[Conteo] 25 mujeres y sus proyectos musicales emergentes
Hablemos de mujeres porque sí y también porque no. Hablemos de mujeres músicas porque debemos hacerlo y porque recientemente un estudio de la radio pública estadounidense NPR Music determinó que en el Siglo XXI el papel de la mujer es esencial para entender la música actual, cosa evidente, lo sé, pero también sé que a veces lo que parece evidente no lo es tanto, así que contextualicemos con el estudio que ha analizado los éxitos musicales desde el año 2000 hasta hoy para concluir determinantemente que las mujeres son las más influyentes en la creación musical actual por “desafiar todas las categorías artísticas” y “empujar el sonido en nuevas direcciones”. Tesis avalada con un listado de 200 “imprescindibles composiciones femeninas”, canciones que forman parte de un variado muestrario de los géneros musicales modernos del nuevo siglo y que evidencian que la música de nuestra época no se podría entender sin las mujeres.
Pero no traigo a colación la investigación para hablar de los nombres de artistas mujeres que arroja el estudio: M.I.A., Beyoncé, Nicki Minaj, Janelle Monáe, Alicia Keys, Solange o Brittany Howard; ni de cantantes mujeres en español con trayectorias grandes y de renombre como Xenia Rubinos, Amara La Negra, Natalia Lafourcade o Ana Tijoux. Pues he elaborado a propósito de ello y de la actualidad musical mundial, un conteo de 25 nuevos proyectos musicales de mujeres, la gran mayoría de ellos sin que lleguen al tercer disco, y varios otros con sólo sencillos, sin discos publicados.
Se quedan por fuera nombres de cantantes mujeres emergentes como el de Nina Rodríguez, Felisa, Duina del Mar, Lao Ra, Loyal Lobos, Tei Shi, Jardín Láser, Martinika, Silvana Estrada, Briela Ojeda, Silvina Moreno, La Chica, Cecilia Pérez Urias, Laura Murcia, Mercedes Nasta o Mariana Päraway, pero están en el radar. Conocerán quienes revisen el listado propuestas no mencionadas ni aquí ni allá, así que esperamos dejen en sus comentarios comencemos este viaje que buen tiempo les tomará.
1. Rosalía
Lo de esta cantadora española de flamenco, de 23 años, es talento puro, uno que ha cultivado con trabajo constante y disciplina. Los dos sencillos que la han puesto en la mira del planeta entero son los primeros cortes de su segundo larga duración, uno que va bien lejos de lo que nos presentó en Los Ángeles (2017), cuando se dedicaba al flamenco y a cantar acompañada de una guitarra.
Para su segundo álbum, El mal querer, aún sin fecha de lanzamiento, la carrera artística de Rosalía ha dado un vuelco, pues su álbum va sonando eso que ella tiene en la cabeza, y según cuenta "cada vez las cosas se han ido radicalizando más: maneras diferentes de entender el flamenco o el imaginario flamenco o lo que se inspira en el flamenco". Y sus nuevas canciones -a diferencia de las anteriores- están hechas para "que sean muy accesibles, están pensadas para que las pueda disfrutar todo el mundo" sin importar lo poco o nada que sepamos del flamenco y la cultura gitana.
Rosalía tiene el cante, el toque y el baile, y siga o no las tradiciones y normas del género que la vio crecer (el flamenco con guitarra), lo que hace ahora gusta y es diferente a todo lo que hayamos escuchado. Es esta mujer un buen lugar por dónde empezar este recorrido, pues se ha lanzado a crear y proponer fuera de los lugares comunes. No la hemos visto en vivo, y es de esperar que su show esté en plena construcción; de ser una estrella vocal sobre tablas a una diva del pop ofreciendo espectáculos hay también un proceso para observar.
2. Nathy Peluso
Argentina radicada en España, de sangre latina, sandunguera, explosiva, talentosísima. Nathy Peluso es un fenómeno, una diva en construcción. La conocimos con Corashe, un sencillo que nos movió el piso e hizo que no la olvidáramos y miráramos hacia atrás, a esos primeros videos que colgaba en YouTube dos y tres años antes, donde ya se podían apreciar el dramatismo y la teatralidad que hoy explota con maestría en sus shows en vivo, esos que la hacen única y la están ubicando poco a poco en la mira del mundo.
Del blues, al rap, de la salsa al jazz. De un género a otro sin problemas ni dilataciones, lo de Naty Peluso es flow, puro y atrevido, auténtico y poderoso. Su música suena a ella, a lo que ella tiene en la cabeza y con lo que se ha construido como artista, así que entre sus influencias encontrarán cosas tan disímiles como Sinatra, Ella Fitzgerald y Louis Armstrong, o Gloria Estefan y Thalia.
