La ciencia de la mamadera de gallo: divulgación científica de La mecedora de Darwin
La ciencia suele ser categorizada como algo aburrido, pero nada más alejado de la realidad. Para comprobarlo existe el equipo que conforma el colectivo de divulgación científica La Mecedora de Darwin, una fundación que busca derribar las barreras entre la ciencia y la sociedad de una manera innovadora y emocionante.
Para ellos, con un enfoque diferencial, combinar el rigor científico con estrategias divertidas es primordial para despertar el interés de las personas en la cultura científica.
Conversamos con los creadores de esta plataforma de divulgación científica, Jorge, Fede y Juanse, tres biólogos con enfoques investigativos que van desde la biología molecular, la genética, la bioinformática, la astronomía y la ecología de los sistemas acuáticos para conocer un poco más sobre este espacio divertido para niños, jóvenes y adultos.
¿De qué se trata La mecedora de Darwin y qué vienen haciendo ustedes con este proyecto?
Este es un proyecto superchévere, superbacano, en el cual nos salimos del molde del denominador común de la ciencia y queremos llevarla a la mayor cantidad de partes posibles. Queremos acercar la ciencia a la sociedad y esto lo queremos hacer de una manera entretenida, de una manera disruptiva enganchados con el humor, enganchados con la diversión porque nuestra mayor creencia es que la ciencia, a pesar de que muchos tienen la percepción de que no es divertida, nosotros somos fieles creyentes de que la ciencia sí es divertida y eso queremos demostrar nosotros con nuestro proyecto. Eso es lo que hemos venido haciendo, hemos venido divulgando ciencia comunicando la ciencia de una manera bacana, relajada y eso es lo que queremos demostrar, en todos los formatos que hemos venido haciendo.
Básicamente, nosotros queremos hacer que la ciencia sea un vacile para todos. Normalmente, le decimos "ciencia bordillera" porque queremos que salga de los laboratorios, salga de las batas, salga de los las probetas, de las pipetas y que llegue a todos los lugares de una ciudad a través de la mamadera de gallo, a través del vacile, del perrateo de la costa, sin perder tampoco la noción de la veracidad científica, pero tampoco dejándonos llevar por la terminología ladrilluda, para entrar en un mundo tan fascinante como puede ser la ciencia, sino que ajá mamando gallo y hablando como normalmente hablamos.
Ustedes aterrizan todo ese conocimiento científico en la vida diaria y en la vida en general que nos rodea en la región caribe, ¿cómo nace este proyecto con ustedes científicos desde distintas áreas de estudio?
La idea sí había nacido hace 8 años, pero así como destellos de que algún día podíamos hacer un proyecto de divulgación y tal vez porque la divulgación siempre ha sido algo que nos ha apasionado, pero no fue hasta después de pandemia, porque yo estoy seguro que muchas personas recordarán el famoso meteorito que cayó en Villas de San Pablo, cuando nosotros vimos una problemática grandota aquí en la ciudad y pensamos cómo es que todos nos confundimos con que había caído un meteorito y, a partir de ese suceso, nosotros, pues nos propusimos crear una cuenta en la que se hablara de ciencia para que no se la montaran a la región.
Seguíamos siendo estudiantes y nosotros en la carrera no damos diseño, ni oratoria, ni nada, entonces fue choque tras choque tras choque y fuimos encontrando la identidad que queríamos. Discutimos cuál era el tipo de humor que queríamos reflejar, hasta qué punto íbamos a llevar la mamadera de gallo, hasta dónde no y el proyecto fue cogiendo forma y es lo que hoy es La mecedora de Darwin… lo del nombre, es una historia bien interesante porque también duramos antes de empezar el proyecto.
Teníamos muchas dudas sobre cómo nos íbamos a llamar y hubo muchas propuestas porque queríamos que fuera algo muy de la costa, pero que tuviera relación con la ciencia y estuvieron como opciones “Las butifarras de Wallace” (Wallace porque Darwin propone la teoría de la evolución pero al mismo tiempo Wallace, otro científico, otro biólogo, la estaba escribiendo) entonces dijimos, bueno, vamos a reivindicarlo con Las butifarras de Wallace, luego pasamos por El taburete… no sé quién fue realmente, o sea, fue algo que un día salió La mecedora de Darwin y los tres hicimos clic, tanto así que teníamos la idea, empezamos a escribir, pues lo que íbamos a sacar y esperamos hasta el 12 de febrero de ese año para poder hacer el primer post, porque el 12 de febrero cumple Darwin años de nacido, eso quiere decir que Darwin es también carnavalero…
Así que toda la narrativa como que nos confluyó y quedó armado un storytelling con el nombre… Luego nos dimos cuenta que el storytelling coincidía con lo que nosotros queríamos mostrar y eso era entender que hablar de la ciencia también se puede hacer de manera relajada, como se puede hablar de un chisme, como se puede hablar del partido del Junior, como se puede hablar de la Selección Colombia, sentados en la terraza de una casa caribeña, en una mecedora tomando un jugo de corozo y así, como la teoría de la evolución de Darwin que fue revolucionaria, así también pretendemos, buscamos y anhelamos revolucionar un poco la cultura científica en nuestro país.
Ustedes también vienen implementando una serie de talleres y experiencias que involucran no solamente a la población infantil y juvenil, sino adultos y personas mayores, ¿cómo ha sido el desarrollo de estas actividades y cómo ha sido la recepción de estos contenidos novedosos y didácticos?
