sociedad acostumbrada a hablarle a una pantalla, aunque a su lado alguien esté presente. Acostumbrados a resolver los asuntos más triviales de la vida acostados en su cama, e incluso, asistiendo a su cita de telemedicina o a comprar virtualmente sus víveres en un supermercado que existe solo en una aplicación. ¿Estas escenas les resultan conocidas? Quizás… ¿Nuestra realidad es así?
En 2008, la compañía Pixar presentó al mundo una película futurista en la que un pequeño robot llamado Wall-E, se encargaba de limpiar la basura de un planeta Tierra devastado y abandonado por los humanos. El acelerado crecimiento digital, el consumismo desenfrenado, la negligencia ambiental y la codicia empresarial provocaron la debacle de nuestro planeta tal como lo conocemos hoy.
¿Recuerdan lo que sucede luego? Wall- E, junto a EVA, su coprotagonista, llegan a la nave donde la humanidad fue evacuada siglos atrás. Los humanos que ahí viven le hablan siempre a una pantalla mientras están acostados en una especie de cama con espaldar. 14 años después de su lanzamiento, sentimos que este film no fue una creación ficticia, sino más bien una suerte de presagio que representó una escena de nuestra realidad cercana.
El futuro estremece un poco. Hoy lo digital hace parte primordial de nuestra vida, tanto que cambiamos las letras del abecedario para referirnos a una generación por conceptos que van directamente ligados a esta era.
Hoy hablamos, por ejemplo, de los nativos digitales, aquellos que nacieron y crecieron en entornos donde la internet, los computadores, el celular, las plataformas y aplicaciones digitales son parte de su cotidianidad; Muy contrario a los inmigrantes digitales, quienes se han adaptado al cambio de lo analógico a lo digital, a veces con facilidad y otras veces con mucha resistencia.
Quizá estemos frente a la revolución del homo sapiens, quizás nos preparamos para la llegada del homo digitalis, una nueva categoría en la evolución humana expuesta por el periodista Román Cendoya autor del libro 'Revolución: del Homo sapiens al Homo digitalis'. Pero… ¿Qué son? ¿Cómo se comportan? ¿Qué tan importante es la conectividad? Geraldine Muñoz, del equipo Radiónica Cali, nos ayudará a responder estas incógnitas:
Es innegable, la digitalización tiene un impacto en la calidad de vida de las personas. La era digital nos brinda acceso a una cantidad infinita de información, a una amplia gama de entretenimiento, nos permite hacer trámites de maneras sencillas e interactuar con las personas, aunque estén a miles de kilómetros de distancia, todo muy útil.
¿Cuál es el problema entonces? Este radica en que no sabemos cómo usar la tecnología a nuestro favor, siendo más vulnerables.
La tecnología debería ser una fuerza positiva, no distractora, que no consuma el tiempo que deberíamos usar para lo que es realmente importante. Mantener el control, aprender de ella y soltarla cuando sea necesario debería ser una premisa.
Tan importante es el bienestar digital que, incluso, los celulares cuentan con aplicaciones que miden el tiempo que pasamos usando el móvil, sí aun no lo han activado este podría ser un buen momento.
Conocer y mejorar los hábitos digitales es clave para evitar adicciones o alteraciones de la percepción que se tiene sobre la realidad. Junto a Santiago Arango, del equipo Radiónica Medellín les brindamos algunas recomendaciones para mantener en buenas condiciones nuestro bienestar digital:
Por otra parte, la pandemia trajo consigo un acelerado crecimiento de la digitalización, infortunadamente regiones como América Latina y el Caribe tuvieron un fuerte impacto que dejó en evidencia las profundas desigualdades que existen.
Según datos de la CEPAL, con respecto al uso de la internet durante el periodo de confinamiento y pandemia del Covid-19:
- Solo el 67% de los habitantes y el 60% de los hogares de la región usa internet.
- 1/3 de la población hace un uso de internet limitado o nulo debido a su condición económica.
- 33% de los hogares urbanos no están conectados, al igual que 77% de los hogares rurales.
- 42 % de los menores de 25 años y 54% de los mayores de 66 años no tienen conexión.
Estos datos reflejan los retos inmediatos que deben afrontar los gobiernos Latinoamericanos y del Caribe con respecto al acceso y conectividad fragmentados por niveles de ingreso, la velocidad de red insuficiente, la brecha en desarrollo de habilidades digitales y la escasa digitalización de los procesos productivos. Entre otros retos.
Sin embargo, para la población que cuenta con un mayor acceso al internet, a los aparatos digitales y al conocimiento sobre su manejo, la tecnología puede ser un gran aliado de crecimiento personal y laboral. Tal como ha sido para Juan Camilo Almaza, gerente y cofundador de SOLUTEK, una empresa que a lo largo del tiempo ha desarrollado su propio modelo de negocio en una plataforma digital para las empresas, esta es su historia:
La respuesta a la pregunta con la que abrimos este artículo dependerá enteramente de ustedes, entendiendo las particularidades de su vida, su contexto y su relación con lo digital. Para algunas personas será un aliado imprescindible, mientras que, para otras, es un universo desconocido, lo importante aquí es que todos lleguen acceder a ella para evitar así más brechas sociales.
Por ahora hay algo irrefutable que decir: la digitalización de la vida es una realidad que crece a pasos agigantados.