Cold Fact: El álbum de Rodríguez que ayudó a liberar al pueblo sudafricano del Apartheid
Dennis Coffey, un importante productor y músico de la segunda mitad del siglo XX, trabajó con la realeza del soul: Marvin Gaye, Stevie Wonder, The Supremes, en la afamada discográfica de Detroit: Motown. En medio de este caminar, una de las tareas de Dennis era descubrir y fichar nuevos talentos.
Póngase en situación: 1967, en un bar cerca al muelle en Detroit recubierto de una niebla espesa. En un rincón un hombre tocaba la guitarra y cantaba de espaldas. Apenas si se podía identificar su silueta, pero allí estaba esa voz, eso hacía poner especial atención en la letra de cada canción de aquel hombre. Denis Coffey, que estaba allí para escuchar a ese prometedor músico casi de inmediato supo que era especial, estaba estupefacto con la profundidad de las letras de quien llamarían Rodriguez, Sixto Rodriguez. El único artista del que había escuchado hablar que escribiera así era un tal Bob Dylan.
Rápidamente Sixto fue firmado por Sussex record, una discográfica fundada por el ex-director de la Motown, Clarence Avant. Cold Fact, la primera placa discográfica de Rodríguez salió al mercado en 1970. A pesar de que muchos presagiaban que iba a ser el próximo Bob Dylan el álbum fue todo un fracaso. También lo fue el segundo: Coming From Reality. Pasaron unos meses para que Sixto fuera despedido.
Cold Fact, aquel primer álbum que había vendido menos de 1000 copias en Estados Unidos, llegó a otro continente, dice la leyenda que a través de una mujer estadounidense que llegó a visitar a su novio y que llevaba una copia. El lugar era Sudáfrica. Sus amigos se volvieron fanáticos del sonido de Rodríguez y el disco no se conseguía por ningún lado, así que comenzaron a hacer sus propias copias. En cuestión de meses la música de Rodríguez estaba por todos lados.
Para muchos sudafricanos Rodríguez fue la banda sonora de su vida. Cold Fact Aterrizó en el momento más álgido del apartheid, el sistema de segregación Racial instaurado por los blancos en 1948. Durante los setentas El Movimiento de Conciencia Negra y el resto de movimientos anti apartheid cada vez eran más fuertes y necesitaban una banda sonora.
“Toda Revolución necesita un himno y en Sudáfrica 'Cold Fact' fue el álbum que dio permiso a la gente para liberar su mente y empezar a pensar de modo diferente”, dice Craig Bartholomew Strydom, periodista musical sudafricano e investigador de la vida de Rodríguez.
La placa tenía un mensaje antisistema y dentro de sus canciones tenía el “Anti establisment Blues”: muchos sudafricanos no sabían qué significaba la palabra antisistema hasta que la vieron en la canción de Rodríguez y se dieron cuenta que estaba bien protestar contra la sociedad, estar indignado.
“I Wonder”, otra canción de ese álbum preguntaba de forma inocente “¿Me pregunto cuántas veces haz tenido relaciones sexuales?”. En aquella Sudáfrica, profundamente conservadora en la que el Apartheid tenía tomado hasta las formas de pensar el cuerpo, en la que todo estaba censurado, esa pregunta se convirtió en un símbolo de Rebeldía.
“Sugar Man” quizás la canción más icónica de Rodríguez estaba en la lista prohibida de la SABC (Corporación de Radiodifusión de Sudáfrica). Ellos controlaban toda la industria de la radiodifusión, no había emisoras o canales de televisión independientes. Cada copia de Cold Fact que estaba en el archivo de emisión tenía un sticker en el reverso del álbum que ponía: “Evítese”. Pero no solo eso, sobre el disco de Vinilo se rayaba toda la canción de "Sugar Man" para que no se pudiera emitir por ninguna razón en la radio.
Pero eso hizo que al ser un elemento prohibido se volviera deseable. Si una persona tiene 16 o 17 años y tiene algo en las manos que está vetado se convierte en un elemento atractivo.
No solo los afros estaban empeñados en desafiar el régimen del Apartheid, los blancos también. Por esos días fue la primera vez que la oposición al apartheid surgió de la comunidad Afrikáner (Blanco sudafricano). Willen Moller, Koos Kombuis, Johannes Kekoler fueron los músicos blancos que crearon el movimiento Voëlry contra el apartheid, Rodríguez significó para ellos la mayor influencia y su música les mostró el camino que siguieron.
Rodríguez viviendo con las condiciones mínimas, se enteró 30 años después que su voz sirvió para que toda una generación de Sudafricanos se liberara y diera el primer paso para liberarse del Apartheid. Sus canciones sin duda son himnos de revolución y rebeldía.