Chaparral Quiere Rock: Diez años de sonidos extremos en el sur del Tolima
Estamos a pocas horas para que los riffs de las guitarras distorsionadas del death metal y el “tupa tupa” en los bombos del thrash, los mensajes cargados de denuncia social en el punk y el baile colorido en el ska se tomen la Casa de la Cultura de Chaparral en la Décima versión del Festival Chaparral Quiere Rock, que se celebrará el 5 de noviembre. 10 bandas en vivo, más de 10 horas de música, Feria Comercial y de Emprendimiento, entre otros eventos con los que se espera cumplir con esta cita anual del rock en el sur del Tolima.
En estos diez años de historia y entre bambucos y sanjuaneros, Chaparral Quiere Rock ha avanzado significativamente en la acogida de este ritmo musical entre los pobladores de una subregión que, por décadas, solo tuvo presencia del conflicto armado. Hoy, para esta versión, el Festival cuenta con el apoyo de la Dirección de Cultura Departamental de la Gobernación del Tolima, de la Alcaldía de Chaparral, de cuatro empresas del municipio, de tres hoteles y de la ciudadanía local.
Este apoyo es importantísimo, pues cuando iniciaron con esta apuesta cultural, en diciembre de 2011, “pocos paraban bolas”. Las bandas que llegaban al evento les tocaba pasar la noche durmiendo en el mismo lugar donde se realizaba, es decir, en la Casa de la Cultura, porque no había dinero para el hotel, “pero siempre todos con la mejor energía”, recuerda William Rincón Prada, director del festival.
“Son 10 años de lucha, 10 años de sacrificio, 10 años en el que le hemos mostrado al municipio otros escenarios culturales. Para esta versión, tendremos un ingrediente adicional que es la Primera Feria Empresarial y de Emprendimientos Chaparralunos, en el que tendremos entre 15 y 20 emprendimientos del sector agropecuario, de la salud, del arte, de la cultura, de los textiles, etc. Esta es una contribución más que hace el Festival al desarrollo socioeconómico del municipio y esperamos que, de esta manera, mostrar alternativas de encuentro. La Feria es un espacio de entrada libre y busca que todos los públicos puedan llegar a este espacio”, relató el gestor del festival.
El cartel
En esta versión, tendremos encabezando cartel a la banda liderada por Diana Cañón, Ursus (thrash metal), que estará acompañada de los sonidos sinfónicos de Improntus Ad Mortem (gothic metal), así como la propuesta mística de Ynuk (folk metal andino), las demoledoras melodías de Exequia (death metal), la fiesta musical con Mr. Bufus (ska), la descarga punkera con Asma (punk rock), tal vez botaremos la cabeza con el poder de Psylock (nu metal), el sonido ochentero en Kroenen (grunge), la magia rítmica en RadioÉlite (indie rock) y la mezcla electrónica con Damaca (rock fusión).
“Vamos a tener a disposición, para control de aforo, unas manillas con un número, que podrán adquirirlas en algunos lugares aquí en el municipio y que tendrán un valor de 3.000 pesos. Con estas, podrán participar de la rifa de algunos obsequios dados por las bandas u otros elementos en el Festival. Serán 10 bandas, una de estas será Ursus y Ynuk, agrupaciones de Bogotá que estarán tocando en Rock al Parque, por lo que es un cartel de gran nivel el que llegará a Chaparral”, explicó William.
Algo de contexto
Entre 1998 y el 2000, se vivieron momentos difíciles en esta región. Para aquellos años, en los que el canal natural profundo del Cañón de las Hermosas era el epicentro de la guerra en el sur colombiano, a quienes mostraban ciertos gustos considerados “no habituales” en ese panorama, se los hacía objeto de amenazas por algunos grupos armados ilegales.
Además del contexto histórico que rodeó, hace muchos años, estas tierras del sur, está el aspecto musical. Cualquiera ubicaría sonoramente a este municipio en el sonido del bambuco y el sanjuanero, propios del Tolima Grande. Un municipio, cuya tradición evoca los aires de maestros como Arnulfo Moreno y Patrocinio Ortiz, hoy alterna su historia con la estética rítmica del rock.
“Una de las cosas más importantes en lo que ha contribuido el Festival, en contextos como el chaparraluno, es mostrar a la comunidad esos procesos de tolerancia, de respeto hacia los demás. Sabemos que la música une, que el arte une, pero no podemos desconocer que, en zonas como Chaparral, que está emergiendo estos sonidos y que se empiezan a ver unos matices culturales diferentes en cuanto a lo cultural, hablar de un rockero, un punkero o hasta un rapero era pensar en el feo de la comunidad. Eso hoy ya ha venido transformando en la mente de la gente. Ya no es lo mismo hablar hoy de estos géneros musicales que cuando iniciamos, que salía el cura a rechazar el apoyo a este festival a este tiempo, en el que ya el sector comercio nos espera, la comunidad ya sabe quiénes somos nosotros. Ya el festival se ha metido en el corazón de los chaparralunos”, recordó Rincón Prada.
Se espera con este certamen musical, cultural y de emprendimiento que más entidades y la sociedad en general, sigan reconociendo los ritmos fuertes enmarcados en el rock como un sonido tan propio como lo son otros géneros musicales nacionales. Chaparral Quiere Rock será, como muchos festivales de rock, una lucha incansable contra la estigmatización, la violencia y en pro de la inclusión.
Destroy: el metal del sur del Tolima, en Rock al Parque
Y es que el rock en el sur del Tolima tiene dos elementos importantes en su historia, que coincidencialmente están articulados a dos personajes claves en este proceso. Se trata de Alejandra Buitrago Reyes y William Rincón Prada, quienes además de ser dos de los gestores del Festival Chaparral Quiere Rock, con 10 años de historia musical, son también los líderes de la banda de thrash metal Destroy, la única que existe en esta región, en dónde ser metalero era, hace algunos años, tres veces más difícil que en cualquier otro lugar en Colombia. De allí proviene está banda que hoy se convierte en la primera de su género y de esta región del país en subirse a la emblemática tarima del Festival Rock al Parque, en Bogotá.
Destroy fue creada a mediados del 2012 por Alejandra Buitrago y William Rincón, a la que ahora se suma el baterista Sebastián Aragón. Hoy, estos tres músicos serán parte del cartel del Festival gratuito de rock más grande de Latinoamérica, una proeza que tal vez sea un elemento menor para una agrupación de otras latitudes, pero que para el contexto cultural en el que se vive este sonido, es algo muy significativo.
“Nuestra música, que es el thrash metal, es inspirada a partir de la necesidad de dar a conocer a la sociedad lo que se ha vivido en Chaparral y el sur del Tolima con el tema de la violencia; cosas como el secuestro, la corrupción y el conflicto armado en general han permeado nuestra región. Pero también queremos mostrar con nuestra música la historia que tenemos como descendientes pijaos. Es una necesidad de escupir todo eso”, relata Alejandra Buitrago, guitarrista y vocal en la alineación.
Realmente, Alejandra y William, con Destroy, escriben una página importante en la historia musical del sur del Tolima, impulsando una propuesta musical alterna a los bambucos, los sanjuaneros y la música popular liderada en Chaparral por el maestro Juan Carlos Zarabanda y demostrando que hasta en el metal este municipio se reafirma como el “Chaparral de Los Grandes”.