Medellín, la ciudad que habla a través del arte
Por: María Alejandra Londoño
Con los años, Medellín ha sido una ciudad que también se ha promocionado porque el arte y la cultura fluyen por sus calles, transformando su historia de violencia en un presente donde la innovación, la creatividad y las expresiones artísticas han sido claves para su evolución social. Aquí, la cultura no solo se vive en teatros y museos, sino también en espacios públicos, donde el arte callejero es una voz que narra diversas historias.
Hay una pregunta inicial que es fundamental: ¿es arte callejero o arte urbano?
Claudia Velásquez, artista visual, especialista en temas de ciudad y actual presidenta del Consejo Distrital de Cultura, afirma que el arte callejero es todas las expresiones artísticas que se hacen en el espacio público, por consecuencia, tiene una connotación que es creado, producido y entregado en las calles. Ahora, cuando se habla de arte urbano, este engloba grafiteros y muralistas.
De ahí es importante explicar que dentro de estas expresiones artísticas, hay diferencias cuando se exponen al espacio público, es decir, se podrían clasificar en tres momentos. En primer lugar, cuando se habla de arte urbano, como ya se mencionó, se refiere a los grafiteros y muralistas que desarrollan un trabajo visual buscando un recurso económico; luego, se encuentra que desde la académica se hacen intervenciones artísticas y culturales que no buscan un recurso económico, sino que pretenden conectar con las personas y, por último, aquellos que viven del arte callejero, por ejemplo, las estatuas humanas, los músicos callejeros y los pintores, entre otros.
Integración en la escena cultural y en la transformación social
De esta manera, la integración del arte callejero en la escena cultural de Medellín, ha sido un proceso orgánico y asimismo, promovido por colectivos culturales como Casa Morada, Parcharte, Casa Kolacho, entre otros, permeando espacios como el Festival Medellín Street Art y recorridos como el Graffitour, logrando que con el pasar del tiempo haya una evolución y adopción de estas manifestaciones artísticas, siendo ahora un punto clave en la identidad cultural de la ciudad.
En cuanto a la transformación social, el arte callejero ha sido utilizado para cambiar la percepción de lugares como la Comuna 13, Manrique y Junín, entre otros, convirtiéndose en una herramienta de turismo y educación, además, de visibilizar a los artistas locales.
“Este movimiento comenzó como una forma de protesta y resistencia en los años más difíciles de la violencia en la ciudad, a partir del graffiti. Con el tiempo, el arte callejero ha evolucionado y se ha institucionalizado, siendo ahora parte fundamental de la identidad cultural de Medellín. La proliferación de murales en comunas como la 13 es un testimonio de cómo el arte ha sido utilizado para cambiar la percepción de estos lugares, tanto por los locales como por los turistas”, apunta la artista visual.
El arte callejero como voz de la ciudad
Las expresiones artísticas son un vehículo que permite transmitir, generar emociones y contar historias, no quedándose en meramente una manifestación estética. Por eso, las calles de la ciudad se convierten en los escenarios y la vitrina de los artistas locales.
De esta manera, Gabriel Bonilla, artista urbana, quien practica el arte de las estatuas humanas hace 21 años, manifiesta que: “El arte callejero en Medellín es una expresión viva y diversa que permite transformar los espacios públicos. Como artista de estatuas humanas siento que nuestra labor no solo entretiene, sino que también conecta con las historias y emociones de la gente, reflejando la esencia de la ciudad. Cada intervención artística, ya sea un mural, un 'performance' o un pintor, contribuye a la identidad cultural y a la conversación colectiva sobre quiénes somos como comunidad”.
Asimismo, Juan Fernando Vélez, artista gráfico urbano y docente de la Universidad de Antioquia, quien también realiza arte en la calle, afirma que “Medellín es una ciudad que ha tenido una transformación social y cultural mediante la manifestación de expresiones artísticas. Por ejemplo, la Comuna 13 la tienen como un referente de arte, que ha posibilitado un cambio de percepción, permitiendo también, impactar otras esferas a nivel social y turístico”.
Por otro lado, Juan Fernando también reflexiona sobre la importancia de estar educados sobre el arte a nivel local, nacional e internacional, entendiendo lo mucho que se puede lograr alrededor de una expresión artística como sacar a los jóvenes de las esquinas o de las drogas, concluyendo que el arte cambia el mundo, pero que es un cambio lento y sutil, alcanzando un hondo impacto.
El arte callejero y otras ciudades
Ahora, el arte callejero, también conocido como street art no es un movimiento nuevo, ya que, nace alrededor de la década de los ochenta, siendo estrechamente vinculado con la cultura del hiphop. Ciudades como Berlín, París, São Paulo, Reino Unido, Canadá, Nueva York y Australia, entre muchas más, han contribuido significativamente al desarrollo y expansión de este movimiento a nivel global.
Por otro lado, festivales como Traffic Desing, Meeting of Styles, Upfest y Lollapalooza han ayudado a que los artistas locales innoven y adopten nuevas tendencias y técnicas, conservando e impulsando las expresiones artísticas.
El rol de las políticas públicas
En el año 2022 el Concejo Distrital de Medellín socializó en plenaria el Proyecto de Acuerdo 126 de 2022, el cual tiene como objetivo el fortalecimiento de los artistas callejeros en la ciudad, a partir de acciones que articule los diferentes actores, promoviendo el uso responsable del espacio público para el desarrollo de actividades artísticas.
La Secretaría de Cultura de Medellín es la encargada de liderar estos procesos. Actualmente, se está en conversaciones para la reglamentación de aquel acuerdo ya trabajado desde la administración anterior, según cuenta Claudia Velásquez, presidenta del Concejo Distrital de Cultura.
En ese sentido, tener una política pública clara y establecida facilita la creación de espacios donde los artistas puedan expresarse libremente y, a la par, demanda una regulación del espacio y del suelo, permitiendo un equilibrio entre la libertad de expresión artística y el respeto por los espacios públicos.
En resumen, el arte callejero en Medellín es un reflejo de la diversidad e identidad cultural de la ciudad. Siendo un movimiento que ha demostrado ser una fuerza poderosa para el cambio social y la transformación urbana. Y en síntesis, el arte callejero continuará siendo una parte esencial del paisaje urbano, uniendo a la ciudad en una expresión colectiva de creatividad e identidad.