A la fecha Esmeralda (2016) y Sandunguera (2018) reposan en su discografía, pero más allá de la música, lo de Peluso es la música en vivo, ella es un torbellino, así que si tienen la oportunidad, vayan a ver su show, que rebosa de energía y autenticidad.
3. Ivy Sole
Esta mujer rapea como si de respirar se tratara, verla con su flow, fluido y cálido hace que el arte de soltar una frase tras otra siguiendo las pistas fuera la cosa más simple y sencilla del mundo. Lo de Ivy Sole es talento puro, y las armonías de sus canciones jamás indicarían que luego aparecerá ella en escena a romperlo todo y dejarnos sin aliento, a alegrarnos la vida con sus historias y su color de voz.
Eden (2016) es su debut discográfico y uno básicamente podría escucharlo en loop sin querer parar, bailando, intentando seguirle la pista, con ganas de ir al río, de recibir el sol, de salir en bici o de ir en carro con la mano por la ventana rompiendo el viento con los dedos.
Ella tiene 23 años, nació en Charlotte, Carolina del Norte, y desde pequeña toca algunos instrumentos, comenzó con el violín y luego pasó al piano, pero hasta los 18 años supo que quería hacer música por el resto de su vida, por eso hoy canta y cuenta sus historias personales con una fluidez que sorprende pero que según cuenta le ha tomado años perfeccionar. Hay en su música influencias de todo tipo, jamás pensó que en el hip hop pudiera explorar todo lo que la identifica hoy, hay en su música algo del jazz y hasta de indie rock, de la electrónica y claro está, algo de hip hop clásico con estilo Boom bap. Sus historias son universales de lo particulares y personales que resultan, por esa razón será que termina uno poniéndole ese toque personal e identitario a lo que ella nos va relatando con su estilo, único.
4. Tash Sultana
Lo de esta australiana es tan orgánico como se puede, su vida es la música porque en ella le ha encontrado sentido a todo lo demás. Orgánico porque se ha dado de forma natural, sin premeditaciones, sin planes, sin estrategias, sin proponérselo. Notion (2017) fue su debut, un EP de seis tracks que materializó toda esa búsqueda musical, donde además se concretó el trabajo que venía haciendo sin pretensión alguna en las calles Melbourne sin imaginarse que poco tiempo después estaría llenando conciertos y vendiendo cada una de las boletas de su primer gira por Estados Unidos.
El giro se dio cuando empezó a subir a Internet sus creaciones, el sencillo Jungle hizo que todo explotara y que de repente estuviera firmando con un sello y siendo invitada a festivales como Coachella y Lollapalooza. Según cuenta todo ha sido una locura, una que seguro no imaginamos y que ha de ser a un ritmo bien distinto a lo que nos propone con su música que llega a ser una experiencia casi que espiritual.
Ella es dueña como todas las mujeres que integran este listado de su propio proyecto, pero una de las características de su formato es que no necesita de nadie más para ejecutar sus creaciones en vivo, ella lo hace todo básicamente porque puede hacerlo, tiene una voz suave y melodiosa, a veces aguda. Canta, rapea y lo hace sobre el bajo y la batería, toca un riff con su guitarra, compone las melodías con los teclados y crea un beat con un pad electrónico.
Su primer larga duración vio la luz este año, se llama Flow State y escucharlo nos lleva lejos de todo ese caos emocional que la impulsó a ella a refugiarse en la música para sobrevivir.
5. Brina Quoya
Ana González es una genia, de esos seres sabios, silenciosos y profundos, con un talento que expone de manera tímida pero que se descubre sensible, único, potente. Su proyecto en solitario se llama Brina Quoya y lo presentó con un EP de cinco canciones publicado en 2017. Pero su carrera es mucho más larga, lleva tocando el bajo eléctrico durante más de 15 años y en Colombia la hemos visto con agrupaciones como Schumaat Trío, Radio Suite y Mad Tree.
Ana no hace pop ni tampoco hace jazz aunque de allí provengan la mayoría de sus influencias, lo suyo no parecer ir ni por un lado ni por el otro, pero es orgánico y original, no hay ninguna mujer en la actualidad haciendo lo que hace ella con la calidad que lo hace. Sus letras son sólidas y no recurren a lugares comunes, y aunque hay algo de oscuridad en ella como artista, en sus primeras canciones hay más luz y colores que en la imagen que nos presenta de sí misma.
