Radiografía de un nuevo Artefacto
Una de las bandas más relevantes del rock hecho en Medellín en la década pasada regresó luego de varios años de silencio. Así es el Artefacto de 2017.
Sin mente, así regresó el cuarteto de rock paisa integrado por Felipe Carmona, Alejandro Velásquez, Juan Camilo Henao y Diego Layos, en reemplazo de Andrés Guerrero, quien en 2013 decidió parar para dedicarse a otras cosas, para oxigenarse de influencias y para aprender a hacer música más allá de los instrumentos que usaban en esa época: guitarra, bajo y batería.
Así entonces este conjunto de músicos mutó, y de esa amalgama sonora salieron un productor musical, un emprendedor digital, un músico que se dedicó a explorar su instrumento y otro que se obsesionó con el sonido para entender nuevas formas de hacer canciones. Cuando todo esto había pasado, y cada uno había recogido aprendizajes por separado, estos elementos volvieron a juntarse y quisieron hacer música “con los ojos cerrados”, pero guiados por ese lazo místico que tal vez es más fuerte: el del sonido hecho con amigos.
En Radiónica quisimos conocer a fondo las historias de Artefacto: del que se fue, del que regresó y del que sueña con hacer canciones.
¿Por qué Artefacto se ausentó de los escenarios?
Felipe Carmona: Yo diría que cada uno se dedicó a sus cosas, a sus actividades. Yo me dediqué a la música de lleno, a estudiar otros géneros como la electrónica y logré desarrollar una perspectiva de la música en general.
Alejandro Velásquez: Cuando con Felipe creamos Artefacto tenía una pregunta y era cómo vivir de la música. En ese camino armé una empresa alrededor de eso y me sumergí en ella, también me dediqué a estudiar música.
Juan Camilo Henao: Fueron años de tocar con varias bandas: Rey Gordiflón, Radiocaliente, y un proyecto de synthpop en el que estoy también dando el salto a la producción que es Sweet Machines.
¿Todo ese conocimiento de la música adquirido en estos años, cómo puede enriquecer el sonido de Artefacto?
Todos: Hablando meramente de lo técnico, de procesos de edición y producción, sin que nuestro sonido rock se convierta en otra cosa, pueden hacer que el rock que hacemos sea más contundente, que se oxigene la banda.
¿Cómo nace la decisión de regresar a hacer música como Artefacto?
Juan Camilo: Todo inició con un grupo de WhatsApp que yo creé donde invité a Felipe y Alejo y les dije que íbamos a tocar, que todo estaba ya listo, que lo hiciéramos “sin mente”. Afortunadamente ellos aceptaron.
¿Cómo nace Con los ojos cerrados?
Felipe: Parte de la idea de volver, además de concierto, era hacerlo con una canción nueva. Yo propuse la idea de esta canción, que ya luego todos enriquecimos y grabamos. Fue un proceso rápido, de dos días.
Alejandro: Cuando nos reunimos a grabar nos dimos cuenta que la energía de hacer estaba intacta, que seguíamos conectados. Era más difícil ponernos de acuerdo en los tiempos por las ocupaciones que tenemos. Estamos disfrutando de esta nueva temporada de Artefacto.
Felipe: Ahora estamos muy maduros en muchas cosas, no caemos en discusiones por cosas tan sencillas como un acorde en una canción, ya estamos más tranquilos y podemos ser más permisivos en algunas cosas.
¿Qué viene para Artefacto en esta nueva etapa?
Juan Camilo: Queremos seguir con esa inquietud creativa, no queremos parar de componer y de sacar canciones nuevas. Queremos salir a tocar, disfrutar entre nosotros de esa camaradería y ese parche que es estar sobre un escenario y disfrutar de esa energía que pocos tienen la oportunidad de vivir.
Alejandro: Nos gustaría armar un taller creativo donde podamos hacer todo eso que quisimos, imaginarnos un concierto de equis forma y con nuestras herramientas llegar a realizarlo. Queremos cumplir sueños.