Vorágine presenta un poema sombrío a la vida, el dolor y la belleza llamado ‘Esplín’
A veces nos enfrentamos a una oscuridad infinitamente dolorosa, a un mar de sombras que nos ahoga y nos desgarra cada centímetro de piel. Pero también a veces, mientras estamos atrapados en estas corrientes de tristeza, podemos notar una belleza que se mueve junto a nosotros. El desespero tiende a no dejarnos ver que en lo oscuro habita la luz y en honor a ese juego de luces y sombras que es la vida, Vorágine presentó su nuevo álbum llamado Esplín.
Este es un disco que nació en pandemia y que es un poema muy sutil que nos invita pausar todo y escuchar con atención, no solo las tres canciones que componen la producción, sino el mundo que nos rodea, para enfrentar el presente y su desazón como un acto de resistencia; ya que a pesar de todo seguimos respirando y seguimos siendo capaces de soñar con la belleza.
Enmarcado en el sonido del post black metal, Vorágine creo un álbum ambiental lleno de sensaciones sonoras cuyas composiciones fluctúan entre la calma absoluta, hecha con acordes lentos y tristes, percusiones atmosféricas y sonidos experimentales que en un segundo se vuelven un golpe eufórico, pesado e intenso, lleno de furia y euforia.
Esplín cuenta con la participación de Dj Last Pulse (Mateo Rivero), radicado en Italia, y con la voz de Miguel Castro, vocalista de la banda Incendiariat, quienes aportaron con unos arreglos algo experimentales a dos de los cortes del álbum. Esta es la tercera placa de esta banda que conocimos gracias a Demo Estéreo.
Disfruten de Esplín.