Nosotros al principio del proyecto nada más nos pensamos quedarnos en redes, pero la primera vez que nos sale la oportunidad de presentarnos, fue gracias a Jorge Salazar, más conocido como Tato, del Grupo Apolo, él nos invitó cuando venía Javier Santolaya, un divulgador científico súper reconocido e iba a hacer una charla en el Sagrado Corazón; éramos tres pelados de octavo semestre de biología y en ese momento no nos habíamos lanzado al formato audiovisual de videos y solamente eran post, entonces nos preguntábamos qué podíamos hacer y esa primera presentación frente a la concha acústica con aproximadamente 1.000 personas, preparamos una una vaina a ver si no las podíamos vacilar y nosotros pensamos que no pero el primer momento, fue el más importante para mí. Bueno, vamos para adelante y nos miramos los tres así como una banda de música en su primer toque, tuvimos mucha aprobación.
Y de ahí empezaron a salir nuestros talleres y nuestras charlas, para todo público desde muy adultos hasta niños porque sabemos que la ciencia no depende de edades, sino más bien de la forma en la que es transmitida. Nosotros nos aferramos a dos pilares bien fuertes, tanto para nuestras presentaciones como para nuestros vídeos, que son primero lo que ya habíamos dicho que es hablar como nosotros hablamos, como ajá, porque como decía Juan Gossaín, nosotros somos orgullosamente corronchos y nos apoyamos mucho en los memes, o sea, nosotros nos apoyamos tanto de los memes que cada vez que damos una presentación, los memes van detrás y son la quinta mecedora porque están siempre ahí y aparte que los memes tienen otro trasfondo con nosotros porque la biología dio origen a los memes…
Los memes nacen porque en los setentas el biólogo Richard Dawkins escribió un libro llamado El gen egoísta, allí Richard plantea muchas cosas que fueron revolucionarias para la época, como la inclusión del término de “meme”. Richard dice que necesitamos un término para referirnos a la unidad mínima de información cultural para poder explicar este fenómeno, que nace en los humanos y en algunos animales, pero principalmente en nosotros, que es la cultura, que sería el equivalente a los genes, y en la parte biológica, el gen viene siendo la unidad mínima de información.
Entonces el meme sería la unidad mínima de información cultural. Si uno se pone a analizar los memes actuales, como lo usamos tienen el mismo significado que el que le dio Richard. Él decía que los memes se transmitían primero de cabeza a cabeza y cada vez que se transmitían se adaptaban al contexto, y es lo mismo que pasa cuando sale un meme hoy. Richard hablaba de que los memes eran capaces de evolucionar y si eran muy exitosos, pues se mantenían si no eran exitosos desaparecía y nadie se acordaba y es lo que hoy vemos también con los memes, y aparte Richard decía que los memes podrían ser muchas cosas melodías, imágenes, ideas, frases.
La mecedora también trabaja con los memes porque nos enriquece mucho la narrativa y nos cayó al pelo y eso es lo que ha permitido que nuestras presentaciones, charlas y talleres siempre sean muy bien recibidas ante el público, porque hablar de un tema científico no es necesariamente aburrido si se plantea desde la mamadera de gallo.
Es que la ciencia es superdivertida, sino que lastimosamente, el sistema educativo tiende a masacrar la curiosidad innata del ser humano en la infancia.
Por ejemplo, la Selección Colombia al jugar en el Metropolitano con la camisa amarilla, la ciencia detrás favorece en que es mejor para los jugadores en cuanto al color de la camiseta porque los contrincantes que van con un color más oscuro, un Chile por ejemplo en color rojo hace que tengan calor más rápido los jugadores; o incluso, algo tan sencillo como lo es tomar un tinto para el calor, o sea esa vaina que suena completamente contradictoria porque un tinto está hirviendo y al mediodía de Barranquilla pero que en realidad sí tiene sustento científico y funciona, o sea, no es que uno sea masoquista, en realidad tiene su ciencia y es que eso te termorregula, sí tiene su sustento su sustento científico.
¿Qué conocimientos desean intercambiar con otros al asistir a este espacio de la COP16?
Este tipo de foros siempre dejan muchos documentos, que pueden pasar de largo a la vista del público en general porque están escritos con una terminología específica y entonces nosotros queremos llegar a la COP16 para poder ver bien cómo son todos estos documentos y poder traducirlos a un lenguaje mucho más amigable.
Por otro lado, estamos enfrentando una triple crisis planetaria en la que todos los países, todos los sectores públicos, privados y las comunidades tienen que ahondar esfuerzos para empujar, digamos, el barco hacia el mismo lado, porque es una necesidad prioritaria y urgente, que estemos mirando cómo salvaguardamos nuestro planeta y cómo no sólo por el cambio climático, sino también cómo le damos una vuelta a toda esta problemática que ya desde hace años ya nos está pasando facturas, entonces este es uno de los escenarios más idóneos para darle importancia a eso, y también creo que el networking que podamos hacer va a ser muy importante para resaltar también la biodiversidad del caribe, principalmente del departamento del Atlántico, porque normalmente escuchamos la diversidad del Magdalena, diversidad de la Guajira, diversidad de Bolívar, pero y en el Atlántico que nosotros también tenemos una diversidad tanto de fauna como de flora importante, tenemos uno de los ecosistemas más infravalorados del país que es el bosque seco tropical que creo que es el 8 %.
Y, de alguna u otra forma, esto nos va a servir también para poder reivindicar pues ese pedacito de bosque que nosotros tenemos aquí y que ajá, podamos hablar en unos años de no estar sembrando plantas foráneas y sean solo especies nativas. Queremos sacar pecho por esa biodiversidad.
Mediante el humor, los jóvenes pretenden acercar la ciencia a la sociedad de una manera más divertida y memorable. Para mayor información de este colectivo, también cuentan con un pódcast que se llama Como cotorra mojá.
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