Su EP autotitulado es vanguardista y arriesgado, tiene algo de trip hop y neo soul, también hay rock y folk, pero difícil sería encasillar a Ana, seguramente tampoco ella lo quiere, lo suyo parece ser precisamente romper con todos esos esquemas e ir más allá de lo que la ha inspirado.
6. Kali Uchis
Tan solo dos trabajos reposan en la discografía de esta mujer, y como en varois casos de este listado, internet y el trabajo riguroso, constante y disciplinado, sumado al talento y la genuinidad han sido claves para que su música despegue en poco tiempo de plataformas digitales y se trague en vivo y desde las más grandes tarimas, el mundo.
Lo de Kali Uchis no solo nos sorprendió a todos los que la vimos surgir casi que por arte de magia como la gran diva colombiana en Estados Unidos, también la sorprendió a ella, quien tras colgar para un cumpleaños suyo algunos tracks, producidos y grabados por ella misma en la intimidad y precariedad tecnológica de su cuarto, se sorprendió ‘descubierta’ por grandes como Diplo, Tyler, The Creator, Major Lazer y/o Damon Albarn, quienes le escribían mensajes cargados de admiración y buenas ‘críticas’ invitándola a colaborar con ellos.
Por visa (2015) fue lo primero que conocimos de Kali Uchis, un trabajo que ya describía con calidad su espíritu soul, medio vintage, magnético y sensual. Pero Insolation (2018) nos aterrizó a todos y nos puso de frente y sin vaciles a una diva dispuesta a tragarse el mundo, auténtica y decidida, con música de calidad y colaboraciones soñadas. En lo escénico Kali Uchis es más bien sobria, con una apuesta más cercana a iconos como Lana Del Rey, con interpretaciones que rescatan lo femenino con perspectivas más delicadas y sensuales, desde lo contemplativo.
7. Anier
Lo de esta española va por otro lado, por otro extremo -diré-, más rudo, rayando incluso en lo masculino. Anier hace rap, crudo y real, con letras tan profundas, directas y sensibles como solo un espíritu femenino podría hacerlo.
No ha publicado ningún disco, pero en el presente es constante, su vida sobre escenarios está tan activa como la de cualquier artista consolidado, publica tracks con frecuencia desde hace unos dos años y se dio a conocer a través de YouTube, donde tiene una comunidad que la sigue con efervescencia.
Lo de Anier son las letras, en eso, ella, como su nombre leído al revés lo indica, es la reina. Su textos son oscuros, a veces violentos, a veces cargados de resignación y resentimiento, por eso mismo repletos de humanidad, críticos, elocuentes y poderosos.
8. Princess Nokia
Para hablar del proyecto artístico de Destiny Nicole Frasqueri (1992) es necesario abrir el espectro y visualizar a un montón de gente, lugares culturas, contextos y experiencias, historias que forman a Destiny, la mujer, y sostienen a Princess Nokia, la artista, una que no necesita presentación porque eso lo complejizaría todo, ella es bruja, lesbiana o marimacho, una mujer boricua como las que abundan en Nueva York, es también feminista y hasta queer, un conjunto de características que la hacen ser compleja pero que al mismo tiempo representan libertad en el sentido absoluto de la palabra, porque su postura frente al mundo es esa de romper con las barreras y eliminar los prejuicios y normas, y así como es ella, es su música.
Rap, pop, trap, soul, dancehall, disco. Princess Nokia lo es todo a la vez y sin temor a las etiquetas o a los ‘qué dirán’. Comenzó en la música bajo el nombre de Wavy Spice y luego usó el de Destiny, pero en 2013 optó por llamarse Princess Nokia porque englobaba todo lo que ella era en ese momento, para cuando denominaba su música como “cósmica y tridimensional”. Publicó solo en redes sociales 15 videoclips dirigidos por ella y tres mixtapes: Metallic Butterfly en 2014, Honeysuckle en 2015 y 1992 el año pasado, luego firmó con el sello Rough Trade y publicó 1992 Deluxe, su primer trabajo de manera oficial. Pero no fue sino hasta A Girl Cried Red (2018) donde vimos una coherencia en todos sus temas, quizá un sonido más definido, uno que va sonando a ella sin dejar de representar todo lo que ella es.
9. Lianna
No se puede hablar de la nueva generación de artistas mujeres en Colombia sin tener a Lianna en el panorama. Este año, y tras mucho esperar, nos entregó su segundo álbum, Como el agua, sucesor de Paciencia (2012), álbum con el que además queda en evidencia el resultado de ese camino que ha recorrido y la experiencia que en él ha adquirido y que la ubica en el lugar que ocupa hoy en la movida musical nacional, reafirmando la importancia de creer en los procesos y la necesidad de trabajar con disciplina y constancia, sin dejar de crear.
