"Somos 'post nada', nos consideramos una banda de rock and roll": Japandroids
Japandroids pasará por Bogotá durante su primera gira latinoamericana. Tocan el 6 de noviembre en la Fundación Gilberto Alzate Avendaño, y el 7 en Armando Records.
"Indie garage rock" dice Allmusic; "garage punk eufórico" aparece en el NME; para Dave Simpson de The Guardian, "un dúo de garage pop"; en Spin, "batería y rasgeo" y en Pretty Much Magazine son "punk-a-billy". Y así, podría uno inventarse cientos de géneros o encontrar palabras raras para describir la música de estos dos canadienses cuyo álbum debut Post-Nothing se burla precisamente de todas esas denominaciones "ridículas", como las llama Brian King, su guitarrista.
Mejor quedarse con la reseña del @profeastronauta sobre el concierto de Japandroids en el Vive Latino 2013, luego del cual los llamó "uno de los proyectos sonoros más importantes del mundo". En vez de tratar de decifrar el código de sus acordes, esa frase nos invita a que sea el sonido, su música directamente, la que hable y acaso revele qué tanto misterioro es que dos personas toquen rock con distorsión; sin los filtros a veces exagerados, aunque bien intencionados, del eterno afán de ordenar en categorías a este género musical.
Y quien mejor que King para explicarnos de verdad de qué se trata y quiénes son los Japandroids, compuestos por él y David Prowse (batería) en 2006. Hablamos con el guitarrista sobre su disolución en 2008, su regreso con Post-Nothing en 2009, para llegar al celebrado, valga la redundancia, Celebration Rock de 2012, con el cual se han podido gritar a si mismos "si te tratan de parar, mándalos al demonio" -frase de su primer sencillo en Señal Radiónica: The House That Heaven Built-.
En palabras de Ian Cohen de Pitchfork, hablando sobre la incertidumbre que vivió la banda en 2008, y que años después superaron: "en Post-Nothing, los Japandroids tenían miedo de morir. (Celebration Rock) es una celebración de estar vivos".
Celebren pues con ellos el 6 y 7 de noviembre en Bogotá.
¿El nombre de su álbum debut Post-Nothing puede tomarse como una crítica a la tendencia de clasificar nuevos géneros como “post”?
Sí. Cuando lo nombramos así, en 2009, era un tiempo en que parecía que cada banda trataba de tener un nombre específico para su música, como su propio género o algo así, y estaba muy de moda crear cualquier tipo de nombre ridículo para cada una. Nosotros, en cambio, pensamos que era tonto y gracioso a la vez. Incluso, cuando Japandroids comenzó a ser más popular y la gente comenzó a escribir de nosotros en Internet, describían nuestra música con géneros ridículos, así que cuando llegó el momento de titular nuestro disco pensamos en burlarnos de todo ese concepto al decir que somos “post nada”, porque nos consideramos una banda de rock and roll, aunque nadie nos llame así. Siempre son otros nombres estúpidos que no dicen nada de la música que tocamos.
¿Qué aprendieron de la experiencia en 2008 cuando decidieron disolver el proyecto antes de que Unfamiliar Records estuviera interesado en firmarlos?
Bueno, tienes que recordar que en ese momento solo éramos una banda local de Vancouver como cualquier otra en cualquier lugar, en la que amigos se juntan para tocar por diversión. No teníamos fans todavía, nadie nos conocía por fuera de la ciudad, no habíamos salido de gira y nadie había escrito de nosotros. Así que disolvernos fue una decisión simple. Comenzamos la banda por diversión, tocamos juntos por unos años y no parecía que estuviéramos yendo a ningún lado. Entonces, decidimos parar. Irónicamente, después de la decisión la gente comenzó a hablar de la banda, y como la mayoría de las bandas que nos gustan a David (batería) y a mí, incluso las famosas, nunca fueron las primeras de sus integrantes, quienes tocaban en muchas antes de tener éxito, asumimos que eventualmente pasaría lo mismo con nosotros; que algún día tocaríamos en una banda muy famosa, pero que tendríamos que tocar en dos o tres antes para que eso llegara a pasar.
