'Shazam! La furia de los dioses': cómo duele crecer… y ser superhéroe
Conocido durante sus primeros días como el Capitán Marvel, este superhéroe creado en 1939 por C.C. Beck y Bill Parker, ha tenido una historia tanto de éxitos como de problemas legales bastante controversiales. Sus aventuras en los cómics presentaron a un niño llamado Billy Batson, quien siendo bendecido con el poder de los dioses al pronunciar aquellas palabras mágicas (Shazam!), se convierte en este superhéroe y heraldo de la justicia. Algo que para los jóvenes lectores de aquel momento resultaba atractivo debido a que generó una identificación altamente personal, logrando por instantes un éxito superior al de otro ícono de la cultura popular como Superman.
Sin embargo, la historia legal de este personaje no fue tan afortunada, debido a que primero se tuvo enfrentar en los estrados contra los creadores del Hombre de Acero por un tema similitudes y plagio, para que luego siendo acogido por la editorial DC Comics y su vasto universo creativo, tuviera que dejar de lado su nombre original en 1972 por temas de uso frente a Marvel Cómics y otro personaje llamado igual. Su éxito es equiparable también con el de Superman alrededor del entretenimiento temprano en los Estados Unidos, razón por la que tuvo adaptaciones previas en la cultura popular como un seriado para cine en 1941 protagonizado por Tom Tyler y una producción televisiva de 1974, la cual contó con las actuaciones de Michael Gray y Jackson Bostwick.
En 2019, luego de una gran cantidad de proyectos e iniciativas para volver a adaptar al personaje, DC y Warner con su universo cinematográfico le dieron la responsabilidad al director David F. Sandberg, quien tras su éxito con la cinta de terror Lights Out creó una nueva versión para la pantalla grande. Fue así como sorprendió con una cinta llena de corazón y bastante entretenida, donde se cuenta la historia de un Billy Batson ubicado en las nuevas dinámicas de la orfandad estadounidense, el cual recibió estos poderes en un nuevo relato de origen para enfrentarse al Doctor Sivana y encontrarse consigo mismo en la diatriba de seguir siendo niño, pero dentro del cuerpo de un adulto.
La furia de los dioses y una nueva aventura
En esta entrega de nuevo dirigida por Sandberg, nos encontramos con un ajuste de cuentas por parte de ese amplio mundo de los dioses según DC Comics, donde las hijas de Atlas conocidas como Hespérides, Calipso y Antheia, emprenden una cacería contra Shazam y la familia maravilla por recobrar los poderes de su padre, ya que Billy Batson y sus portadores no son dignos de tales dones divinos. De allí se desprende una entretenida historia, cargada de mucho humor por momentos irreverente, en la que pondrán a prueba la valentía de este héroe que ahora deambula por el proceso de pasar de la niñez a la pubertad, y de paso a la adultez joven.
Por un momento piensen que esto es tomar una historia del género Coming Of Age pero con todo el imaginario de los superhéroes. Donde al estilo de comedias estadounidenses de este tipo, de la talla por ejemplo de Como Duele Crecer, se habla sobre la importancia de la responsabilidad aún siendo joven y de cómo la vida real, sigue siendo real, así haya para bien o para mal la posibilidad de tener superpoderes. Aquí, Billy Batson como uno de los hermanos mayores, deberá servir de ejemplo y seguir buscando respuestas sobre el verdadero sentido de ser un héroe, mientras que dialoga con el asunto de cumplir 18 años y lidiar con esa obligatoria incógnita sobre el futuro personal.
Esta segunda entrega se presenta como una película entretenida que cumple con su objetivo, principalmente se mantiene fiel al espíritu del cómic y está muy pensada para satisfacer al público infantil, lográndolo de una forma muy bien elaborada. Sin embargo, se siente como una producción bastante esquemática, donde David F. Sandberg no pudo vibrar con el mismo ímpetu de la primera entrega, ya que ese juego entre la inocencia y el humor inclina más la balanza hacía los chistes, restando potencia a ciertos aspectos del drama que hubiera sido interesante desarrollar, ya que pasan a un segundo plano por darle prelación al humor y la acción.
Adolescentes, héroes, villanos y una que otra sorpresa
Dentro del reparto de la cinta hay que aplaudir de nuevo a Zachary Levi, quien más allá de interpretar a este poderoso personaje, una vez más logra comprender la contraparte de Billy Batson y realiza una actuación muy divertida, sobre ese inexperto campeón de la justicia cargado de disparates y jocosidades, pero que poco a poco con algo más de dificultad va descubriendo mejor las aristas de su propósito en la tierra.
Adicionalmente, todo el reparto joven que conforma la familia maravillalogra desarrollar más a los personajes desde su aparición final en la cinta anterior, pero Jack Dylan Grazer con su interpretación de Freddy se vuelve el segundo punto de atención más importante para todo el desarrollo de la historia, por lo cual se sigue manteniendo como un joven talento en ascenso. Vale la pena acotar, que en esta segunda parte la actuación Asher Angel como Billy Batson se ve mucho más reducida respecto a la primera.
En la parte de los roles antagónicos, Helen Mirren con su talento y trayectoria sigue demostrando por qué es una de las más grandes actrices británicas con su interpretación de Hespérides, mientras que si bien Lucy Liu estaría al mismo nivel proporcional con su personaje, se siente bastante rezagada en actuaciones. No obstante, sigue pasando algo recurrente en las cintas de DC y es que optan más por darle protagonismo a criaturas o secuaces graficados por computador que al mismo desarrollo de los villanos, por lo cual sigue existiendo ese sin sabor por antagonistas de mucho más peso y esa ruidosa pregunta de… ¿cómo encajaría Black Adam en toda esta historia? Si es la contraparte de Shazam.
Ahí vuelve a surgir ese dilema de la falta de riesgo en DC por hacer aún más presente el concepto de crossover dentro de su universo fílmico con todos su personajes, pero vale la pena decir que la cinta cuenta con dos apariciones tal vez inesperadas: una de un personaje principal dentro del DCEU y otra que es un bonito homenaje a la serie televisiva de 1974. Existen dos escenas post créditos que conectan con muchas otras historias y que dejan abierta la puerta para las aventuras de Shazam, eso sí, dependiendo del futuro que llegará a tener este mega proyecto bajo el mando de James Gunn y Peter Safran.
El veredicto…
Shazam! La Furia De Los Dioses es una película entretenida y crispetera, se queda corta frente a su primera entrega, pero funciona como un producto pensado para los fanáticos más chicos, quienes están acercándose a todos estos relatos tal como ocurrió con esos primeros lectores de historietas en la temprana edad de oro de los cómics. Seguramente, no trascenderá como una de las mejores producciones del género de los superhéroes, pero va a lo que va con su público objetivo.