Shame, Mitú, Böjo y más estrenan disco
Drunk tank pink (2021)
de Shame
Los psicólogos descubrieron que el color rosa chicle ‘debilitaba’ a quien lo miraba por más de dos minutos, así que a comienzos de la década de 1980 pintaron las celdas de la cárcel de color rosa, los vestidores de visitantes de partidos de fútbol se tiñeron del mismo tono y hasta las sillas de los autobuses; el rosa calmaba a los presos agresivos, los oponentes en los partidos de fútbol de apaciguaron y el vandalismo disminuyó, pero ahora la agrupación británica Shame lo utiliza para dar a conocer su segundo trabajo discográfico: “Drunk tank pink” (2021).
Charlie Steen, líder de Shame, pintó las paredes de un armario de su casa de este color -drunk tank pink-, y con base en su experiencia comenzó a trabajar en este disco, a ese armario pintado Steen lo ha denominado como “la matriz”, lo que hizo fue que se sentó en silencio e intentó canalizar ese ruido interno, convertirlo en música. Y es que antes del confinamiento por la pandemia, los integrantes de la agrupación decidieron aislarse para encontrar inspiración y hacer nuevas canciones.
Mientras que Steen canalizaba su silencio, Sean Coyle-Smith (guitarra) intentaba encontrar la forma en la que su instrumento sonará de cualquier forma posible, menos como una guitarra. Bajo estas condiciones se fue construyendo “Drunk tank pink”, un álbum de 11 canciones que muestra también la madurez de sus integrantes, quienes entre su debut “Songs of Priece” (2018) y este disco pasaron de la adolescencia a la adultez.
En este álbum Shame trata temas como la crueldad del aburrimiento, la dislocación, una vida que estaba en constante movimiento por sus shows y que de repente se convierte en algo estático, sobre cómo nos vemos en una relación o si sentimos que merecemos el amor. El álbum fue producido por James Ford (Arctic Monkeys, Foals), quien guió a la banda para canalizar su ‘ruido’.
Demidevil (2021)
de Ashnikko
Desde el 2016 Ashnikko no ha parado de compartir música, entre singles y canciones escritas para otros artistas, se ha ganado un importante reconocimiento en la industria musical, pero es hasta el 2021 que la artista presenta su álbum debut, un trabajo con 10 canciones que cuenta con la colaboración de artistas como Grimes, Kelis y Princess Nokia.
En un comienzo, este disco se iba a lanzar en octubre de 2020; sin embargo hubo varios retrasos con el material que había sido anunciado para el 21 de febrero, pero por una confusión en los distribuidores los discos llegaron antes a los fanáticos así que Ashnikko decidió -una vez más- cambiar la fecha de lanzamiento de “Demidevil” (2021), un disco en el que combina géneros como el nu metal, el pop-punk, y por supuesto el pop, la base de su propuesta musical.
En este disco la artista hace un guiño, una especie de parodia a los musicales en la canción que cierra el disco: “Clitoris! The Musical“ una crítica a las desventuras sexuales de hombres heterosexuales cisgénero, y a lo largo de este álbum habla sin tapujos de distintas temáticas como las relaciones lesbicas, la liberación sexual, la fortaleza, la libertad y el empoderamiento femenino.
La artista estadounidense radicada en el Reino Unido que ganó un mayor reconocimiento por la canción “Daisy”, que se hizo popular en Tik Tok, presenta su álbum debut, un viaje musical que representa su esencia como artista y como mujer, que además demuestra que Ashnikko tiene mucho más para dar que “Daisy”.
Tungsten (2021)
de Healy
Healy siempre ha sido un artista fascinado por los sonidos ambientales, y esto es más que evidente en “Tungsten” (2021), su segundo trabajo discográfico, en el que encontramos sonidos del chorro del agua, de aviones volando y algunos fragmentos de conversaciones, entre otras grabaciones de campo que Healy ama hacer. "Tengo un micrófono binaural 3D que tiene la forma de orejas humanas. Por lo tanto, cuando escuchas música grabada con él con auriculares y cierras los ojos, casi puedes imaginar la habitación en la que se grabó”, dice el músico.
