Protocolo para evitar violencias de género en la escena metalera latinoamericana
Por: John Fredy Nagles
Especial Radiónica
Un grupo de mujeres seguidoras del rock y el metal, integrantes de bandas nusicales, que además están involucradas en actividades académicas en varios países de Latinoamérica, incluyendo Colombia, crearon una propuesta de protocolo y rutas de atención para evitar que haya acciones de violencia contra ellas y otras diversidades sexuales al interior de la escena de la música extrema. Este equipo considera que, por décadas, se ha visto que la escena metalera está “hipermasculinizada”, según sus palabras.
El apunte anterior lo resalta Norma García Castiblanco, antropóloga de profesión y quien lidera en Colombia la Red de Estudios y Experiencias en y desde el Heavy Metal (REEHM), plataforma latinoamericana que trabaja desde la investigación y la academia, en el fomento de las músicas extremas en Latinoamérica. “El tema de las violencias basadas en género, nace en la REEHM como una reflexión de cómo nosotras nos hemos sentido vulneradas en nuestros derechos. Y, ante eso, pensarnos maneras de propiciar espacios seguros para las mujeres que hacen parte o están ingresando a la escena metalera.Se busca realizar aportes, desde la academia, buscando ir transformando esos comportamientos”, resaltó García Castiblanco.
Este es un documento que si bien está completo, considera García Castiblanco, que aún le falta otros matices de análisis para el caso colombiano. “El entorno metalero está hipermasculinizado y las mujeres, si bien hemos ganado espacios en la escena, seguimos siendo víctimas de violencias basadas en género. Entonces, la idea es motivar estos cambios y no solo con la población femenina sino también con la LGTBIQ+, que también es discriminada”.
Primeras acciones
En Colombia se viene diseñando este protocolo con base en la experiencia argentina, pero la filosofía detrás de ello es la misma, resalta Norma: “Lo que se busca con este protocolo es reconocer que este tipo de violencias ocurren, que hay de todo tipo de vulneraciones que ocurren dentro de la escena. En ese sentido, se busca que se identifique el tipo de violencia y activar las rutas y los protocoles que tiene cada país. Argentina está mucho más avanzado en diseño e implementación de rutas y protocolos. En Colombia estamos quedados”, explica.
Una de los primeros pasos para ir avanzando en un protocolo contra violencias de género al interior de la escena metalera en Colombia se dio durante la segunda versión del Festival Usca Fest, que se realiza en el municipio de Mosquera (Cundinamarca). “Yo hago parte de la Mesa de Rock y Metal del municipio y en el pasado Usca Fest lo que se hizo fue brindar una charla sobre violencias basadas en género, un taller que era obligatorio para las bandas que iban a participar. Y dentro de los requisitos que se les ponen está que si hay denuncias en contra de algunos de los miembros, se le da la opción a la banda de que saque al denunciado o toda la banda se descalifica. Todas las bandas se acogieron a esta norma, en aquella versión del Festival”, cuenta Norma.
Y, ¿cómo les fue? En esa versión del Usca Fest lograron identificar que uno de los músicos de una de las bandas participantes agredió a una chica en el evento. “Hicimos una denuncia directamente a la Policía, el muchacho que había acosado sexualmente a esta chica quedó con su denuncia formal y, además, se hizo una sensibilización sobre ese tipo de violencias al interior del Festival y se obligó al agresor a dar excusas públicas por su comportamiento, porque fue lo que se acordó con la agredida”, explicó.
Algunas mujeres artistas de la escena del metal en Colombia han sido objeto de situaciones de violencia de género, como lo manifiesta Lina Vanessa De La Parra, bajista de la banda de heavy metal Highway: “Cuando yo empecé a tocar en el año 2003 no era muy normal que una mujer estuviera tocando metal. Entonces, obviamente, era difícil porque los asistentes a los shows a veces se pasaban con sus comentarios o gente que a veces no te cree que eres músico porque eres una persona atractiva físicamente, entonces no creen que te gusta realmente la música o que puedas tocar un instrumento con la misma disciplina que lo haría un hombre”, reflexiona Lina.
Protocolo en Argentina
María Natalia Pascuchelli es otra de las integrantes de la Comisión de Género de la REEHM, quien habla de cómo se ha avanzado en esta serie de protocolos al interior de la escena metalera argentina. “Cuando se conoce de algún caso de violencia basada en género de algún integrante de alguna banda que esté participando o que irá a participar en alguno de los festivales que organiza los integrantes de la REEHM o donde tengamos incidencia buscamos no difundir su material. Tampoco difundimos material de bandas, músicas o artistas con contenido considerado misógino, sexista, homofóbico, racista o discriminatorio” explicó Natalia.
Explica además que los integrantes de la plataforma organizativa latinoamericana de la REEHM diseñan espacios formativos y de sensibilización, para brindar herramientas de contención y acompañamiento en casos concretos de violencia por motivos de género. Se promueve que los integrantes de esta plataforma organizativa sean consecuentes con estos lineamientos en sus actividades individuales, tanto dentro como por fuera de la organización. “En caso de darse alguna situación de violencia de género hacia el interior del espacio, inmediatamente es separada esa persona o colectivo del trabajo que adelanta con la REEHM”, explica el documento.
Sobre la REEHM
Para conocer este protocolo hay que saber qué es la Red de Estudios y Experiencias en y desde el Heavy Metal. La REEHM es una organización que se conforma por diversas voces que proponen un espacio reflexivo de intercambio y acción acerca de la escena metal y su cultura. Allí convergen investigadores y académicos que, desde sus sentires como amantes al género musical, se han inmiscuido en conocer y divulgar trabajos que se han hecho desde México hasta Argentina.
Entre los aportes de algunos de los autores que han participado de los foros académicos se encuentran perspectivas y análisis sobre las escenas en la región, ya sea actuales o de décadas precedentes, los feminismos en y desde el metal, las corporalidades metaleras, la relación con discursos religiosos/espirituales, el diálogo entre metal, el folklore, lo indígena y la historia prehispánica, entre otros conceptos. Igualmente, se ha trabajado experiencias mediáticas en Colombia como ‘Metal to the Bone’ y ‘Paroxis Histérica’.
El Latinoamérica, el equipo que diseñó este documento, que apenas inicia su incidencia en nuestro país, está compuesto por Norma García Castiblanco, por Colombia; Natalia Pascuchelli y Ludmila Padilla, por Argentina; y Milen Saavedra Rodríguez, por Bolivia.