Mike Portnoy: "haremos historia en ese barco"
Una mañana a finales del 2013, Mike Portnoy nos atendió desde su teléfono celular. Estaba pasando un par de días con su familia en el estado de Pensilvania, a solo unas horas de Long Beach, Nueva York, donde se crió y donde comenzó la historia de Dream Theater, la banda más importante de su carrera y de quienes se separó en septiembre de 2010.
Estaba nevando, era el peor invierno en décadas, y el baterista apenas había logrado tener un poco de tiempo libre para poder pasar Navidad y fin de año con los suyos, pero no eran vacaciones: "sigo haciendo cosas por aquí y por allá porque siempre tengo que estar ocupado", nos dijo en el momento de descanso que sacó para hablar con nosotros.
Y la verdad es que nunca ha parado de trabajar, mucho menos desde que se aburrió de tocar con John Myung y John Petrucci, con quienes fundó Dream Theater en 1985. Adorados por toda una generación como mesías del rock progresivo moderno, en parte gracias a obras maestras del género como Images And Words, Awake y Metropolis II, eran la versión más "cool" de Yes, Rush, Pink Floyd o Watchtower, sin duda por su influencia de Metallica, Pantera, Tool y Slayer. Sin embargo, desde su separación, Portnoy ha tenido bastante más tiempo para hacer verdaderamente lo que ha querido y lo que sea que se le ocurre a su mente cretiva, que ahora es una rueda suelta.
En estos tres años, que él mismo llama de libertad, de soltería después de un matrimonio progresivo de 25 años, no ha vuelto a ejercer el liderazgo obsesivo que tenía en Dream Theater, pero ha encontrado su nueva obsesión en la explotación de su inmenso talento en todas las bandas posibles: desde ser baterista de reemplazo en Avenged Sevenfold y músico de sesión para Bigelf, hasta integrar unos cinco proyectos diferentes y muy activos, cuatro nuevos (Adrenaline Mob, Flying Colors, Winery Dogs y PSMS) y un épico supergrupo que ya cuenta con algunos años de historia: Transatlantic.
"Ésto no se trata de habilidades técnicas, se trata de pasión por la música", anotó Mike.
No contento con su hoja de vida deslumbrante, el 26 veces ganador de premios de la revista Modern Drummer, es además el oído fino detrás del festival Progressive Nation, que en febrero 18 de este año navegará por el Caribe en un crucero de cinco días con una elite de 23 bandas escogidas por él (más de la mitad del sello InsideOut), entre las cuales están Devin Towsend, Adrian Belew's Power Trio, Riverside, Next To None (la banda de su hijo Max) y tres de sus proyectos actuales, cada uno con un sonido único, pero con la firma rítmica bastante clara, bien sea junto a figuras como Billy Sheehan, Derek Sherinian o Neal Morse.
Este extraño crucero, que llevará por el mar más notas por segundo que las sirenas que hundían los barcos griegos, pasará por Las Bahamas cargado de nerds con mucho bloqueador solar, y en palabras del propio Mike, será un evento que "hará historia". Ya habíamos hablado sobre éste con algunos de sus participantes como Townsend y Richard "Hen" Henshall de Haken, pero como su curador y productor musical, Portnoy nos dio una perspectiva diferente. Además, nos contó de dónde salió la idea de lo que para el es "un sueño mojado". El tecladista Derek Sherinian, su amigo y antiguo compañero en Dream Theater, lo convenció de participar luego de inspirarse en los cruceros de devastación y fiesta llevados a cabo por Kiss en altamar (Kiss Kruises) -sin naufragios trágicos, por fortuna-.
Aprovechamos también para hablar con Mike sobre su segunda pasión, el cine, al igual que sobre todos sus proyectos musicales. Y cuando se rompió el hielo, sobre el tema prohibido antes de la entrevista: Dream Theater.
En la primera parte, a continuación, encontramos a un Mike Portnoy súmamente ocupado, pero amable y en otro cuento, dedicado a su nuevo mundo, sin nada que indique que extraña haber estado alguna vez en la banda más importante del rock progresivo de las últimas dos décadas. No nos quedaron dudas de la seguridad y tranquilidad con que el baterista mira en este momento su carrera.
¿Mike, por favor, cuántas bandas puede tener una sola persona en la vida?
¡No sé! (Risas). Creo que estoy haciendo esa prueba ahora mismo. Estoy tratando de ganarle a Phil Anselmo, Mike Patton y Corey Taylor; estoy en competencia con ellos. Ah, claro, y a Dave Grohl. Creo que por ahora yo voy ganando.
Hummm, pero creo que Grohl les gana a todos ¿O no?
(Risas). Sí, seguro él gana porque por lo menos toca varios instrumentos en sus diferentes bandas. Yo no he llegado a ese nivel todavía.
¿Como diferenciaría su trabajo en dos de sus bandas actuales, los Winery Dogs, que por un lado son más rock y groovie, con una tan increíble como lo son usted, Billy Sheehan, Tony Macalpine y Derek Sherinian en PSMS, una de las tres con las que tocará en el barco?
