Sientan el brío de Tumaco con “Batea” el primer disco de Bejuco
El bejuco es una planta de tallos largos y flexibles, cuenta la historia que se usaba para amarrar las cargas antes de que los hombres se las pusieran al hombro. Bejuco también es una agrupación que nació en el año 2015 en Tumaco, y que amarra, así como la planta, la música tradicional con ritmos urbanos como el afrobeat.
Esta agrupación se recarga con el brío de los 10 espíritus jóvenes que la componen. Por la sangre de sus integrantes corre la música tradicional del Pacífico, pero también otros ritmos como el afrobeat nigeriano, que ha logrado sacudir sus cimientos.
Bejuco toma la forma de unos guardianes de la tradición pero también la de excavadores de otros sonidos, mezcla esos saberes y como resultado entregan “Batea”, su álbum debut, un amasijo nutritivo de sonidos que van desde el bambuco del litoral caucano y nariñense hasta ritmos africanos.
Su primera placa discográfica ha sido lanzada bajo Discos Pacífico, un laboratorio creativo para la creación, producción, promoción y circulación de la música del Pacífico colombiano. Bejuco fue una de las agrupaciones ganadoras de la convocatoria de Discos Pacífico, en la que no solo se les brindó herramientas pedagógicas sobre el negocio de la música sino la grabación de un disco con Ivan Benavides y Cerrero (Diego Gómez), fotografías y videoclip.
El trabajo compuesto por 12 tracks fue grabado en los míticos Estudios Audiovisión, mezclado en Llorona Records y masterizado en Inglaterra por Frank Merritt en Carvery Studio.
Una semana después de haber lanzado “Batea”, Bejuco presenta el video de la canción homónima. La pieza audiovisual se grabó en las antiguas instalaciones de la Planta de Electricidad de Tumaco, abandonadas desde 1979, después de ser arrasadas por el tsunami que afectó las costas del Cauca y Nariño. Las demás tomas se hicieron al lado del mar mientras la marea estaba baja.
El clip fue producido por Discos Pacífico, la realización audiovisual estuvo a cargo de SixZero Media y contó con la participación de bailarines de la escuela de danza Pacific Dance de Tumaco.
Hablamos con Juan Carlos Canquita, uno de sus integrantes, sobre este nuevo disco.
¿Qué ha pasado desde su surgimiento en el 2015 hasta hoy que están lanzando disco?
Pasaron muchas cosas, primero estábamos tocando instrumentos tradicionalmente únicamente. Luego decidimos armar una banda e incluimos teclados, guitarra, bajo, también teníamos trombón, trompeta y saxofón. Pasamos a ser una banda con un sonido de salsa y timba, sonidos que en Tumaco se consumen mucho, nos influenciamos mucho de agrupaciones como Bahía o Herencia de Timbiquí.
Cuando escuchamos sobre la convocatoria de Discos Pacífico nos inscribimos, con mucha expectativa. Luego nos dieron la noticia de que pasamos y cuando nos entrevistaron vimos quiénes estaban detrás: Diego Gómez e Iván Benavides.
¿Cómo fue el proceso de trabajar el disco con ellos?
Nos aportaron mucho desde la preproducción. Fue una experiencia muy enriquecedora porque con el asesoramiento de ellos fuimos encontrando ese sonido que tiene el disco. La verdad es que nosotros con el ánimo de explorar estábamos perdiendo mucho de nuestra identidad, nuestra forma de cantar, el chureo, que es lo que identifica al canto pacífico.
Los maestros Iván y Diego nos hicieron ver que estábamos alejándonos de nuestra música, de nuestra forma de cantar, nuestro timbre pacífico que se da en el canto del Pacífico o del bunde. Ellos nos hicieron entrar en conciencia de esto y luego en esa búsqueda de referencias nos llevaron a la música africana que iba muy acorde con lo de nosotros. Tratamos de amarrar la música de nuestros ancestros del Pacífico con los ancestros de África. Se logró una fusión que no estropea nuestra forma de cantar.
¿De qué forma “Batea” representa la esencia y el alma de la música de Tumaco?
El canto de Tumaco es diferente al de las otras zonas del Pacífico. Tiene mucha fuerza y va más ligado con el golpe de mar, que es más fuerte que los de río, que son más suaves, con una velocidad más lenta.
“Batea” representa mucho ese golpe. Hablar de batea es hablar de un elemento que es muy utilizado en el Pacífico por las personas que van al río para lavar la ropa o los que trabajan en las minas de oro, también por los que venden chontaduro, que se lo ponen en la cabeza… es el legado que nos dejaron los ancestros.
¿Cuál es la invitación para las personas que no han escuchado este disco?
La invitación es a que se curen con este álbum, a que se transporten al Pacífico, a que lo gocen, le den cariño en las redes. Fue hecho con amor, cariño y respeto hacia nuestra tradición