Lianna ha encontrado su lugar y ha sabido rodearse de artistas que le aportan a su proceso individual y que han hecho junto a ella de Como el Agua un álbum para digerir con detenimiento, uno que se disfruta en el proceso y que se va descubriendo paso a paso. Ella es una mujer elegante, sensual, auténtica, talentosa, dulce, profunda, Lianna tiene un futuro cada vez más concreto, la hemos visto crecer como artista y transformarse hasta hallar en sí misma eso que quiere que veamos a través de su voz, una de las mejores del presente musical del país.
10. Julien Baker
Tiene 22 años, es de Memphis Tennessee, Estados Unidos, y apareció en las escenas post-punk y hardcore primero como fan, luego actuando con su banda de la secundaria, Forrister. Su álbum debut fue Sprained Ankle y lo grabó en unos tres días en 2014, lo subió a Bandcamp y luego todo cambió, hubo mucha gente que se identificó con la profunda sensibilidad y el dolor de sus letras y sus cantos casi que a modo de oración cargados de cuestionamientos. Luego el sello 6131 relanzó Sprained Ankle y Baker atrajo la atención de la crítica y con el poder del voz a voz su música se regó y su nombre fue cada vez más conocido.
Turn Out the Lights (2017) es el segundo y más reciente álbum de Julian Baker, y si el primero era tan íntimo como precario a nivel de producción, el segundo es más completo y robusto, pero sigue reflejando a esa misma jovencita con pensamientos devastadores y dolores profundos, llena de desesperación y anhelo. Su primer disco era a base de guitarra y voz con una que otra melodía, en esta entrega hay más riquezas a nivel musical, pianos y cuerdas, una producción que cuida más su voz y la lleva a explorar con maestría sus capacidades interpretativas, con mayor intensidad y fuerza cuando así lo exigen las canciones, muchas de ellas con textos llenos de culpa, donde se recrimina a sí misma por ser o no ser o dejar de ser, y donde además llega algunas veces entre pregunta y pregunta a cuestionarse por asuntos como el género del Dios en el que aprendió a creer, y por la autenticidad de todos esos aspectos que le fueron inculcados como correctos o incorrectos, malvados y depravados en la crianza religiosa que le ha dado su familia, aspectos totalmente ligados a su visión del mundo y que hoy explora a través de su música.
A través de Matador Records Baker acaba de lanzarse con un nuevo proyecto en compañía de Phoebe Bridgers y Lucy Dacus. Una ‘superbanda’ llamada Boygenius con tres de las cantantes femeninas más sonadas de la actualidad folk y rock. El proyecto nace en medio de una gira compartida por las 3 en la que no solo se conocieron y comenzaron a admirarse como artistas sino que se sintieron impulsadas por hacer música en conjunto. (Escuchen las tres canciones ya reveladas del EP de Boygenius y esperen su lanzamiento para el próximo 9 de noviembre).
11. Mariel Mariel
‘Flow latino’, así define Mariel Mariel lo suyo, orgullosa de ser latina, de su color de piel, de su estatura, del lugar donde creció que la aferra a esas raíces que busca mezclar con tendencias musicales actuales obligándose a mirar hacia el futuro y construyendo hacia allá, a punta de exploración, lejos de la repetición, cerca de la autenticidad, con el riesgo como pilar.
Lo suyo es una fusión de sonidos pop y rap con matices andinos y un estilo callejero directamente relacionado con su declaración feminista que más allá de exigir y reclamar igualdad o denunciar injusticias, opta por la naturalización del poder en lo femenino con el uso y la difusión de mensajes libertarios que instauran nuevos códigos.
Mariel Mariel es de esa generación de mujeres que valoran y defienden esa lucha milenaria por la liberación femenina desde frentes actuales, con un lenguaje que no cae en la revictimización, mensajes que buscan cambiar el chip y construir sobre lo ya construido, generando una identidad a través de la palabra y el actuar de quienes han dejado de verse a sí mismas como menos y contribuyen a la erradicación de la violencia de género normalizando comportamientos que vistos a través del arte cambian esa concepción de lo femenino y reconfiguran nuestro actuar ubicándonos en otro momento de esta lucha que no termina, por el contrario, continúa.
Foto Pa Ti (2015) es el disco con el que esta chilena se ha dado a conocer en el circuito latinoamericano de festivales. Ella desde México como centro de operación ha logrado ir posicionando su nombre y ha construido un sonido que la destaca dentro de lo emergente por su autenticidad.
