Élite: ¿A qué se debe el éxito de la serie?
Al igual que con series destinadas a un público estético definido como The End Of The F***ing World, Sex Education o I’m Not Okay With This, las producciones que hoy en día se emiten por la plataforma de streaming Netflix tienen una ventaja muy considerable. Pueden apuntarse a nichos específicos sin quitarle los reflectores a otros esfuerzos más mainstream como Stranger Things o La Casa de Papel.
Con Élite el objetivo claro es capitalizar el éxito que las series adolescentes de crimen como Riverdale han logrado en los últimos años. A esto, la serie creada por Carlos Montero y Darío Madrona le ha sumado dos elementos siempre determinantes en este tipo de audiencia, el drama de las brechas sociales, los excesos y lujos de los socialites europeos y un catálogo interminable de promesas juveniles.
Con esta premisa la serie ha logrado a lo largo de sus temporadas tres misterios por resolver con una estructura argumental de libro, en donde el espectador se ve con partes del desenlace y vuelve a principio a unir las piezas. Precisamente como la portada de un rompecabezas.
Esto ciertamente no es nuevo, el drama de crimen y misterio ha sido un recurrente en todas las generaciones, para la muestra series como Sherlock, CSI o Criminal Minds han acaparado por años, espacios prime time en la televisión.
El caso de Élite parece ser un producto de laboratorio para alcanzar a un grupo de edad muy específico pero que asegura fidelidad y viralidad.
Según la periodista cultural Lauren Rearick los dramas adolescentes tienden a ser exagerados en su objetivo de sorprender y deleitar a los espectadores, y eso es lo que los convierte en la experiencia de visualización perfecta. Son fáciles de seguir, y ponen a prueba nuestra capacidad de resolver los misterios pero no requieren de nuestra completa atención y concentración.
Esto permite que audiencias jóvenes puedan seguirle la pista a las series mientras hacen sus deberes, chatean o revisan redes sociales.
Eso además permite distraer la mente en medio del complicado e híper conectado mundo en el que vivimos: suficiente para distraernos de lo que pasa, sin tener que meternos de lleno en un intrincado y complejo arco argumental que no nos permita quitarle los ojos de encima, como Game Of Thrones por ejemplo.
La tercera temporada de Élite es lo que es, otro teen crime drama industrializado que a lo largo de sus 8 episodios nos dará de lo mismo, bien hecho, bien realizado, pero que empieza a darse cuenta que nos hemos dado cuenta de ello.
Élite temporada 3 trailer: