¿Rotten Tomatoes “podrido”? El sitio es acusado de recibir pagos por reseñas positivas
En una sorprendente revelación que parece sacada directamente de un thriller dramático, se ha discutido la integridad de las plataformas de reseñas, que estarían bajo una intrincada red de incentivos financieros y puntuaciones de críticas manipuladas.
En el centro de esta controversia se encuentra la empresa de relaciones públicas Bunker 15, acusada de encabezar campañas para reforzar artificialmente las reseñas de películas en el ampliamente conocido y citado sitio de reseñas Rotten Tomatoes.
Esta explosiva información salió a la luz en un minucioso informe de investigación de Vulture, una revelación que seguramente provocará un torbellino de debates y discusiones en el ámbito del entretenimiento.
Bunker 15, que se describe a sí mismo como un "motor publicitario de tecnología inteligente", se posiciona como una potencia que conecta a los cineastas con los periodistas "correctos" que pueden amplificar la visibilidad de sus proyectos.
Afirman aprovechar el poder de las redes sociales y la participación de la comunidad en línea para alinear las películas con las audiencias que tienen más probabilidades de apreciar el tema de las películas. Pero parece que sus métodos para lograrlo podrían no ser tan inocentes como parece.
Según el desglose detallado de Vulture, el modus operandi de empresas de relaciones públicas como Bunker 15 supuestamente se extiende mucho más allá de las estrategias publicitarias tradicionales.
Se dice que cortejan a críticos menos conocidos o incluso autoeditados, atrayéndolos para influir en el "Tomatómetro" de Rotten Tomatoes, un barómetro ampliamente referenciado sobre la recepción crítica de una película.
Si bien normalmente una película con una puntuación inferior al 60 % sería tildada de "podrida", empresas como Bunker 15 supuestamente participan en operaciones meticulosas para elevar estas puntuaciones, convirtiendo efectivamente calificaciones "podridas" en elogios.
Así se habría observado una desviación significativa de la práctica estándar de la industria: en lugar de buscar el visto bueno de los críticos, Bunker 15 supuestamente identifica y recluta a críticos que todavía forman parte del grupo de críticos de Rotten Tomatoes.
Según se informa, los críticos reciben una suma monetaria por sus reseñas, una práctica que, de ser cierta, podría socavar significativamente la autenticidad y credibilidad del sitio de reseñas.
En particular, Rotten Tomatoes mantiene una política estricta contra las reseñas con incentivos financieros, lo que indica que las supuestas acciones de Bunker 15 violan abiertamente los principios de la plataforma.
El informe destacó el caso de la película Ophelia -una reinvención de Hamlet de 2018 protagonizada por Daisy Ridley- como un ejemplo flagrante de posible manipulación.
En un lapso de unos pocos meses, la puntuación de la película experimentó un notable aumento, con un número sustancial de críticas positivas, predominantemente de críticos que previamente habían reseñado otras películas promocionadas por Bunker 15.
Si bien para algunos esta revelación puede no ser una sorpresa en una industria a menudo empañada por complejas dinámicas de poder e intereses creados, ciertamente abre una discusión más amplia sobre la transparencia y confiabilidad de las plataformas de reseñas.
A raíz de esta revelación, muchos ojos estarán atentos a cómo responden plataformas como Rotten Tomatoes. Se plantea la cuestión de si mantendrán su política actualmente abierta de recibir a una gran cantidad de críticos u optarán por un cambio hacia un proceso de acreditación más estricto para salvaguardar la confiabilidad de su plataforma y los intereses del público cinéfilo.