“Inmarcesible”, la canción tumaqueña que le canta a la vida y a la paz
En medio de un manglar lleno de agua, de ramas entramadas que son como un refugio para miles de animales y casa para muchas personas, hay una balsa de madera. Allí hay varios cuerpos de personas que parecen inertes. También en otra balsa hay un hombre cubierto de un líquido viscoso negro que escurre aceitoso en su cuerpo: todo parece indicar que se trata de petróleo o de un mineral extraído de esa tierra que está debajo del agua. Luego, en otra de las balsas hay un hombre cantando.
Lo hace con todo el sentimiento: es un himno de una población periférica, golpeada por el dolor y que reclama justicia, equidad y protección de la vida. Se trata de “Inmarcesible”, una canción de Plu con Pla que a ritmo de reggae, con una marimba solemne, nos sumerge en una aparente paz que se potencia con el paisaje del manglar y luego el mar, pero que rápidamente con una letra que llega al alma nos adentra en un sentimiento amargo.
“Nunca cesó la horrible noche”, dice una voz ronca de un hombre, mientras que otra, habla de los ríos contaminados, la sangre derramada, los pueblos indígenas y negros dolidos por una guerra que no acaba.
De acuerdo al maestro Iván Benavides, productor de la canción, “Inmarcesible tiene una conexión con lo ancestral y tiene todo el potencial para lograr un lugar importante en las músicas del Pacífico y aportar al fortalecimiento de la re-territorialización de la cultura y los procesos musicales de la región”.
“Este sencillo es un acto de las nuevas independencias. Colombia necesita independizarse del racismo, del empobrecimiento de sus comunidades, de la historia que nos han contado y que no tiene en cuenta a nuestras comunidades”, asegura Harold Tenorio, bajista y director artístico del Plu con Pla, que significa plumuda con plátano, refiriéndose al pescado más popular en Tumaco, que a la vez, como la música es alimento y vida.
Esta pieza hace parte de un nuevo álbum de la agrupación que fue grabado en el Centro 321 de la Universidad ICESI y que contó con la participación de destacados artistas como los maestros Iván Benavides y Constantino Herrera.
El videoclip fue realizado por el cineasta afrocolombiano, Jhonny Hendrix, que cuenta con la participación de Sankofa, una de las agrupaciones de danza afro-diaspórica más potentes del país y que cuenta con 25 años de experiencia.
Esta producción es posible gracias al proyecto Potencia Étnica Audiovisual, una iniciativa de Manos Visibles y The Warner Music Group, Blavatnik Family Foundation Social Justice Fund que contribuye a la construcción de equidad racial y de género en Colombia a través de la creación y distribución de nuevas narrativas étnicas sonoras y audiovisuales que cambien los referentes y fomenten la inclusión desde el poder de la diversidad.