El año pasado, lanzaron una edición limitada de Celebration Rock en casete. ¿Por qué ese romanticismo?
Bueno, David y yo somos tan viejos que crecimos antes de Internet, comprando vinilos, CD y casetes porque era la única forma de conseguir música. Cuando éramos adolescentes y comenzamos a armar nuestra colección y a escuchar música, teníamos que ir a una tienda a comprarla. Entonces, siempre ha sido una parte de nuestra vida tener un soporte físico con música. A “Celebration Rock” quisimos lanzarlo en todos los formatos posibles, así como de manera digital, para gente como nosotros que quiere sostener la música en sus manos. De todas formas, sabemos que en 2013 no mucha gente va a querer comprar un disco en casete, por eso lo sacamos en edición limitada. Hicimos lo mismo con los CD y los vinilos, pero pensamos que sería algo divertido y que valdría la pena para la poca gente a la que todavía le gusta coleccionarlos. Creo que solo sacamos 500 copias del álbum en casete y se vendieron inmediatamente.
"Siempre que escribimos canciones y las tocamos juntos, y sentimos que una podría tener algo más, nos tomamos el tiempo necesario para que lo tenga, al punto de que nunca están completas hasta que sentimos que no hay nada más que poner en ellas."
¿Cómo logran el sonido de una banda de cuatro o cinco personas siendo apenas un dúo?
Toma mucha práctica, prueba y error para saber cómo hacerlo. Cuando comenzamos no queríamos sonar como un dúo, queríamos que la gente que nos escuchara pensara que éramos cuatro o cinco. Nos ha tomado muchos años lograrlo y todavía estamos tratando de mejorar y sonar lo más fuerte y poderoso que podamos con solo dos personas. Siempre que escribimos canciones y las tocamos juntos, y sentimos que una podría tener algo más, nos tomamos el tiempo necesario para que lo tenga, al punto de que nunca están completas hasta que sentimos que no hay nada más que poner en ellas.
¿Cómo es la escena del rock en Vancouver y cuanto rock se consume en Canadá?
Es una pregunta muy difícil porque David y yo hemos girado con Japandroids tanto tiempo desde finales de 2008 que ya no pasamos tanto tiempo en Vancouver. Desde que lanzamos Post-Nothing comenzamos a salir, así que en nos hemos alejado un poco de lo que pasa en la escena de la ciudad. Es muy difícil para nosotros saber cómo es ahora. Sabemos que hay muchas bandas buenas que han salido de allí recientemente, pero es complicado seguirles la pista porque ya no estamos allá. Sobre el resto del país, las dos escenas más grandes y excitantes son de Toronto y Montreal, y el chance es que si oyes una banda de Canadá, probablemente sea de una de esas dos ciudades.
¿Cuáles son sus expectativas para esta primera gira por Latinoamérica?
No tenemos. Es parte de la diversión tocar en un lugar por primera vez. Cuando salimos de gira por Canadá, Estados Unidos, Australia o Europa, vamos a ciudades y lugares en los que hemos tocado muchas veces, así que sabemos exactamente que esperar de cada una. Allá, conocemos cómo reaccionan nuestras audiencias en nuestras presentaciones. Pero en lugares como Latinoamérica no sabemos cómo será, o cómo se diferencia el público de una ciudad a otra, o de país en país. Es muy excitante porque cuando salimos no tenemos expectativas y puedes descubrirlo por primera vez. Después de salir de gira de la manera en que lo hacemos, ya casi no lo puedes hacer.
¿Qué podemos esperar de estos los dos conciertos diferentes que darán en Bogotá?
Sin importar donde tocamos, sea el club más pequeño o un festival grandísimo al aire libre, siempre tratamos de tocar el mismo show con la mayor energía y el mayor entusiasmo posible. Siempre lo hacemos de esa manera sin importar el tamaño, el sitio o el número de personas que haya. Entonces, lo que te digo es que, sí, serán diferentes por ser dos sitios distintos, pero creo que vamos a tratar de tocar el mismo tipo de show tanto como podamos.
Por: Beatriz De La Pava, María Fernanda Melo y Andrés Elasmar.