Este álbum se convirtió en un escape para el artista, aquí intenta representar algunos paisajes sonoros exuberantes y etereos, con un tema común a lo largo del disco: evitar el miedo. Es el resultado también de la exploración sonora que realizó el artista luego de su exitoso álbum debut: “Subluxe” (2017), decidió tomar un respiro, alejarse de los escenarios y componer desde el fondo de su alma.
Desde canciones sensoriales hasta beats y rimas, es lo que nos regala Healy en este disco, en el que mezcla elementos del hip hop, el rock indie y distintos instrumentos acústicos incorporados de una manera única, incluso encontramos el sonido de Mac Miller al final del álbum. Es una placa discográfica sombría, en la que el artista reflexiona sobre su pasado y sobre su ser interior.
Opus 2 [EP] (2021)
de Böjo
Entre la música electrónica y la estética humana inspirada en conceptos de arquitectura como el ritmo y la simetria, se desarrolla la propuesta musical de Böjo, un artista colombiano que ha encontrado en la música la forma perfecta para explorar todas esas sensaciones y sentimientos que viven dentro de su ser, pues también es uno de los integrantes de Moügli.
“Opus 2” (2021) es su segundo EP, un proyecto que con tan solo cuatro canciones se convierte en una experiencia sensorial. Desde el comienzo es casi como una experiencia cinematográfica que atrapa de inmediato, la fuerza de los sonidos cautiva a quien lo escucha, queriendo transitar así por este viaje musical, que además es una clara muestra de modernidad, de exploración sonora actual.
Uno de los tracks que más se destaca es “Selva”, una canción que está basada en una historia que vivio con su madre, “un día, cuando era pequeño, encontré a mi mamá llorando, le pregunté que pasaba y me dijo: no estoy llorando, lo qué pasa es que adentro mío hay una selva y simplemente está lloviendo hoy. Aveces tenemos que llorar para crecer, como las plantas. Esta canción es para nunca olvidar sus palabras” comenta el artista.
Mirow [EP] (2021)
de Mitú
En 2019 se lanzó “TANDEM”, uno de los discos más importantes en la carrera de Mitú -hasta el momento-, este fue concebido mientras que Julián Salazar y Franklin Tejedor, las mentes detrás de este power dúo, recorrían diariamente 8 kilómetros en bicicleta para llegar hasta el Fusion Festival en Alemania, ambos se iban y se devolvían en dos ruedas, y ahora, dos años después de conocer “TANDEM”, Mitú presenta “Mirow”, que es el resultado de los mismos recorridos pero nocturnos, del Festival hasta su lugar de estadía.
La agrupación participó en este festival en el 2018, y el evento se llevó a cabo en la ciudad que le da nombre a su nuevo disco: Mirow, en este lugar solo pudieron alquilar una bicicleta tándem (de dos pasajeros) para poderse movilizar hasta el festival, una experiencia que los inspiro para componer no solo uno, sino dos trabajos discográficos. “Del recorrido diurno hacia el Festival salió Tándem (2018), un disco más arriba y colorido. El otro lado de ese proceso creativo es Mirow, el recorrido nocturno, mucho más reflexivo y oscuro” dice Julián Salazar.
Si bien Mitú es una banda que se caracteriza por su experimentación sonora, en las seis canciones que componen este EP, podemos darnos cuenta de su forma de abordar sonidos más oscuros y sombríos, es una experiencia sensorial inspirada al andar bajo un cielo lleno de estrellas en las calles de un pueblo alemán.
La mezcla y masterización de las canciones estuvieron a cargo de Julián Salazar, y en el track “Solo” Franklin Tejedor incorporó por primera vez los sonidos de una maríbula –instrumento de origen africano cuyas primeras apariciones en América se dieron en territorio cubano–, de esta forma la agrupación le da un toque del sonido Caribe a estas composiciones que contienen también un sintetizador modular Eurorack, que es la guía estética de todo el álbum.