Primavera Sound 2023: la inclusión, diversidad y responsabilidad social en el festival
El fin de semana inició con un aforo mucho más grande que en sus primeras jornadas, y no era para menos, durante este día los asistentes tuvieron la oportunidad de disfrutar de las presentaciones de bandas icónicas y de culto a la par de nuevas propuestas comprobando el ambiente de inclusión y convivencia que el festival profesa.
Y es que a lo largo de una jornada del Primavera Sound uno puede encontrarse con absolutamente todo, parejas jóvenes con hijos, familias enteras con abuelos incluidos, grupos de amigos con edades que van desde los 15 años hasta los setenta. El festival se ha asegurado de mantener una oferta tan variada que es común ver padres con hijos disfrutando de las diferentes propuestas musicales.
Este ambiente se ha logrado en gran parte porque además de la música, el Primavera Sound promueve la diversidad, la sostenibilidad y la igualdad de género en sus valores fundamentales, lo que le ha valido reconocimiento y apoyo tanto a nivel local como internacional.
A lo largo de los últimos años ha implementado iniciativas de vanguardia que ha traducido la esencia del festival en acciones concretas, como la sustitución de los vasos de plástico por vasos reutilizables de polipropileno que además se ha convertido en objeto de colección. Por el festival se pueden ver grupos de personas tratando de encontrar el vaso que le falta entre los muy pocos que la gente deja en el suelo.
El festival también ha implementado políticas de paridad en su cartel, ha desarrollado una estrategia de apoyo a la escena cultural de la ciudad involucrando artistas y salas de conciertos en eventos adicionales que transforman la ciudad en un gran hub de industrias creativas.
También ha ampliado la implementación de políticas y protocolos contra la discriminación de género y las agresiones sexuales en los espacios de ocio nocturno. Para garantizar un ambiente seguro y libre de violencia de género, la organización ha implementado una serie de medidas y acciones convirtiéndola en parte integral de su propuesta, algo muy acorde con la visión de ciudad que ha expuesto Barcelona en los últimos años convirtiendo al festival en una parte integral de su identidad cultural.
Ejemplos de esto ha sido la iniciativa Nobody is Normal, que incluye una capacitación e información dirigida a los trabajadores y empresas del festival con el objetivo de brindarles conocimientos y herramientas para identificar y prevenir situaciones de discriminación y violencia de género, así como para actuar en caso de que ocurran. Algo que precisamente sucedió en la jornada en la que se detuvo a una persona.
En cuanto a lo musical, el viernes contó con un show completo de Depeche Mode que por casi dos horas, mantuvo el escenario principal lleno total. A lo largo de su presentación el siempre carismático Dave Gahan estuvo al mando de una ceremonia en la que se cantaron los grandes himnos de la banda así como canciones de su nuevo trabajo, entre las que se destaca Ghosts Again que resonó con potencia en el Parc del Forum.
En cuanto a las bandas de culto, The Delgados tuvo la oportunidad de reencontrarse con Barcelona 20 años después de su primera presentación. La banda que fuera considerada como el verdadero epicentro del renacimiento pop escocés contemporáneo. Pudo hacerle honor a su trayectoria que entre otras cosas, fue la fuerza promotora detrás de proyectos como Bis, Arab Strap y Mogwai. Sus melodías estéticas, arreglos orquestales y ritmos de vals fueron interpretadas por la alineación habitual acompañada por un trío de cuerdas.
Por su parte, Japanese Breakfast tuvo dos apariciones en la programación, la primera con un luminoso show en el escenario principal, acompañando la tarde con toda su banda y una presentación más íntima en el escenario Visions donde tuvo la oportunidad de demostrar por qué ese formato es parte de la esencia de su propuesta de indie pop lo-fi.
A lo largo de la jornada también se destacaron las presentaciones legendarias de Bad Religion y Christine And The Queens, quienes fueron la cabeza de cartel de cada uno de sus escenarios. Los norteamericanos brindaron un show en el que demostraron una vez más que el hardcore punk no es un asunto generacional, es una filosofía de vida. El escenario Cupra se llenó de un público multigeneracional que cantó, bailó y saltó como si todos tuvieran 15 años.
Esa descarga contrasta con la potencia histriónica de Christine And The Queens que con solo tres artistas sobre el escenario logró presentar un show fuertemente basado en su calidad y fuerza interpretativa. El proyecto musical liderado por la cantante y compositora francesa Héloïse Letissier se ha destacado por su mezcla única de pop, electrónica y elementos de la música contemporánea. Sus letras inteligentes y emotivas abordan temas como la sexualidad, la identidad y la lucha por encontrar un lugar en el mundo hicieron parte central de una presentación que cautivó a los asistentes.
La jornada fue cerrando con presentaciones de Fred Again y Skrillex, esta última que tuvo que ser interrumpida por un incidente técnico menor y que pudo reanudarse tras controlar un pequeño incendio de la iluminación del escenario. Una jornada que se convierte en la antesala al día sábado que contará con la esperada presentación de Rosalía y algunos de los artistas más importantes del cartel.