Así fue el último adiós al maestro Fernando Botero en Bogotá y Medellín
Cerca de mil personas despidieron este martes a Fernando Botero en su ciudad natal, Medellín, última parada de los homenajes póstumos a uno de los artistas latinoamericanos más relevantes del siglo XX antes de su sepultura en Italia.
El féretro llegó a la ciudad colombiana en un auto negro. Fue recibido por militares en la Plaza Botero, junto al Museo de Antioquia, un complejo que alberga cientos de pinturas y esculturas de bronce que el artista donó a la ciudad, en otrora centro de operaciones del narcotráfico.
Desde el viernes 22 al domingo 24 de septiembre los colombianos en Bogotá tuvieron la oportunidad de despedirse del maestro Fernando Botero en el salón Elíptico del Capitolio Nacional donde se mantuvo en Cámara Ardiente, como homenaje a toda una vida entregada al arte.
Los colombianos no le fallaron. Pese a los torrenciales aguaceros que se presentaron en la capital del país durante este fin de semana, los colombianos hicieron por horas, y de manera paciente, largas filas para poder ingresar al Capitolio Nacional y tener tan sólo un instante frente al féretro donde se encontraba el cuerpo del maestro cubierto por la bandera de Colombia, para poderle decir: ¡gracias!
Según las primeras cifras presentadas, durante las tres jornadas de apertura, fueron más de 20 mil personas que asistieron a este homenaje de despedida en Colombia, que este lunes culminó su primera parte en Bogotá.
Antes del cortejo fúnebre en la Catedral Primada, el Congreso de la República realizó un último acto en el Salón Elíptico donde se le hizo entrega el Pabellón Nacional a los tres hijos de Fernando Botero: Lina, Fernando y Juan Carlos.
“Se cumplió su deseo de despedirse de su país, de su gente”, dijo Lina Botero, quien aseguró que su familia, sus hermanos, están completamente comprometidos en seguir difundiendo el legado de su padre, su arte, por todo el mundo.
En las instalaciones del Museo Botero de Bogotá en la tarde del lunes se dio el verdadero último adiós al artista plástico colombiano Fernando Botero, luego de la ceremonia religiosa en la Catedral Primada, con la presencia del presidente de la República, Gustavo Petro.
El adiós de sus paisanos
Medellín comenzó este martes tres días de homenajes en memoria del artista antes de la inhumación de sus restos en Pietrasanta, en el norte de Italia, junto a su esposa, la artista griega Sophia Vari, fallecida en mayo.
Decenas de sus admiradores aprovecharon la oportunidad para tomarse fotografías con las obras de Botero. Otros hacieron fila pacientemente para despedir por última vez al "maestro", fallecido el 15 de septiembre en Mónaco a los 91 años por una neumonía.
"Me pareció un evento importante, más que todo para la ciudad, porque es un referente cultural (...) Conozco el impacto que ha tenido en la ciudad, principalmente con las obras que hizo en la época en la que Medellín estaba en tanta violencia", dijo a la AFP Juan Pablo Góngora, de 20 años.
"Es como venir a devolverle un gesto de agradecimiento por todo lo que hizo por la ciudad", agregó el estudiante universitario.
El cuerpo de Botero permanecerá en el Museo de Antioquia el martes y miércoles. El jueves, tras una ceremonia católica, será cremado.