1.000 músicos interpretan ‘Killing in the Name’ al tiempo
Desde los primeros acordes que tocaron, la agrupación californiana Rage Against The Machine se convirtió en un statement de lucha social para muchos de sus seguidores y su primer disco homónimo, publicado en 1992, nació como un manifiesto de rebeldía, un archivo de memoria sobre lo que se vivió en la década de los años 90.
Durante 52 minutos,Tim Commerford, Zack de la Rocha, Tom Morello y Brad Wilk, hacen de la rabia y la indiferencia un camino musical hacia el activismo político, para hacer frente a la represión estatal del gobierno norteamericano. Es importante rescatar episodios puntuales en los que su música fue incómoda para el poder, como su enfrentamiento con el partido Demócrata en agosto del año 2000.
Todo en el álbum tiene una razón y una historia, desde la grabación y la construcción del tracklist, hasta la portada del álbum: una fotografía de Malcolm Browne que retrata el momento preciso en el que un monje se inmola como protesta a las persecuciones que sufrían los budistas durante el gobierno de Ngô Đình Diệm, previo al inicio de la guerra de Vietnam.
Killing in the Name fue el sencillo promocional del álbum y alcanzó el primer lugar en las cadenas de radio más importantes e incluso sonó completa en BBC Radio 1 en 1993. Morello, durante una lección de afinación, encontró la melodía del riff y cuenta: “Estaba justo tocando el bajo en una lección de guitarra y estaba enseñando a un alumno sobre la afinación del descenso de Re mayor”.
27 años después de su estreno, Rockin ‘1000, la banda de músicos voluntarios más grande del mundo (cuenta con más de 1.000 colaboradores), quienes interpretan las canciones de sus agrupaciones favoritas desde el 2015, publicó una nueva versión. El pasado 9 de agosto, el estadio Commerzbank-Arena de Frankfurt, Alemania, fue testigo de toda una descarga de guitarras, baterías, saxofones y voces que coreaban al unísono “And now you do what they told you”. Escuchen y sientan cómo se eriza la piel con esta nueva versión, a 1.000 voces, de Killing in the Name: