Javiera Mena y su banda sonora para el fin del mundo
Antes de que comenzara la pandemia, Javiera Mena presentía que algo grande estaba por suceder y empezó a escribir canciones para momentos apocalípticos. Sencillos que ha lanzado desde hace unos meses y que terminarán convirtiéndose en un EP y posteriormente en un disco.
Hablamos con la artista chilena radicada en España sobre la pandemia, su conexión con Colombia y el nuevo disco que está por venir.
“Dos”, su nuevo sencillo, hace parte de esa serie de sencillos que ha lanzado como “Flashback” y “Corazón astral”, ¿se viene un disco en camino?
Qué curioso que me digan que son varios sencillos. A veces me dicen que hay que sacar más y al final todo es relativo; si tu te comparas con la escena mainstream se lanzan sencillos cada mes y al final esto se pierde un poco.
He lanzado tres sencillos en el año y ahora estoy en la fórmula de los EPs. Me gusta porque soy una artista de canciones, me gusta que se enaltece la canción. También me gustan los álbumes, pero me gustaría rescatar esto del streaming, que volvamos como a los años sesentas, cuando la gente esperaba esa canción más allá del disco.
Voy a sacar un disco a final de año, voy ir tirando unos racimos de canciones, van a ser estos EPs que voy a ir lanzando durante este 2021.
En las canciones que ha lanzado hasta el momento hemos escuchado que tienen ese sabor de la música disco, muy en la onda setentera. ¿Estas canciones se escribieron previo a la pandemia o durante? ¿Quiso retratar esa añoranza? ¿El extrañar los clubes y la experiencia de la música en vivo?
Me dicen “los clubes” y te juro me cae una lágrima, me encanta bailar y me inspiro de mis colegas Djs, de la música que ponen. Entonces esto se enmudeció y claro, es una nostalgia al club totalmente. A pesar de que estas canciones fueron compuestas antes de esto, creo que ha habido un sentimiento previo a la pandemia, de que el mundo está colapsado y de que se venía algo medio trágico.
Eso se refleja un poco en lo que voy a sacar ahora. Algo apocalíptico, de descontrol, de vulnerabilidad y conectar con el club, pero a la vez desde tu casa. La gente está esperando bailar las canciones en un club algún día. Así que es realmente loco lo que está pasando.
Vive entre Santiago y Madrid, ¿qué tanto afecta el cambio de continente a la hora de componer? ¿Hablando de “Dos” cómo se reflejan estos cambios de territorios y viajes?
Sí, esto afecta. Yo hace siete años que estoy viniendo los veranos a Madrid para trabajar y mi música se ha visto reflejada en esto, en esa cultura discotequera que tienen acá.
Es una cultura de club impresionante que no tenemos en Chile. Allá, en Chile, es más de fiestas que se van armando, en lugares medio ilegales y ahí va llegando la gente. Eso por un lado y por el otro es estar entre Latinoamérica y España, a pesar de que no es un país como Alemania.
A mí no dejaba de sorprenderme las primeras veces que venía porque te decían que el bus pasaba a tal hora y efectivamente llegaba. Entonces toda esa dualidad, como dices, yo la transito, la he transitado por muchos años y te genera una manera de componer, una manera de comunicarte con gente que está en España o Latinoamérica y también va enriqueciendo el arte de esa manera. Me siento en esa dualidad, me siento latinoamericana y europea a la misma vez.
¿Influenció la pandemia en la composición de esas nuevas canciones?
Traté de seguir conectando con la humanidad, con los sentimientos de amor y desamor que seguimos sintiendo, creo que es lo que más se ve reflejado y es algo previo a la pandemia.
Me acuerdo que antes de todo esto había visto un documental llamado Pandemia y era como que iba a venir, como que el meteorito iba a llegar y no lo habíamos visto. Entonces por eso creo que la canción “Flashback”, cuyo video grabamos en Bogotá, con la dirección de Hugo Rubiano, y también refleja eso, por eso cuando se lanzó la gente pensó que estaba conectado con la pandemia.
Estamos en un mundo apocalíptico y tenemos que darnos cuenta y esto en mi arte venía reflejado desde antes. Al momento de confinarnos sentía que estaba preparada artísticamente y que lo que se venía gestando también. Tiene que ver con lo vulnerable y lo apocalíptico que estamos viviendo más allá de la pandemia.
¿Por qué el disco no tiene nombre aún?
Se me había olvidado que hay que ponerle un nombre y yo soy tan de discos, de álbumes. Esta fórmula se nos ocurrió con Juan Paz que es mi manager, pero no he pensado en eso.
Yo soy de las personas que tiene que verle la cara antes de ponerle el nombre a las cosas y eso me encanta. Pero no soy de esas artistas que antes de que finalicen el trabajo ya le tienen un nombre o inclusive antes de empezar a componer. Tengo que pensarlo y ponerle nombre.
Hablar de planes futuros en la música hoy es muy complejo, todo puede cambiar, pero más allá de los conciertos que probablemente va a reprogramar, ¿qué viene para usted?
Es un tema complicado porque justamente íbamos a tocar en el Festival Estéreo Picnic, habíamos hecho el video en Bogotá, queríamos volver a Colombia, no he ido mucho y siento que hay un público, una conexión y un lugar para mí.
Esto quedó en stand by y bueno obviamente cuando se pueda volver a tocar en vivo pues vamos a volver. Quiero volver a trabajar con Hugo Rubiano, que es una persona creativa de un nivel superior; trabajo con Juan Paz que es colombiano. Tengo mucha conexión con Colombia.
También estoy trabajando en producción para otros artistas. He hecho cosas para Cariñito, una banda española que les recomiendo mucho. Tengo mi estudio, se me da bien la producción para otros, entonces la pandemia me ha permitido explorar esto y seguir activa a pesar de todo esto.