Y así nació el Ska
La radio llegó a Jamaica en 1938. Para la décadas del 40 y 50, las emisoras de EEUU, especialmente las ubicadas en el sur del país, en ciudades como Miami o Nueva Orleans, hicieron del Rythm & Blues un género popular no solo en Norteamérica sino también en este territorio insular. Artistas como Louis Jordan, Roscoe Gordon, Fats Domino, Amos Milburn, Johnny Ace, Chuck Berry o Sam Cooke resonaron en la isla, llevando la época dorada del Mento -género tradicional de este lugar- a su fin.
Las Antillas, donde se ubica Jamaica, están integradas por numerosos archipiélagos que se extienden por el mar Caribe y el océano Atlántico a lo largo de 27300 kilómetros cuadrados. Desde la llegada de los primeros europeos, fueron considerados trampolín para la conquista del continente y lugares de recalada de los barcos que entraban o salían de este, como lo narra la geógrafa e historiadora Consuelo Naranjo.
Fue un lugar preferente alrededor del cual las naciones europeas articularon su proyecto hegemónico y a donde trasladaron sus pugnas y antagonismos. Esto hace que una de las principales características de la región sea la heterogeneidad étnica y cultural, y los procesos de mestizaje y transculturación que aún hoy siguen vivos. La diversidad se refleja en la música compuesta por ritmos múltiples, muchos de ellos africanos, que con el tiempo dieron vida al merengue, al reggae, a los diferentes aires cubanos, la salsa, la bomba o el ska.
No es que para la década del 50 el Mento dejara de sonar o grabarse pero, pese a la similitud entre ambos ritmos, los Sound Systems jamaiquinos se encargaron de llevar y promocionar el Rythm & Blues por todo el país: Duke Reid, Stan “The Great” Sebastian” y Sir Coxsone eran tres de las cabezas más reconocidas de esta cultura para ese momento.
Los músicos locales adaptaron su sonido a la tendencia e incluso en ocasiones grabaron pensando en el mercado norteamericano. Aquí encontramos artistas como Laurel Aitken, Derrick Morgan y Owen Gray. También el Boogie-woogie, un estilo de blues basado en el piano, generalmente rápido y bailable, se había popularizado entre los artistas, formando un caldo de cultivo de donde surgiría un nuevo ritmo.
Cuenta la historia que, en 1956, el músico jamaiquino Theophilus Beckford, estaba tocando con un ritmo boogie en el piano una pieza que bautizó “Easy Snappin”. La cual estaba acompañada de una guitarra, de un bajista que se mantenía en 4/4 constantemente, de un baterista que marcaba un acento en el primer y segundo tempo y unos vientos que complementaban la melodía.
Y así, en medio de esa combinación de Rythm & Blues, de Mento y de Boogie-woogie, nació el Ska.
Es en Beckford, nacido en 1935 en Trench Town, Kingston, que se evidencia esa transición entre el Rhythm & Blues y el Ska. Aprendió a tocar el piano en una casa de acogida de Trench Town, una de las zonas más marginales de Kingston, pero siempre se refirió a Rosco Gordon, con canciones como “No More Doggin'”, y a Fast Domino con su sonido de Nueva Orleans como sus referentes. Dos personajes que para la época eran la atracción de los clubes de Luisiana o Tennessee de los 50.
"Easy Snappin", aunque fue grabada en 1956 y utilizada por el productor Coxsone Dodd en su Sound System, solo fue puesta en el mercado tres años después por medio del sello Worldisc -propiedad de Coxsone. La canción fue número uno en Jamaica y permaneció en las listas durante dieciocho meses, también teniendo éxito en el Reino Unido. Pero por lo mismo también es probable que el primer sencillo de ska que estuvo en las emisoras fuera “Little Sheila” de Laurel Aitken, grabada en 1958 en Chris Blackwell’s Studio.
Desde ese momento, los productores y músicos de la isla reprodujeron el sonido de ese piano. Los Sound Systems la masificaron y llevaron a nuevas fronteras -de aquí nacería tiempo después el Reggae. La gente de Jamaica -y extranjeros- desarrollaron después ese baile de rodillas flexionadas donde se mueven los brazos como robot.
Por su parte, Theophilus siempre se quejó de no recibir ni un peso en regalías por su creación. Murió el 19 de febrero del 2001 por las heridas causadas por un machete en medio de una pelea vecinal.