A Riot of my Own: cuarenta años del 'álbum verde' de The Clash
Hay días que cambian la vida, musicalmente hablando. Yo por ejemplo nunca olvidaré el día que por recomendación de mis amigos, decidí escuchar el famoso álbum verde de The Clash. Seguramente si eso no hubiera ocurrido tal vez yo trabajaría en otra cosa o mi vida sería distinta. A mis trece años escuchaba de todo, desde Aerosmith hasta Nirvana, pero fue ese álbum de portada verde el que me cambió la vida.
Y es que “The Clash” (1977) de The Clash (conocido como el álbum verde) aparte de ser el álbum debut de la banda, es una clase de rock and roll, de entender los problemas de las sociedades y cómo no quedarse callado.
Como siempre pasa con un disco, lo primero que lo embarca a uno es la música. Surgido en aquella ola del punk de 1977, el álbum verde tiene la energía y la frescura que toda banda desearía tener, mezclado con una rabia que hace que los acordes salidos de las guitarras de Joe Strummer y Mick Jones, y el bajo de Paul Simonon, hicieran que el mundo entre se estremeciera y escuchara.
Aunque para muchos el álbum emblemático del punk del 77 es el Nevermind The Bollocks, Here´s the Sex Pistols (1977), ningún disco recoge la época como el álbum verde. Canciones como London´s Burning o Career Oportunities muestran el desespero de una generación incomprendida. Pero hay una joya de la corona: White Riot, la canción que no solo habla de comprensión y desespero sino de que hacer algo al respecto. “¿Vas para adelante o vas para atrás?, ¿recibes órdenes o tomas el control?” grita Joe Strummer en el gran manifiesto del punk. White Riot tiene todos los elementos que el género debe tener, una de las mejores canciones del mismo sin duda.
Dos años después apareció una versión hecha especialmente para Estados Unidos con nuevos himnos como Complete Control (una crítica a la disquera CBS quién los había firmado), y el cóver de The Crickets I Fought The Law. Nunca un cóver le quedó tan a la medida a una banda.
Su siguiente álbum Give´m Enough Rope (1978) era otro disco de punk con canciones interesantes, pero no era lo mismo. Ahí la banda entendió que debía reinventarse con uno de los mejores álbumes de la historia: London Calling (1979). Pero ese será motivo de celebración en otro momento.
Cuarenta años después, el álbum es más actual que nunca. El mundo cierra puentes y construye muros, discrimina, separa. Y ahí es donde el punk tiene sentido. Y ahí es que el álbum verde tiene sentido. Si no lo han escuchado háganlo, tal vez tengan la oportunidad de que les cambie la vida como a mi. O tal vez decidan cambiar el mundo. Para eso sirve The Clash.