Después de 9 años, Colombia logra reducir la deforestación
Colombia rompió la tendencia de deforestación en 2022 al reducir las cifras en un 29,1%, la más baja desde el 2013, al pasar de 174.103 hectáreas (ha) deforestadas en 2021 a 123.517 en 2022, informó este miércoles el Ministerio de Medio Ambiente.
"Hay una satisfacción inicial, pero con los pies en la tierra. El cambio de estrategia generó un resultado, pero ahora el reto es sostenerlo el siguiente año. Superamos la meta del Plan Nacional de Desarrollo de reducir el 20% y logramos el 29,1%", manifestó Susana Muhamad, jefe de la cartera de Ambiente, durante una conferencia de prensa en Bogotá.
La región que aportó sustancialmente al decrecimiento de la deforestación en el país fue aquella compuesta por los departamentos que hacen parte del arco amazónico (Caquetá con el 50%, Guaviare con el 37%, Meta con el 34% y Putumayo con el 15%), donde la reducción total fue de 26% respecto del 2021, con 45.490 hectáreas de bosque natural sin afectación.
El Ministerio de Ambiente atribuyó a los "acuerdos sociales consolidados con las comunidades en Caquetá, Meta y Guaviare" y a "la inclusión de la deforestación en la paz total", como los argumentos que contribuyeron a esa reducción.
En los Parques Nacionales Naturales la disminución de la deforestación, durante el periodo analizado, se situó en el 12,8, equivalente a 12.449 hectáreas protegidas, destacó el Ministerio en su informe.
"Los parques Tinigua, Sierra de la Macarena, Serranía de Chiribiquete, La Paya, Cordillera de Los Picachos y Reserva Nacional Natural Nukak fueron los de mayor reducción en 2022", resaltó la cartera de Ambiente, en oposición se ubicó Paramillo que incrementó la superficie deforestada.
Sin embargo, no todo fueron buenas noticias. La Ministra advirtió que la llegada este año del fenómeno de El Niño podría acelerar la deforestación en el segundo semestre, particularmente en la Amazonía.
“El Niño genera condiciones críticas sociales, entre ellas, permitir que las rentas ilícitas tengan más oportunidad de instrumentalización, ese es un primer riesgo. Otro tiene que ver con la vegetación que hace más susceptible la posibilidad de incendios forestales y operaciones de deforestación planificadas y, lo tercero, es que tengamos la capacidad de reacción preventiva de las situaciones que se pueden presentar para abordarlas a tiempo y que no se nos escalen”, resaltó Muhamad.