Superlitio dio un concierto con mucha sensualidad
Rebobinemos el casete. Vámonos a 1996, al bar Plaza Sésamo, cuando integrantes de diversas bandas independientes de Santiago de Cali se unieron para dar vida a un proyecto musical que cambiaría el espectro de la música independiente en el país: Superlitio. Ha corrido mucha agua debajo del puente y la banda de la sultana del valle ha sorteado los obstáculos del camino, ha dado más de 500 conciertos y pisado países como Estados Unidos, Puerto Rico, México o Panamá.
En Radiónica siempre nos alegramos de contar con agrupaciones que con pulso y creatividad han construido una carrera que, por lo demás, ha incluido a personajes como Rafa Sardina, Tweety González o Richard Blair.
El concierto empezó enigmático con “Puro Goce”, de baile suave y sensual, que dio paso a “Champetrónica” y ha “Sexo con amor” que va subiendo la velocidad en el cuerpo hasta que invita a saltar. Luego volvió a una faceta más íntima con “Veneno” y la ya emblemática “Viernes otra vez”, que seguro muchos cantaron desde casa con absoluta pasión para hacia el último tramo volver a la euforia con canciones como “Texas”.
Aunque Superlitio es una banda multifacética en su sonoridad, que ha mutado, variado y experimentado, el hilo conductor de su presentación fue muy claro: entre los movimientos cadenciosos y los picos para levantar los brazos, entre lo tropical, la distorsión y los sintetizadores, logró una conjunción de los elementos en juego para guiarnos durante el show. Y claro, ese hermoso remate con “Te lastimé” que resultó absolutamente conmovedor.
Lo de Superlitio sobre el escenario es impecable. Se nota su experiencia y dominio de la tarima, dándole mucha altura a esta última parte del Concierto Radiónica 2020.
Luego de ocho álbumes y tras lograr convertirse en una de las bandas más importantes de la música alternativa en Latinoamérica, solo podemos desear que los caminos se sigan juntando para celebrar muchas conquistas.