Diamante Eléctrico lanza un manifiesto de poder feminista
“Los chicos sí lloran
Tengo el corazón de papel
No creo en Superhéroes
Yo me voy con la heroína
Que decide por su vida y su cuerpo
Los chicos sí lloran
Porque nos tiene que doler”.
Con un emotivo estribillo, la banda colombiana Diamante Eléctrico lanza "Los chicos sí lloran",el que es uno de sus temas más políticos a la fecha; una canción que se puede leer y escuchar como un manifiesto de solidaridad, en el que muestran un dolor descarnado, una vulnerabilidad temeraria y el claro actuar que viene tras la indignación y la injusticia.
Esta vez, el móvil que los atraviesa profundamente es la desigualdad de género que se evidencia en los feminicidios, en los arbitrarios roles de género, en la disparidad de oportunidades y en los límites impuestos en una cultura tradicionalmente machista.
“Entonces, ¿un ser humano por ser lo que le tocó, por naturaleza o impuesto (por esquemas patriarcales) puede ganar más dinero, tener más pelos en el cuerpo, votar, expresarse libremente y hasta decidir por el cuerpo de sus pares femeninas y ellas no?”, expresan de manera contestataria los integrantes de la banda.
La canción además de abordar implícita y explícitamente temas como el techo de cristal (la brecha laboral entre hombre y mujeres), el poder femenino, la sororidad y la figura del héroe (convencionalmente interpretado por un hombre), también habla de la diversidad sexual y reconocen que el futuro están en las manos de las mujeres, sus aliados y todas las personas disidentes de género.
“Les tenemos noticias, los chicos sí lloran, las chicas sí dan la pelea y el resto de los géneros que hay entre ellos dos son la materia prima de lo que tiene que estar hecha nuestra sociedad en el futuro”.
El sencillo viene acompañado de un vídeo ilustrado de imágenes poderosas, en las que vemos militancia feminista, expresión subversiva, profunda fragilidad e imágenes muy emotivas que nos hacen enchinar la piel y por qué no, llorar. El vídeoclip muestra algunas víctimas que se han convertido, precisamente, en la cara visible de la violencia contra la mujer, por eso podemos ver a Yuliana Samboní, a Rosa Elvira Cely, a la mexicana Angie Michel, a Daniela Quiñones, a Eilyn Catalina y a Heidy Johana Soriano y a su hija Celeste.
“No queremos ser superhéroes, no vinimos a salvar a nadie, aquí nadie quiere ser rescatado, aquí lo único que debería haber es silencio. Silencio de siglos de luto, silencio para escuchar lo que nos han tratado de decir por años, silencio por nuestro silencio cómplice. Y después de eso, una revolución. Una revolución sin género.”, afirma la banda.
Hablamos sobre la canción con Juan Galeano y Daniel Álvarez.
¿Qué los motivó a escribir una canción sobre la desigualdad de género y el poder femenino?
La motivación real es hablar no de un sistema que está roto, sino de un sistema que está mal planteado. Llevamos siglos de un sistema obviamente machista, obviamente patriarcal, y siento que simplemente ya es momento de cambiar; ya ha corrido mucha agua debajo de ese puente y es momento de dar el espacio real que merecen las chicas en todos los aspectos de la vida social. También sobre los roles de género, hablamos sobre qué se supone que debes ser tú por ser hombre, qué se supone que debes ser tú por ser mujer; estamos absolutamente en contra de eso y quisimos, de alguna manera, plantear una canción que hablara un poco de eso, de nuestras fragilidades, y hablar directamente de nuestras fragilidades como hombres y obviamente, lo más importante es dejar el silencio cómplice del que hemos sido parte durante la mayoría de nuestras vidas.
En la canción expresan no buscar redención, ¿cuándo deciden no copiar, no comulgar más con el patriarcado y usar su plataforma para difundir estos mensajes?
El no buscar la redención viene desde el punto de vista que nosotros nos consideramos, como debería considerarse cualquier hombre en este momento, parte del problema porque venimos con unas enseñanzas casi celulares de un “deber ser”, de unos roles de género que nos parecen un poquito absurdos. De las más grandes diferencias artísticas que hemos tenido han sido con chicas, como Alison Mosshart en el “Naufragio” o Francisca Valenzuela en “Nefertiti” del álbum “Buitres & Co”; en ambas canciones ellas fortalecieron nuestra vida, nuestro entorno, fortalecieron toda la conversación. Entonces, nosotros simplemente no buscamos redención en el sentido de que no estamos exentos de error, culpa ni falta, simplemente buscamos reentendernos y decirle de chico a chico a la gente “hey, entendámonos” sin una retórica violenta, sin engaños y sin nosotros ser los líderes de este movimiento, sino siendo una voz más que invita de hombre a hombre a reentendernos.
“Los chicos sí lloran, porque nos tiene que doler” es un claro mensaje de que los hombres también pueden ser aliados del feminismo, ¿cómo viven esta experiencia de vida?
Nosotros como Diamante nos consideramos feministas desde hace muchísimos años y somos aliados del feminismo desde el lado que estamos dándole la espalda al patriarcado y todo lo que nos han enseñado el sistema, el cual está planteado de esa manera. Entonces, hoy en día, es simplemente entender que estamos del lado de la mujeres, que estamos pidiendo sus mismos derechos, que estamos pidiendo una paga igualitaria, que estamos pidiendo que hayan espacios de trabajo, de visibilidad mucho más grandes, especialmente en nuestra industria, en la cual sentimos hay una parte a la que le hace falta mucho las voces de las chicas, por eso nos consideramos feministas de corazón.
El vídeo musical le da cara a un dolor interno mostrando los rostros de algunas víctimas de feminicidio y transfeminicidio, ¿les atravesó de una manera específica alguno de esos casos?
Yo debo confesar que lloré la primera vez que vi el vídeo, que es un manifiesto fuerte de siglos de dolor y muestra una realidad cercana colombiana. Obviamente no quisimos ser tibios con el asunto, sino que quisimos realmente dar un poco cara a las víctimas mostrando varias víctimas de los años recientes como Rosa Elvira y Yuliana Samboní, los cuales fueron casos muy sonados en el país y que son la cara de un movimiento. Siento que todavía hay que seguir hablando de estas cosas porque esos horrores no deberían pasar nunca. Igualmente, quisimos hacer esto porque sentimos que es algo de lo que hay que seguir hablando y poniéndole la cara de esas víctimas que tanto nos duelen.
El tema transmite solidaridad, vulnerabilidad, empatía e indignación, ¿podremos seguir encontrando estas emociones en lo que se viene para Diamante Eléctrico?
Sobre todo la vulnerabilidad es una cosa que nosotros hemos abanderado desde hace unos años internamente, digamos no siendo vocales al respecto, simplemente entendiéndonos nosotros Juan y yo como seres vulnerables; somos gente que puede llorar, que se enamora y que de enamorarse y de toda la fragilidad de ello vienen grandes letras, grandes ejercicios artísticos. Nos consideramos gente muy sensible y lo vivimos, y para el arte es necesario vivir esa fragilidad, entonces si bien los “Los chicos sí lloran” es el mensaje más concreto como abanderando un movimiento (por así llamarlo) el álbum viene completamente abierto, es un libro abierto sobre todo del momento que vive Juan, como persona, como nativo del amor, como todas las cosas que nosotros sentimos, porque refleja mucho la vida de Juan pero también hay mucha voz mía ahí y ejercicios de fragilidad. Hay una canción que ya oirán que es un tema casi acústico, donde somos Juan y yo aceptando que somos un desastre, entonces esos sentimientos vienen en el disco completamente.