La Amazonía: en “cuidados intensivos” por la deforestación
En "cuidados intensivos" está la Amazonía: así lo explica un informe reciente. Titulado como “La Amazonía a contrarreloj: Un diagnóstico regional sobre dónde y cómo proteger el 80 % al 2025″, el documento arroja conclusiones alarmantes, pero también pistas posibles para lograr la conservación de la mayor reserva de agua dulce del planeta. Esto, con los territorios indígenas como principales aliados.
“Gran parte de la Amazonía (...) está emitiendo más carbono del que absorbe. Se está cambiando el rol ecológico de la Amazonía y seguir en este ritmo (...) es muy peligroso”, dijo a la agencia EFE, Marlene Quintanilla, una de las investigadoras principales.
Los hallazgos del estudio, desarrollados por la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (Raisg), fueron revelados durante la V Cumbre Amazónica de Pueblos Indígenas que reúne en Lima a más de 500 pueblos originarios de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica.
“Los niveles de deforestación e incendios están mermando la extensión del bosque tropical, la disponibilidad hídrica que tiene la Amazonía y, lamentablemente, si no se toman medidas hasta el 2025, para el 2030 consideramos que los impactos van a ser más agudos”, explicó Quintanilla.
La investigadora destacó que el 90 % de la deforestación y degradación combinadas se concentran en Brasil y Bolivia, donde la ganadería extensiva es un fenómeno enorme. Por otro lado, este deja ver que el 66 % del territorio está sujeto a algún tipo de presión permanente, ya sea por amenazas legales o ilegales que incluyen los bloques petroleros, las centrales hidroeléctricas, las minas y las actividades agropecuarias, estas últimas responsables del 84 % de la deforestación.
Para cumplir con el pacto global adoptado en el Congreso de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el reporte pide a las autoridades a adoptar medidas que salvaguarden las Áreas Prioritarias Clave Intactas (33 %), con Baja Degradación (41 %) y promuevan la restauración del 6 % de tierras con alta degradación.