Son bandas completamente diferentes. Con PSMS hemos girado ya, en 2012, y sacado un DVD y un Blue Ray. Quien los haya visto, se dará cuenta de ello. Winery Dogs está basado en un rock clásico y está orientado más a crear canciones más cortas y con mucho protagonismo vocal. Pero PSMS es instrumental, virtuoso y técnico; como si fuera una versión de Dream Theater sin voz o algo parecido a lo que hice con Liquid Tension Experiment. Soy afortunado de tener dos bandas con Billy, y en cada una podemos hacer cosas muy diferentes. Es lo mejor de dos mundos.
Cuando estaba en Dream Theater tenía, digamos que unas cinco bandas aparte, pero no al mismo tiempo ¿En qué ha cambiado eso ahora que está por su cuenta?
Primero, tengo más tiempo, obviamente. En los últimos tres años he podido explorar tantos estilos como he querido. Con Transatlantic tratamos de ser la “última banda real de progresivo”, con los Winery Dogs hacemos algo más clásico y con PSMS la idea es instrumental. Por otro lado, con Flying Colors se trata de algo más pop y alternativo, como un “progresivo más corto”. Además, hace poco hice el último disco de Bigelf y toqué con Fates Warning, Stone Sour, e hice el Metal Masters; y así sigue la lista. Pero el punto es que todo esto no lo hubiera podido hacer si siguiera con Dream Theater. Si estuviéramos juntos, habríamos hecho uno o dos discos en estos tres años, y en vez de eso he podido hacer 12 álbumes y tocar con 12 bandas de estilos distintos. Los tres últimos años me han dado una cantidad tremenda de libertad artística y musical.
¿Qué es lo que le da esa flexibilidad para tocar con tantos músicos de tan diversos orígenes y estilos, cuando hay gente que pasa 30 años en la misma banda y no tiene otros proyectos?
No se trata de habilidades técnicas. Tiene que ver con la pasión. Yo diría que las cosas más importantes es que, primero, soy un adicto al trabajo, y segundo, soy un fan tremendo de la música. Tengo que estar haciendo cosas todo el tiempo. Incluso si estoy en casa mi mente siempre se está moviendo y estoy lleno de ideas que quiero hacer. Hay algo en mi personalidad que siempre está en movimiento constante. Y como fan, no creo que hubiera podido hacer música con Dream Theater por el resto de mi vida. Amo tantos estilos, músicos y artistas que quiero colaborar con todos, y quiero siempre explorar muchas cosas. No solo escucho metal progresivo, no solo escucho Rush; llego a mi casa y quiero escuchar a Los Beatles, Jellyfish, y por otro lado a Pantera, Metallica y Slayer.
¿Pero tiene planes de “calmarse” en algún momento y volver a tener solo una banda a la cual dedicarle un compromiso similar al que tuvo con Dream Theater?
No tengo planes, pero no me opongo a eso tampoco. Si se diera la oportunidad, así fuera con algo que ya existe, como con los Winery Dogs, que si la veo más como una banda tradicional, o con algo que venga, no me molestaría ser exclusivo de un solo proyecto musical otra vez. Pero por el momento me estoy divirtiendo mucho con quienes estoy trabajando y disfrutando de mi libertad. 25 años con una banda es mucho tiempo, es más de la mitad de mi vida, es como si uno estuviera en un largo matrimonio y después se ve soltero. Uno quisiera poder aprovechar de su libertad por un tiempo ¿Verdad? Sin embargo, estoy abierto a cualquier situación.
Aparte de la batería, usted es un reconocido fan del cine y lo audiovisual. Dirigió el famoso DVD de Dream Theater Live Scenes From New York ¿Sigue interesado por el tema en sus nuevas agrupaciones?
No tanto. Con Dream Theater tenía mucho más control en todo. Desde los DVD hasta los fanclubs, los discos, los sitios web y las venta en línea. Supervisaba todo y dirigí todos los DVD. En las bandas de ahora juego otros roles. No creo que en nada en lo que esté ahora tenga tanto control o liderazgo como pasaba con Dream Theater. Pienso que lo que estoy haciendo en este momento es más colaborativo y relajado, dejando que todos tengan su voz y su responsabilidad. En Transatlantic, Flying Colors, y los demás, cuando hemos lanzamos DVD, por ejemplo, no he sido el único involucrado. Ya no siento la necesidad de tener esa protección obsesiva de todo en éstas, porque son nuevas. Quiero dejar que crezcan naturalmente. Con Dream Theater fueron 25 años de compromiso, tu sabes, de una inversión que tenía que cuidar. No podía soltar o delegar responsabilidades a otros.
Para no salirnos del tema, qué películas son sus favoritas del año (2013)
Ha sido un muy buen año para el cine, y lo mejor está saliendo ahora por los Oscar. Quiero ver la nueva de Martin Scorsese, que dura unas 3 horas, por la misma vena de Good Fellas. Asimismo, American Haustle de David Russel, que se ve muy bien, y también la nueva de los Hermanos Cohen. Las que más espero están saliendo ahora mismo. Pero de las que ya me ví, están Only God Forgives, la nueva cinta de Nicholas Winding, uno de mis directores favoritos en este momento, y me encantó Before Midnight, el final de la trilogía de Richard Linklater. Pero igual, están 12 años de esclavitud, Gravity, en fin, muy buenas películas en 2013.
Esperen muy pronto la segunda parte de la entrevista, en la que hablamos más detalladamente sobre el Progressive Nation At Sea.
mikeportnoy.com
insideoutproject.net
progressivenationatsea.com