Bob Marley de amor, perdón y reconciliación
Quién iba a imaginar que un niño nacido un 6 de febrero de 1945 en Jamaica iba a ser el encargado de ser el portador de un mensaje de amor, paz y reconciliación a través de la música… Y así fue, Robert Nesta Marley Booker dedicó su vida a sanar y salvar el mundo a través del sonido, a través del mar hecho música, hecho Reggae. Tal vez porque desde pequeño vivió la diferencia y la segregación al ser hijo de un inglés y una mujer nacida en Jamaica. Bob nunca fue ni blanco ni negro, y en un mundo que se ha encargado de señalar la diferencia y polarizar la diversidad de colores, el pequeño Bob era un arcoíris, aunque ni los niños de su barrio ni él mismo fueran consciente de eso.
Pese a esa situación, ni el odio ni el rencor habitaron su corazón, todo lo contrario, con los años perfeccionó su habilidad para llenar de amor al mundo y reconciliar las diferencias con canciones. Ejemplo de eso fue aquel día que, en medio del One Love Peace Concert en el Estadio Nacional de Kingston Jamaica, Bob invitó al escenario a los opositores políticos Michael Manley y Edward Seaga para que se dieran la mano mientras sonaba su emblemática canción Jammin. La isla vivía un momento difícil y doloroso con una guerra civil entre pandillas, había violencia, amenazas, miedo y Bob creía, más que nunca, que la música, el Reggae y el mensaje eran la única arma para vencer tanto odio.
Los ejemplos son muchos, pero tal vez uno de los más determinantes fue cuando le hizo frente al exilio que tuvo que vivir por amenazas y ataques directos que recibió él y su familia. Y allí, una vez más, lejos de su hogar, en vez de reprochar y señalar las amenazas que lo habían obligado a partir, la música fue el camino para hacer catarsis y así componer uno de sus mejores albumes: “Exodus”, un tratado musical para denunciar pacíficamente, enfrentar y vivir la experiencia de ser arrancado del territorio, de su familia, de la tierra de sus ancestros. Una invitación para, con amor, unidad, colectividad y determinación, regresar a nuestras raíces, no olvidar quienes somos, regresar a casa.
A lo largo de sus 36 años fueron bastantes las acciones y particularmente las canciones que demuestran que Bob Marley fue, es y será una figura clara y necesaria para el perdón y la reconciliación. Cada una de sus letras es sanadora. Denuncias propositivas, un cambio de vibración a través de sus melodías, ritmo e historias que invitan, a quien escuche, a ser más consciente y contribuir con su actitud, a salvar el mundo.
Es difícil hacer, entre la extensa discografía de Bob Marley, una lista de canciones que representen su invitación a perdonar, respetar al otro y reconciliar las diferencias. Tal vez porque ese, precisamente, es el común denominador de todas sus composiciones. Sin embargo, estas son las cinco que resuenan en mi, recordando su muerte que en realidad es vida infinita ya que se eternizó con cada una de sus melodías.
¿Cuáles recuerdan ustedes?