Festival Estéreo Picnic 2022: el show tenía que continuar
Después de una jornada de sentimientos encontrados, de celebración del reencuentro, de la resiliencia, del estar vivos, cerrada por la certeza de la muerte y de recordar -a las malas- que solo importa el aquí y el ahora, el Festival Estéreo Picnic continuó con su edición 2022 con una de sus asistencias más importantes de su historia.
Homenajes a la memoria de Taylor Hawkins por parte de artistas nacionales e internacionales acompañaron la tarde y la noche del sábado 26 de marzo del 2022. Minuto de silencio por parte de Bella Álvarez; un grito por parte de Jungle; una selección de videos que acompañaron la percusión de La Legión, invitados de Crudo Means Raw, entre otros, sirvieron de catarsis para sobrellevar, en conjunto, el duelo.
Desde Antioquia, Pavlo y Bella Álvarez se encargaron de abrir los escenarios del día. Bella, con soporte de integrantes de Margarita Siempre Viva y con el baterista Adán Naranjo, mostró por qué se ha convertido en una de las figuras con más proyección en la actual escena musical alternativa del país. Un trabajo vocal impecable y un repaso por canciones como “No + Chicos Tristes”, “Pequeños Hombres”, “Corazón Ruidoso” y “Lamentar”, sirvieron de curva de una presentación sentida.
Al mismo tiempo en el Escenario Principal, Bejuco puso la música tradicional colombiana en el foco calentando lo que sería un honor a la dignidad como costumbre en un discurso político y musical de Los Gaiteros de San Jacinto.
Armenia, por su parte y “entre chiste y chanza”, hizo lo mismo hablando del estallido social, de los desaparecidos, de la empatía, de la sobrevivencia. El repaso por su disco debut y un homenaje a Luis Alberto Spinetta fueron la línea de un show con mucha energía que se suma a una carrera que sumó uno de, seguramente, muchos hitos.
Lo de Las Áñez en el Escenario Páramo Presenta fue hermoso. Minimalista, cuidado, pensado y de calidad sobresaliente, mostró una oda a la técnica vocal, a la electrónica que dialoga con lo orgánico y a la música tradicional latinoamericana que evoluciona y se transforma.
Delfina Dib presentó su propuesta urbana y Edson Velandia, con su voz, guitarra e historias, repasó esas canciones que lo han convertido en uno de los artistas más comprometidos con el poder del arte como forma de denuncia y transformación. “Venganza”, “Todo Regala’o” y “El Infiltrado” fueron parte de su show.
Jungle, herederos del legado de Chic y Nile Rodgers, regresaron a Colombia para ofrecer un show en el que las visuales y la música se hicieron uno solo. La energía y la alegría dejaron en evidencia que es un proyecto que disfruta lo que hace y eso, en Colombia, se les celebra.
Llegó el momento de C. Tangana. Dirección de arte, música, una narrativa propia y una respuesta del público sorprendente, lo convirtieron en el verdadero cabeza de cartel de la jornada. Distintos registros, creación, camaradería y un repaso por su carrera y su propia transformación, hicieron de su hora de concierto una de las más emotivas en la historia del Festival. Una clase de puesta en escena y discurso artístico mostró al Madrileño como la confirmación de un proyecto artístico hecho por C. Tangana que desde hace varios años ha puesto a dialogar la música tradicional europea con las nuevas corrientes latinas.
Difícil después de eso sacar algo rescatable de lo que presentó J Balvin en el escenario principal. Eso sí, tener más de 20 canciones que la gente cante es un logro, pero un concierto en el que el público sea el único que las cante deja un sabor extraño. De todas formas, Balvin repasó hit tras hit e hizo un extraño homenaje a La Etnnia, a quienes invitó al escenario, pero nunca salieron. Extraño en una presentación extensa y monótona.
Fat Boy Slim y Julia Victoria fueron lo opuesto. Emoción, creación en vivo, calidad musical, fiesta, recuerdo, todo lo que un amante de la música electrónica busca. En contraparte el Binomio de Oro de América puso, literalmente, a cantar a todos los que llenaron el Escenario Páramo Presenta. Legado y nueva generación con homenaje a Karol G incluido cerraron la noche con un fiestón en el que el acordeón fue protagonista.
El cierre a cargo de Caribou bajó, por lo alto, el telón de una jornada en la que la música sirvió de duelo, de catarsis, de un show que continúa en un mundo distinto.