Mr. Robot: de anti-héroes y realidades
Está a punto de terminarse la segunda temporada de una de las series que mejor refleja el espíritu de estos tiempos. La siempre interesante Mr. Robot una vez más logró su cometido.
Y una vez más quedamos con ese sentimiento de desesperanza, de angustia, de soledad y desesperación. En un año donde la televisión nos dio esperanza sobre la amistad, el amor y la familia en medio de la oscuridad con Stranger Things, Mr. Robot (cuya segunda temporada se estrenó mas o menor por los mismos días de la serie de Netflix) nos vuelve a dejar un vacío sobre esas mismas cosas y muchas otras como la sociedad de consumo, la alienación, pero sobre todo de la naturaleza egoísta del ser humano.
Todo esto con actuaciones superlativas de grandes actores como Rami Malek, Portia Doubleday y el gran Christian Slater, que con toda su experiencia se termina volviendo la conciencia de la serie.
Una serie llena de antihéroes rotos por dentro, tratando desde su perspectiva romper la prisión en la que están; atormentados por pasados que vamos conociendo lenta y dolorosamente donde no se puede confiar en nadie, ni siquiera (y especialmente) en uno mismo.
La historia no deja de ser una ficción pero a veces los escritores hacen olvidar eso y finalmente nos hace preguntarnos junto a todos los personajes, como los cómplices que somos ¿qué es real?
Estas pequeñas palabras no son una reseña sobre la serie, son una reflexión sobre la misma. Si no son del todo ajenos a la serie pero no la han visto, seguramente sabrán que la misma se mueve alrededor del “Hacktivismo” basado en grupos como Anonymous, pero la serie es mucho más que la historia de unos hackers. Ese es el punto de partida para contarnos miles de historias y terminar haciendo una de las mejores series de la última década.
Si no han visto Mr. Robot, esta es una gran oportunidad para ponerse al día con una serie que los dejará tan sorprendidos como pensativos.