El Salón De Las Leyendas: Antonio Caro
Caro comenzó a interesarse por el arte a los 16 años, razón que lo llevó a estudiar Bellas Artes en la Universidad Nacional. Debido a ciertas inconformidades decidió abandonar la carrera, por lo cual entró al campo de la publicidad, donde aprendió a utilizar el texto como un elemento artístico. A pesar de que dejó de lado dichos estudios, la academia le permitió vincularse a movimientos políticos y conocer otros artistas importantes como el maestro Bernardo Salcedo, juntos serían los fundadores esenciales del Movimiento de Arte Conceptual en Colombia.
Una de las obras más famosas de Caro fue "Coca-Cola Colombia" (1977), allí este artista escribió la palabra Colombia con la tipografía de dicha bebida, haciendo una crítica a la política y el consumismo. Su trabajo se caracterizó por utilizar materiales inusuales, a veces sencillos y hasta cotidianos, siempre buscó la manera de alejarse de lo tradicional, por lo cual fue un artista contestatario que reflexionó sobre temas como la ciudad, las comunidades indígenas y la antropología. Vale la pena tener en cuenta que sus obras se encuentran exhibidas en museos de ciudades como Cali, Barranquilla y Bogotá.
Adicionalmente, siempre fue catalogado como un rebelde del arte colombiano. En 1974, como una respuesta ante el hecho de no ser invitado a la edición 25 del Salón Nacional de Artistas, presentó una obra y exposición llamada "Defienda Su Talento", donde cacheteó en público al crítico Germán Rubiano. Gracias a la influencia de Bernardo Salcedo, Caro desarrolló otra de sus obras más reconocidas, bajo el nombre de “SAL”, en esta escribió dicha palabra utilizando sal, esta fue presentada en Cali hacia 1971 y despertó críticas respecto a su notorio desapego de las formas tradicionales de arte.
La obra de este autor se convirtió con el pasar de los años en un referente del arte conceptual latinoamericano. Por tal razón, estuvo invitado a una gran cantidad de exposiciones internacionales, tales como el Summa Art Fair de 2015 en España, donde presentó importantes trabajos de su carrera. Durante los últimos 20 años de trabajo estuvo dedicado a realizar talleres en diversas poblaciones de Colombia, algo que le sirvió para seguir alimentando el sentido crítico. Así jóvenes de municipios como Leticia y corregimientos como Paraguachón recibieron sus enseñanzas sobre arte.
Gracias a su aporte artístico, uno de los grandes logros y reconocimientos alcanzados fue recibir la beca Guggenheim en 1998, un reconocimiento otorgado desde 1925 a artistas de Estados Unidos, Canadá, América Latina y el Caribe para que continúen desarrollando sus labores creativas. En agosto de 2020 realizó una de sus últimas obras, esta se tituló “Jabón, Bendito Jabón” y fue ubicada en la fachada de la galería Casas Riegner al norte de Bogotá, esta consistió en una litografía hecha a mano donde hizo referencia a la crisis de la pandemia y homenajeó al jabón como utensilio.