12. Feralucia
Fue en 2015 cuando nos sorprendió la aparición de Paula Soto en la escena musical nacional. Desde Medellín, ella, ilustradora de profesión pero con la música dentro, quiso indagar en eso que la habitaba desde siempre y que nunca antes se había lanzado a explorar.
El Umbral (2015) fue el resultado de ese proceso creativo, uno que de colores, texturas y formas se tornó en sonido, uno que según ella “Suena a naturaleza, a llanto, a gritos, a emociones. A encuevamiento y a soledad. Suena a suspiros, y a máquina”.
Con ese álbum conocimos a esa Feralucia introspectiva, una que arrulla y acompaña con sus canciones a veces atmosféricas e intimistas que luego se tornan oscuras y hasta perturbadoras. En vivo la acompaña Otto Díaz, quien además fue productor del disco, y la puesta en escena del proyecto va más allá del sonido y explora un tipo de juego con los sentidos de quienes habitan su mundo mientras presencian su show con visuales y vestuarios que buscan recrear estéticamente la forma en que ella ve la música, la siente y la crea. Estamos a la espera de un segundo trabajo.
13. Mabiland
Chocoana radicada en Medellín, Mabely Largacha le ha dado vida y forma a un proyecto musical llamado Mabiland desde el 2016 con la publicación de un EP de cinco tracks titulado Ciclos, en el que plasmó las bases de su sonido sin que llegara ella misma a definirlo o enmarcarlo en géneros y categorías.
Algo de rap, con samplers de jazz y músicas del mundo. En ese primer EP vimos a una Mabiland cantándole al amor, con textos un poco ingenuos y temáticas juveniles, pero con una voz prometedora.
En 2018 llegó su primer larga duración con un sonido más definido, con una propuesta más redonda, navegando entre el jazz, el soul y el rap, con el uso samplers ya no discriminados desde lo meramente estético sino desde lo narrativo. Para 1995 (2018) nos encontramos con una Mabiland menos ingenua, haciendo uso de más instrumentos, y con mayor intencionalidad en sus juegos vocales, que si bien siguen siendo la mayor riqueza de su propuesta, aún se les nota la falta de academia y disciplina. Mabiland aún tiene mucho por explotar, su voz y la propuesta musical que ha construido en torno a ella darán de qué hablar en el futuro, tiene un potencial que esperamos explote y enriquezca a punta de estudio.
14. Lido Pimienta
'Pop Sátanico', así presenta Lido Pimienta su música, que es más bien un pop espiritual experimental.
Esta barranquillera radicada en Canadá lanzó en 2016 su segundo disco, La Papessa, sucesor de Color EP que luego fue LP, publicado en 2010.
Lido nunca se ha quedado quieta, le hemos visto publicar remixes y colaborar con numerosos artistas a lo largo de su carrera, tiene un voz poderosísima, una que deja claro que por sus venas corre no solo sangre africana sino la historia de su pueblo wayú. De ahí quizá que sus canciones sean cantos, repletos de atmósferas y texturas, colores y formas, en el presente más experimentales que siempre.
La Papessa (2016) está lleno de riesgos, también de samplers, loopers y pedales; y Lido además de meterse de lleno en la producción, escritura y composición, ha llevado su voz a lugares donde no la vimos o sentimos antes, con letras sencillas y a la vez profundas, cantos por los derechos del agua, canciones feministas, poemas, e historias.
15. Miss Bolivia
Con Alhaja (2011) desde el corazón de Buenos Aires, Argentina. Así conocimos el proyecto artístico de María Paz Ferreyra (1976), ‘loca’, directa, de alma viva. Rapera, cantante y psicóloga. Productora y DJ, activista, con la música como una forma de redención.
Miss Bolivia ha fusionado estilos como la cumbia, el hip hop, la cumbia villera y el reggae con mensajes que denuncian las críticas situaciones sociales y políticas de su nativa Argentina y que llegan de forma poderosa a Latinoamérica entera, sin adornos, con una ‘lengua que quema’.
Ella es artista y feminista, y como tal ha asumido de cabeza y sin miedo la lucha por la igualdad de género convirtiéndose en una abanderada del movimiento mundial que exige respeto y que desde la música y diversas expresiones artísticas ha permitido empoderar a la mujer abriéndole espacio al género en lugares y escenas que hasta no hace mucho eran dominadas únicamente por hombres.
