Parlantes vuelve a contar a Medellín en su nuevo EP
Sonidos constantes de una cadena moviéndose por unos piñones, casi percutivos; una narración en inglés en la que se reconocen palabras como Colombia y Nairo Quintana; un ritmo formado de batería, bajo y guitarra que se integra con ese traqueo inicial, una melodía de teclado y un riff; una voz gruesa a la que se le notan los años pero sigue sonando fresca, canta “Regia cadencia, biela cadencia” canción que da inicio a 16 minutos de música, formada por cuatro canciones, todas diferentes entre sí.
El sonido ya característico de una banda con más de 15 años de existencia y la poesía sencilla con rasgos cotidianos, son los sellos característicos de Parlantes, que en 2020, de la nada, nos sorprende con “El sueño de Pedro”, un EP que muestra, desde lo musical y narrativo, a una agrupación que suena a Medellín de forma única.
Así, montados en esa misma biela que abre el disco, nos llevan en un viaje por realidades paralelas: gestas épicas arribando a sitios emblemáticos como Mont Ventoux, Tournalet, Covadonga; pero a la vez las pedalearas cotidianas en Medellín hacia los altos de Palmas y el Escobero.
Parlantes, además en un videoclip colaborativo, reivindica ese ejercicio cotidiano de montar cicla, que también se convierte posiblemente en una metáfora del camino que encumbramos, día a día, cuesta arriba y de nuevo en descenso ("Cuando el mundo se pone… Asciende, trasciende”).
A partir de dos sueños que tuvo Pedro Villa, bajista de la banda, se construye una poesía narrada (ya sello característico de Parlantes) que solo necesitó instrumentación para convertirse en canción insignia del EP. Esta, que aporta el nombre al álbum, toma prestados versos de Calderón de la Barca para abrir y cerrar el relato surreal.
Al final, la radio y la calle son el escenario para contar, “Sin visa y sin visajes” como exclama Pedro, sus historias, propias e inventadas.
Con canciones rápidas, melodías pegadizas, riffs contundentes, pasajes lentos, pero más que nada, mucha prosa (propia y referenciada), Parlantes vuelve a contar, a su manera, a Medellín, su Medellín, la misma que aparece por fragmentos en canciones como “Equis Balada”, “Crónica de Indios” y “Camino al Valle”. Esa Medellín que está plagada de historias por contar.
Pero el sueño de Pedro no termina aquí. El sueño se prolonga, como quien despierta por un momento pero retoma el curso de su historia onírica, así mismo Parlantes afirma que este solo es el primer episodio de un cuarto disco que, según el sueño del mismo Pedro Villa, haga que la banda llegue a otro estado, para ellos y para quienes encuentran valor en su música y su narrativa.