La historia detrás de "Can't Feel My Face", una bailable canción sobre las drogas y las adicciones
Nos devolvemos al 8 de junio de 2015, para toparnos con uno de los estrenos musicales más importantes de esa época. Para ese entonces, Abel Makkonen Tesfaye, mejor conocido como The Weeknd, tenía un cierto reconocimiento en la industria, gracias al lanzamiento de su primer disco, pero sobre todo, por una colaboración que había realizado junto a una de las estrellas pop más importantes de ese momento, Ariana Grande.
“Love Me Harder” fue la encargada de darle la bienvenida al mundo del mainstream, gracias a la misma euforia que por ese momento causaba el lanzamiento de la primera película de Fifty Shades Of Grey (2015). La canción de alguna forma dio a conocer su voz a un montón de personas de todo el mundo, pero la propuesta de “Can't Feel My Face”, tuvo la tarea de posicionar a Abel como uno de los artistas más prometedores de la última década de la música.
Durante el año 2015, The Weeknd, estaba lanzando diferentes adelantos de lo que sería su segundo larga duración, Beauty Behind the Madness (2015), un disco que exploraba la faceta más personal del artista canadadiense. Tal y como lo dijo en una charla con The New York Times: “Se trata de ser quien soy y salir de mi zona de confort para intentar sentir algo más además de lo que he estado sintiendo durante los últimos cuatro años. Altibajos... En mis álbumes anteriores, nunca hubo altibajos”.
El disco se destacó por tener una buena cantidad de hits en su repertorio, pero “Can’t Feel My Face” es la más recordada de ese viaje oscuro e intrapersonal de The Weeknd. La canción es el tercer sencillo del álbum, lanzado después de “In The Night” y “Acquainted”.
Curiosamente, esta canción también dio lugar a la primera colaboración entre el artista canadiense y Max Martin, uno de los productores más reconocidos de la música pop, recordado por su trabajo junto a voces como Justin Timberlake, Ellie Goulding, Katy Perry, Ed Sheeran, Taylor Swift, entre otros. Además de ello, otra de las cosas más rescatables de este sencillo, es el hecho de que “Can't Feel My Face” es una pieza pop, muy bailable; pero oscura en su lírica, por el mismo tema de encontrarle una comparación y posterior adicción por las drogas.
Desde ese punto de vista, The Weeknd hace un paralelo entre el gusto por una chica y el consumo de alguna droga que tenga un efecto sobre él. Esto es algo que se puede denotar en coros como: “I can't feel my face when I'm with you, but I love it, but I love it, oh”. Dentro de la misma lírica, Abel, reconoce que la adicción a las sustancias es algo negativo para su persona; pero no puede evitarlas por lo magnéticas que llegan a ser, así como la figura de esa mujer especial: “And I know she’ll be the death of me, at least we’ll both be numb. And she’ll always get the best of me, the worst is yet to come”.
La crítica la catalogo como un vivo reflejo del pop clásico, rescatando la esencia de su sonido con la música de Michael Jackson. Por otro lado, los mismos expertos y periodistas especializados, señalaron algo que se mencionó al principio de este texto, el hecho de que la canción fue el primer éxito de The Weeknd sin la ayuda de Ariana Grande, una propuesta que mostraba su faceta solista, así como también su salida del destino de ser un artista de One Hit Wonder. Además de ello, se debe mencionar que lideró muchos listados del mundo, como el Billboard Hot 100.
“Can't Feel My Face” le dio cierta frescura a The Weeknd, haciéndolo pasar del R&B de nicho al pop con el cual se sigue defendiendo en la actualidad, un estilo que se arraiga a ciertos gustos personales del pasado de la música, los cuales generan nostalgia y un sonido muy característico, pegajoso en lo que ha realizado el artista canadiense hasta la actualidad.