¡El show debe continuar!: Freddie Mercury
En 1966 Freddie Mercury presentó un examen de arte en el Politécnico Isleworth, su calificación fue la más alta y así fue como comenzó a estudiar arte y diseño gráfico en la Escuela de Arte Ealing, en Londres. De hecho fue él mismo, quien creó el logotipo de Queen inspirado en los signos zodiacales de cada uno de los integrantes: los dos leones son por Jon Deacon y Roger Taylor cuyo signo era Leo, un cangrejo para Brian May (Cáncer) y las dos hadas son por Mercury, quien era de signo Virgo.
A parte de la música, una de sus grandes pasiones eran los gatos, tenía ocho mascotas llamadas Delilah, Oscar, Mike, Dorothy, Goliath, Lily, Tiffany y Romeo. Cuando Mercury estaba de gira, llamaba a su casa y pedía que pusieran a los felinos al teléfono para poder hablarles. A pesar de que en el escenario Mercury se destacaba por su extrovertida puesta en escena, él se consideraba como una persona solitaria e introvertida, por eso se refugiaba tanto en los gatos.
Cuando tenía ocho años comenzó a estudiar en un internado ubicado cerca a Bombay, India. Allí fue donde le empezaron a decir Freddie, ya que sus compañeros no podían pronunciar bien su nombre de pila Farrrokh Bulsara (de origen parsi e indio). Luego, a sus 17 años tuvo que abandonar su país y huir hasta Inglaterra.
Freddie Mercury compuso Bohemian Rhapsody (1975) en el piano, sin embargo le aterraba interpretar la canción en vivo porque no se consideraba un buen pianista. Tiempo después, en sus presentaciones ya no tocaba el instrumento, sino que cantaba y se movía libremente por todo el escenario. Por otra parte la cabecera de la cama de Mercury era un piano, así que el artista aprendió a tocar al revés y acostado, por si las musas de la inspiración llegaban en la madrugada.
El artista le temía a los viajes en avión y le tenía pavor a un modelo específico: el DC10, porque en años anteriores habían tenido accidentes relevantes. Era tanta la paranoia de Mercury, que le llamaba el “DC Death”. Una vez tenía que viajar de Nueva York a Tokio, y justo el avión era un DC10, Mercury prefirió esperar y viajar en el siguiente vuelo que despegaba 14 horas después.
Mercury era como una máquina de ideas, por esta razón sus asistentes personales tenían que cargar todo el tiempo con papel y lápiz, por si al artista se le ocurría alguna idea. Y si no cumplían con su labor, se les iba descontando una parte de su sueldo.
Sus dos ídolos musicales eran la cantante de soul, gospel y R&B Aretha Franklin, y el guitarrista, cantante y compositor Jimi Hendrix. Mientras que su actriz favorita siempre fue Liza Minnelli, reconocida por alcanzar la fama con la película Cabaret (1972), con la cual ganó el Óscar a mejor actriz.
En una época donde el tabú frente a la homosexualidad era bastante grande, Freddie Mercury se declaró abiertamente homosexual, ante las críticas que le hacían por vestirse de mujer, para el vídeo de la canción Bicycle Race (1978) contrataron a 65 mujeres para que estuvieran desnudas durante la grabación de la pieza audiovisual.
¿Era Queen la banda más pesada de todas? Y no, no estamos hablando precisamente de su sonido, sino de la relación entre los miembros de la banda. El mísmisimo Freddie Mercury afirmó en una entrevista: “si me preguntas si peleamos… Oh querido, creo que somos la banda más insoportable sobre la faz de la tierra. Cuestionamos todo lo que hace el otro; pero si siempre estuviéramos de acuerdo y nunca estuviéramos dispuestos a pelear por lo que creemos, no lograríamos las cosas que hemos hecho”.
La última canción que Freddie Mercury grabó fue The Show Must Go On (1991), tomada por sus fanáticos como una despedida. Cuando se realizó la grabación de la canción Brian May temía que Mercury no pudiera lograrlo, sin embargo el artista se tomó un largo trago de vodka y la grabó en una sola toma.