Desde su primer álbum pasando por Miau (2014) y su más reciente larga duración, Pantera (2017), Miss Bolivia nos ha entregado rimas coherentes, ágiles y humanas. A nivel musical ha buscado actualizarse y adaptarse a lo que suena en la calle, que es sin lugar a dudas el idioma que la caracteriza. Hay en ese nuevo álbum, además de las mezclas que la identifican, ondas sonoras cercanas al pop, al dub y hasta el trap. Paren de Matarnos es un himno de esa lucha milenaria por la igualdad de género, una canción que suma, aporta, construye, y que contrario a lo que el concepto de ‘evolución’ propone, nos pone frente a una realidad cruel y brutal, en donde la mujer sigue siendo víctima mortal. Pantera es posiblemente el disco más feminista de Miss Bolivia, y no lo es porque sí, lo es porque así lo exige nuestro presente.
16. Ela Minus
Gabriela Jimeno nos ha demostrado con sus en vivo que la música es una extensión de los sentimientos más profundos de quienes la crean y también de aquellos que la viven desde el otro lado, quienes la aprecian y la consumen, pero no la ejecutan.
Para Ela Minus la música es inherente, muchos la recuerdan por proyectos como El Ratón Pérez y Balancer, pero su presente musical, con un proyecto en solitario conmovedor, envolvente y sincero está hecho a punta de sensibilidad, talento, máquinas, luces, figuras y formas, lleno de sintetizadores, secuencias y muchos sampleos: "Música que ilumina en tiempos de oscuridad" hecha en vivo a partir de máquinas análogas.
Adapt. (2017) fue el segundo EP de Ela Minus, lo trabajó con Andrés Nusser de Astro y Pol Infante, dos referentes de la escena musical de Chile. Y OK… (2018) es su más reciente entrega. Se viene un disco, uno que esperamos con ansia.
17. Elsa y Elmar
El pop espiritual con el que conocimos a Elsa y Elmar mucho antes de su álbum debut, Rey (2015), parece haber cumplido su objetivo y cerrado su ciclo. Elsa, esa bumanguesa de sonrisas infinitas y honestidad desbordante, nos conquistó en esa etapa de su carrera con una ingenuidad que inspiraba alegría y tranquilidad, su EP Sentirnos Bien (2013) está para la posteridad y escucharlo no solo es un ejercicio de memoria, también es una prueba tangible y armoniosa del camino que Elsa Carvajal ha recorrido hasta la actualidad.
Hoy su música va por otro lado, su propuesta tiene otra estética, Elsa ha crecido; muestra de esa transformación, que la colombiana ha hecho paulatinamente y de la mano de su público -que por cierto es cada vez más grande- son las nuevas canciones: Culpa, tengo fue la primera de ellas y nos reveló a esa Elsa que se ha construido de tarima en tarima, una arriesgada y atrevida, con un pop que evoluciona y se adapta a las dinámicas del mercado, uno que juguetea con el mainstream haciendo guiños a la Elsa de siempre, y que no es mas que el reflejo de un recorrido donde perdura la exploración. El resultado está lejos del existencialismo y la tristeza, más cercano al baile y al beat que conquista la radio comercial con facilidad.
Puntos Medios es el segundo track del que parece ser el segundo larga duración de Elsa y Elmar, un corte que va por la misma onda del anterior y que marca con fuerza el estilo que tendrá el sucesor de Rey (2015).
18. Lola Índigo
Mimi Doblas es por decirlo de alguna manera, la nueva estrella del trap hecho por mujeres en España, es hija de esos ‘talents shows’ como Fama, ¡a bailar! y/o Operación Triunfo (del que salieron Aitana y Amaia como finalista y ganadora y del que Mimi fue la primera expulsada) pero como bien lo dice ella “un programa como esos no determina el talento”.
Con su nuevo proyecto, Lola índigo, Mimi ha sabido unir sus dos amores, el baile y la música. El proyecto que a la fecha solo tiene un sencillo hecho hit inmediato, es una especie de Girl Band en donde Mimi (Málaga, 26) canta y acompaña a su ‘squad’, la mayoría también ex-participantes del mismo talent de baile: Mónica Peña (Fama a bailar 2018), Saydi (Zeppelin TV y #0), Laura Ruiz y Claudia Riera (Fama a bailar 2018) como bailarinas.
Ya no quiero ná es lo único que conocemos de ellas a la fecha, pero es un track lo suficientemente poderoso como para que le sigamos los pasos.
