¿Cómo sigue funcionando la Comisión de la Verdad en la pandemia?
El mandato de la Comisión de la Verdad termina en poco más de año y medio, aunque es claro que por el Covid-19 se ha visto obligada a reducir su trabajo de campo. Esto, debido a que los testimonios se recogen de manera presencial, incluyendo las zonas más recónditas del país.
Por el momento, el comisionado de la verdad, Carlos Martín Beristaín explica que “la Comisión se encuentra evaluando cuáles serían las prioridades de escucha cuando termine la emergencia, qué tipo de testimonios faltarían por recoger y cuáles de los ya tomados requieren de una mayor profundización”. Al mismo tiempo están analizando qué testimonios pueden recoger a distancia, siempre y cuando las víctimas o testigos quieran hacerlo, tengan cómo y no corran ningún tipo de riesgo.
En este momento ya hay cerca de 2.400 testimonios transcritos. “La mayor parte del total recogidos son de víctimas y de testigos directos de los hechos en diferentes territorios. Hay también un número significativo, pero menor, de testimonios de responsables”, explican en su comunicado. A esto hay que sumarle los ejercicios de escucha pública a los que han acudido dirigentes políticos, los actos de reconocimiento, los diálogos para la no repetición y los testimonios de comparecientes ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Debido al contexto actual, las actividades colectivas se suspendieron, por lo que la Comisión ha pasado a otra fase, una menos visible, en la que están “sistematizando todo lo recogido y preparando los siguientes pasos”; lo que no significa que no sigan avanzando. Todo con miras al informe final.
Por ahora, el mensaje de la comisión a la víctimas, es que el trabajo sigue en marcha pese a la coyuntura, al tiempo que manifiesta su preocupación por “las condiciones de inseguridad en algunos territorios por el conflicto armado”. El organismo sigue explorando las opciones y las condiciones para acceder a los territorios para realizar el trabajo de escucha que tan importante es para el país.
Por otro lado, luego de evaluar más de 155 hojas de vida, recoger 114 observaciones ciudadanas y hacer 10 entrevistas, este organismo dio a conocer el nombre de quien ocupará el cargo que dejó Alfredo Molano Bravo, fallecido el pasado 31 de octubre. Se trata de Alejandro Castillejo Cuéllar, actual director del Programa de Estudios Críticos de las Transiciones Políticas de la Universidad de los Andes y profesor de la misma alma.
Castillejo es antropólogo de la Universidad Nacional de Colombia, tiene un máster en Estudios para la Paz y el Conflicto del Centro Europeo de Estudios para la Paz de Austria, y también tiene una maestría y un doctorado en Antropología Cultural de la New School for Social Research en Nueva York, Estados Unidos. Además, hizo una estancia postdoctoral en Estudios Sociales de la Ley en la Universidad de Humboldt. Es autor del libro Los archivos del dolor: Ensayos sobre la violencia y el recuerdo en la Sudáfrica contemporánea, país en el que estuvo durante tres años.