John Lennon gana la batalla contra E.E.U.U.
Un soñador de tiempo completo, rebelde, activista por la paz, líder e influyente por naturaleza. Un músico que junto a The Beatles cambió el rumbo del rock and roll, así era John Lennon, un defensor de los derechos humanos, con grandes ideales que pocos entendían.
Lennon tenía unos ideales bastante claros, abiertamente afirmó estar en contra de la guerra de Vietnam y a favor activistas políticos como John Sinclair, también fue un gran apoyo de diferentes manifestaciones, inclusive se dijo que donó parte de su fortuna al movimiento antibélico irlandés, ya que el artista estaba en contra de la injerencia militar que tuvo el Reino Unido en Irlanda del Norte; sin embargo esta afirmación fue negada por Yoko Ono.
Cuando John Lennon y Yoko Ono se casaron no hicieron una luna de miel convencional, sino que realizaron una ‘encamada por la paz’, primero fue en el Hotel Hilton de Ámsterdam en 1969, pero el evento fue ridiculizado por la prensa. Luego, tres meses después volvieron a intentarlo en el Hotel Queen Elizabeth en Montreal, Canadá.
Consistió en estar durante dos semanas en la cama del hotel como forma de protestar en contra de la guerra y los conflictos armados. Durante ese tiempo compusieron y grabaron Give Peace a Chance, canción que luego fue interpretada aproximadamente por 250.000 manifestantes el 15 de noviembre en Washington D.C.
Debido al impacto de las canciones Give Peace a Chance y Happy Xmax (War is Over) que iban en contra de la guerra de Vietnam, Lennon comenzó a convertirse en ‘una piedra en el zapato’ para el Gobierno, la CIA, y el FBI.
Richard Nixon, quien en ese entonces era el presidente de Estados Unidos, ordenó que lo investigaran para encontrar un motivo y poder deportarlo. Por lo que el 23 de marzo de 1973 le dieron la orden a John Lennon de abandonar dicho país en los próximos sesenta días, mientras que a Yoko Ono le otorgaron la residencia permanente.
Lennon hizo caso omiso a este ultimátum y entabló una demanda legal ante una Corte Federal, los abogados de Lennon presentaron denuncias y pruebas ante una corte en Manhattan en contra de algunos militares como John Mitchell, Richard Kleindienst y algunos funcionarios del Gobierno, debido a que utilizaron falsos testigos y documentos para poder incriminarlo.
La orden de deportación se realizó por un delito menor, ya que en 1968 el artista fue detenido porque portaba una pequeña dosis de marihuana, lo cual hacía imposible su admisión en los Estados Unidos.
Esta fue la carta que Bob Dylan escribió al Servicio de Inmigración en Estados Unidos:
“John y Yoko se sumaron como una gran voz y conducen a la así llamada institución artística del país. Ellos inspiran y trascienden e incentivan a hacerlo, solo ayudando a otros a ver luz pura y al hacer esto, ponen fin a este torpe gusto por el comercialismo que se hace pasar por arte en los abrumadores medios de comunicación. ¡Viva John y Yoko! Dejarles quedar y respirar aquí. El país tiene lugar y espacio. ¡Dejad que John y Yoko se queden!”.
Nixon creía que las actividades del artista le podrían contar su reelección, pero luego de los escándalos de Watergate y la renuncia de Nixon a la presidencia, su sucesor Gerald Gord no mostró interés en el caso de deportar a Lennon, la orden de expulsión se anuló en 1975 y luego recibió la Green Card.
Pasó tres años y medio en audiencias de deportación pero finalmente un tribunal de apelaciones no permitió que el artista fuera deportado. Luego de tantos altibajos Lennon fue catalogado como el primer ‘prócer revolucionario’ del rock.
En ese mismo año (1975) decidió dejar de lado el ámbito musical, con el fin de dedicarse completamente a su hijo Sean. Cinco años después, el 17 de noviembre de 1980 Lennon lanzó el disco Double Fantasy y tan sólo tres semanas después fue asesinado por Mark Chapman.