19. Delfina Dib
“Ser valiente se hereda, no se elige” rezaba Delfina en ‘instinto’, una canción del álbum debut de Zyderal, proyecto del que tenemos que hablar hoy por hoy si de Delfina Dib se trata, pues fue allí, con Zyderal, y en compañía del productor y DJ colombiano Camilo Zúñiga, donde conocimos a esta artista argentina de carácter rudo y poderosa voz. Delfina es puro talento y actitud, en sus shows en vivo es imposible quitarle la mirada de encima, ella se traga cada tarima que pisa con esa confianza que intimida, explotando en todo lo que hace eso que significa y representa ser mujer, de blancos a negros con grises y texturas infinitas, ni bien ni mal ni dulce ni agrio.
Futuro es el primer sencillo de Delfina Dib en su proyecto en solitario, uno que la muestra tranquila y ganadora tras haber sacado esa carta que tenía escondida y por la que ahora lo apuesta todo con la sed del que quiere beber.
Con una onda más trap y menos electrónica que sus movidas anteriores, Delfina explota en esta nueva fase esa fuerza del rap que tanto caracteriza su estilo, con un flow directo que nos hace divisar con claridad el futuro de su nueva propuesta.
20. La Ramona
Si no han visto en vivo a Daniela Ramona van tener que hacerlo para sentir en carne propia y con los pelos de punta lo que su poderosa voz puede generar en quienes la escuchan. La hemos visto en un circuito de bares bogotanos interpretando sus propios temas y covers de jazz y blues, pero luego de haber pasado por agrupaciones como Alligator, presentando su propia agrupación con la que busca hablar y hacer acerca de todo eso que lleva dentro y que le dan otro carácter a lo que su voz cruda puede narrar. Brío fue el primer sencillo que escuchamos de su nueva faceta, una canción que no necesita ser explicada, quienes la escuchan saben de inmediato el tipo de historias desgarradoras que podemos tener en futuro de esta compositora.
Profunda, íntima y poderosa, con la sensibilidad a flor de piel, casi siempre dolorosa y por ello mismo humana. Tal vez y La Jaula son otros de los cortes que hemos escuchado de su proyecto, uno que esperamos con ansia y expectativa. Blues y jazz, mucha oscuridad, todo ello en una voz única que brilla por sí sola.
21. Goli
Sara Rodas además de interpretar el piano y el violín, y de alternar su voz entre tonos agudos y graves, es Goli y está a la vez en Mr. Bleat y Uh lalá, el primero de los proyectos con inquietudes más electrónicas y experimentales, y el segundo, que según el formato de contrabajo, guitarra, percusión y voz, reinterpreta canciones de distintas épocas de la música francesa haciendo un recorrido por piezas de grandes artistas como Zaz y Édith Piaf.
Pero Goli es otra cosa, Goli es Sara, la profesional en canto lírico y referente indiscutible de la escena indie de Medellín. Goli es esa ventana a través de la cual Sara emprendió hace algunos años una búsqueda personal con muchos matices de melancolía, y donde la artista ha encontrado una voz interior, con una estética propia, única, y una sensibilidad de tonalidad oscura que evoca una sutil tristeza.
Primeras Nociones (2014) fue la primera entrega discográfica de Goli, música construida a partir de guitarras repetitivas, capas de voces, teclados y un acordeón, frases largas que invitaban a sumergirse en ondas delicada con un deje agridulce.
Otros Ojos (2018) es el nuevo disco, el tercero, y en ocho canciones que navegan con ese espíritu paisajístico entre oscuridad y melancolía, Goli se permite explorar con mayor profundidad las bases y las letras.
22. Dadalú
Hip hop folk pop soul, la apuesta de la chilena Daniela Saldías mejor conocida como Dadalú es bien experimental, a veces punk en su concepción del arte y su proyecto.
Fanática de Nirvana durante su adolescencia, Daniela se tomó muy a pecho una recomendación que según cuenta hizo en una entrevista Kurt Cobain: “En vez de gritar por mí, las chicas deberían agarrar una guitarra y tocar”. Fue eso lo que hizo Saldías y una sucesión de bandas escolares fueron ayudándola a encontrar su estilo, uno aún indefinido pero con el que se ha ido ubicando en la escena musical de su natal Santiago de Chile como una de las artistas más versátiles, con numerosos proyectos y una historia que se consolida paso a paso en la escena alternativa local pero que busca salir de allí a como dé lugar y crecer, buscando nuevos horizontes, más alternativas y oportunidades.
Tiempo Negro (2018) es su más reciente lanzamiento, un EP de 5 canciones creadas entre los años 2010 y 2014, pero que hasta ahora pudo grabar de la forma en que lo soñaba, con muchos instrumentos y buenos músicos que los tocaran y le dieran vida a esos textos que escribió en medio de una relación tóxica, tiempo que dejó atrás y que hoy recuerda como parte de su historia pero que escriben a la vez su presente musical: “Son canciones elaboradas que tienen hartas partes, que recrean una onda muy bacán, tiene banda e instrumentos reales, trompeta, saxo y gente que toca bien, no quise perder la oportunidad de grabarlo y lo hice con Cazador.”
