Iggy and the Stooges está de vuelta
Bastante más maduros que cuando David Bowie los descubrió, la influyente y decisiva banda para la historia del punk, presenta "Burn", primer sencillo de "Ready To Die", listo para lanzarse en abril de este año.
El cuarto disco de Iggy Pop junto a parte de la emblemática formación de The Stooges que produjo el clásico álbum "Raw Power" (1973), es el primero con nueva música en 6 años, una pausa pequeña si se considera la que precedió a "The Weirdness" de 2007: 34 años.
La alineación original, que se mantuvo hasta 1974, regresa en "Ready To Die", a excepción de Ron Asheton, guitarrista y bajista fundador quien murió en 2009 de un paro cardiaco.
Por su parte, James Williamson (guitarra) y Scott Asheton (batería), así como Mike Watt en el bajo, quien tiene un puesto en la agrupación desde su reformación hace 10 años, son los compañeros de Iggy Pop en esta nueva etapa que busca una conexión con sus gloriosos primeros años de experimentación musical, acreditada como uno de los semilleros de lo que vendría a ser la actitud punk que invadió a Estados Unidos e Inglaterra a finales de los años 70.
El primero, Williamson, productor del nuevo álbum, no ha tocado profesionalmente desde finales de los 70, dedicándose a la ingeniería y trabajando para una importante empresa de tecnología japonesa como vice presidente de estándares tecnológicos.
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Tal vez por eso, "Burn", primera muestra de este regreso de Iggy and the Stooges, logra capturar honestamente el espíritu de la época en que comenzaron tocando blues y rock and roll al final de los años 60, transformándolo luego en una poderosa explosión de energía protopunk.
Esta nueva canción se come el tiempo con angustia, llena de riffs ruidosos y punzantes, llevada por la voz de Pop, casi salida de ultratumba, pero poco a poco subiendo de intensidad.
Con esta, la banda todavía no parece mostrar porque está lista para morir ("Ready To Die"), disco que en su portada (ver frontal) tiene a Iggy en blanco y negro, con un cinturón de dinamita amarrado a la cintura. Sin embargo, es definitivamente el regreso de un sonido con mucho peso en la historia del rock.