Hay en este EP canciones bien elaboradas, con vientos y armonías que le dan un aire sofisticado y clásico a las inquietudes musicales de Dadalú, que se ven renovadas en esta entrega, que no pierde ese toque hip hop y pop de sus primeras creaciones.
23. Paola Navarrete
De la escena musical underground de Ecuador cada vez sabemos más, Da Pawn, La Máquina Camaleón y Mateo Kingman nos hicieron fijar nuestras miradas en los nuevos proyectos provenientes de aquel país donde musicalmente no pasaba mucho años atrás.
Pues bien, de esa escena que cada vez es más grande, con más espacios y más músicos, viene la dulce y poderosa voz de Paola Navarrete, quien tras interpretar pop alternativo en el circuito del indie en la ciudad donde nació, Guayaquil, se consagra ahora como cantautora, y con un proyecto propio, uno que lleva su nombre y que acaba de estrenar este año un segundo álbum.
Verde Fugaz (2018) es el sucesor de Ficción (2015), y en los dos, la voz de Paola es el foco de atención, cálida, armoniosa, sútil; pero en su segundo álbum se evidencia un crecimiento más hacia lo musical que a lo vocal (que sigue siendo perfecto).
En Verde Fugaz hay más guitarras, hay un pop con sintetizadores y baterías que se aleja de aquella faceta inicial de cantadora que la hacía ver un poco más niña, más ingenua, más sensible. Este disco tiene más fuerza, y puede ser, quizá, el punto de partida de un proyecto que ya va encontrando su lugar y se traza retos que están lejos de las casualidades.
24. Montañera
María Mónica Gutiérrez encarna a muchas mujeres, cada una de ellas con inquietudes particulares que se exteriorizan en diversos proyectos musicales, de diversas formas y con múltiples colores. Cada proyecto en el que María Mónica se involucra es diverso, y eso nos hace mirarla como una de las artistas más inquietas y versátiles de la escena musical colombiana actual, además su voz la hace única como artista, y su nuevo proyecto en solitario nos muestra su faceta como compositora explorada con mayor profundidad, más rica que en escenarios como Suricato o Ságan.
Montañera es el nombre de este nuevo proyecto, y Encarnación (2017), el título de su primer disco, uno producido por Carlos Quebrada con María Mónica en las composiciones, las letras y los arreglos. Canciones preciosas, con una dulzura que cautiva y que se acerca a lo latino alternativo indagando en unas inquietudes musicales que abren el panorama del pop y permiten explorar mas bien poco con la electrónica y profundizar más en sonidos colombianos tradicionales. Montañera llega para refrescar y proponer, María Mónica ha arriesgado y apostado en este proyecto, esperamos esa búsqueda continúe y llegue a más oídos.
25. Soy Emilia
A Juanita Carvajal le hemos visto dar pasos de gigante en la escena musical latinoamericana, en donde se dio a conocer en escenarios grandes y pequeños como la bajista de Esteman. Su proyecto solista salió el año pasado y nos lo presentó de manera concreta con un alter ego, Soy Emilia publicó un EP de tres canciones, y básicamente ha sido una prueba piloto para un larga duración que descubriremos este año. Mala Intención es el nombre de esa primera pequeña producción y recibió el nombre de uno de los tracks que la componen.
Pop puro, beats bailables y sintetizadores con percusión menor acompañando la dulce voz de Juanita, una que ha ido buscando poco a poco su color y perfeccionando su técnica. Así es este nuevo proyecto de la escena femenina nacional y con él cerramos este conteo de voces femeninas.
Juanita tiene un montón de inquietudes que se asemejan a procesos como los que vienen viviendo el mismo Esteman y la ya mencionada Elsa y Elmar, con sonidos que se acoplan muy bien a mercados como el mexicano, donde un grupo de artistas colombianos vienen posicionándose con fuerza y asimismo obteniendo resultados con públicos cada vez mayores en el país azteca.
Hasta que salga el sol es el primer sencillo de Reconstrucción (2018) y sigue las pautas de ese primer EP. A Soy Emilia hay que seguirle la pista, su proyecto suena en vivo bien lejos de los sintético que resulta en estudio, más arriesgado a nivel musical y lejos de los lugares comunes del pop actual. El proceso nos mostrará el camino que Juanita Carvajal seguirá en la búsqueda de un lugar que la diferencia del resto, esperamos.