#LaRadioSeLee con Madame Periné
¿En qué momento y circunstancias leyó su primer libro? Y ¿Cuál fue?
Yo creo que los primeros libros que leí eran esos de espumita que venían en plástico y uno leía mientras se estaba bañando, era muy bebé, eran cosas muy sencillas, historias de pollitos. Un poquito más grande, ya con hojas de papel, recuerdo que en el colegio hacíamos campeonatos de lectura, ganaba el que más libros se leyera en el año, cada quien elegía sus lecturas y a mi me gustaba mucho Escalofríos, entonces me leí todos los posibles (risas).
¿Cuál es su autor favorito?
Recuerdo mucho que cuando me estaba graduando del colegio andaba leyendo un libro que no me dejaba tranquila, se llamaba Confesiones de una Máscara de Yukio Mishima. Llegó a mi de la nada y hasta que no terminé no quedé tranquila, además me dejó perturbada mucho tiempo.
Para mi leer poesía no es fácil, entro, leo un par de cosas y salgo, pero cuando leí Amanecer en el valle del Sinú, la antología poética de Raúl Gómez Jattin, pasó todo lo contrario; es uno de mis autores colombianos favoritos, cuando leí ése libro, no lo podía creer.
¿Cuál es su lugar favorito para leer?
No es un lugar, es un momento, es cuando estoy de gira, cuando estoy desconectada y voy de viaje en la carretera, o en el avión, momentos en los que realmente no tengo muchas interrupciones, esos momentos los aprovecho para leer.
¿Un amor literario?
Diarios de Motocicleta, cuando lo leí, los ojos del Che Guevara me hicieron amar a Latinoamérica y querer ir a recorrerla y verla de esa manera, estar ahí en ese lago y verlo de esa forma, ese libro me llegó a la fibra. De hecho creo que a nivel literario lo que más me gusta es como esa especie de crónica sociales, me gustan mucho los autores que escriben sobre historias que han vivido, que hablan de la sociedad. Por ejemplo me ha gustado mucho leer a Ryszard Kapuściński, no es mi autor favorito, pero me gustan leer esas historias que son reales.
¿Qué personaje literario le hubiese gustado ser?
Recuerdo mucho una novela que me leí cuando estaba en el colegio, me pusieron a leerla, se llama Nadja, es una autobiografía de André Breton, era un personaje surreal, como una mujer musa pero al mismo tiempo inalcanzable. Y en ese momento en que leí la novela, me llamó mucho la atención, no sé si hubiese querido ser ella, pero me causó una atracción especial.
¿Qué libro lee en este momento?
Ahora leo Desayuno en Tiffany's de Truman Capote, lo estoy leyendo porque por estos días quiero leer cuentos y novelas cortas, creo que eso ayuda mucho a escribir canciones, y esto era un clásico que no me había dado la oportunidad de leer. Antes de este me leí Ciudad de Cristal de Paul Auster, me tuvo amarrada, es un libro muy loco.
¿Qué libro le hubiese gustado escribir?
Creo que todavía no lo he escrito (risas), no sé…
¿Para qué libro no se sintió preparada en su momento, lo dejó y luego retomó?
Todavía lo estoy retomando, se llama El libro úbetano de la vida y de la muerte, es un libro que reúne muchas enseñanzas tibetanas acerca de la muerte y la vida. La muerte para mi es un tema que está presente a diario, pienso demasiado, entonces pues acá (Colombia) la muerte se aborda de manera muy triste y he tratado de buscar otras fuentes para abordar la relación con la muerte.
¿Cuál es ese autor que nunca entendió?
Hay muchos autores que uno no mira a fondo, no he pensado mucho, quizá cosas que haya leído en la universidad sobre antropología científica... Mentira, en realidad no sé.
Seguro hay más de uno... Pero, ¿a qué personaje odió?
Es una buena pregunta pero en este momento no sé.
¿Qué libro se devoró?
Pues el que estoy leyendo ahora, la Ciudad de Cristal de Paul Auster.
¿Qué libro nunca terminó?
Se llama Entre las Cuerdas de Loïc Wacquant, lo leí para hacer mi tesis, es un libro que habla del aprendizaje, es sobre boxeadores y sus vidas. Sobre la disciplina. Un libro denso pero muy interesante. Para mi tesis era muy relevante, pero no lo terminé de leer, tengo muchos apuntes aún.
¿Qué libro la obligaron a leer?
A ver… me obligaron a leer muchos. En el colegio por ejemplo nos ponían a leer a Descartes. Todavía tengo uno, Meditaciones Metafísicas, tiene cosas muy interesantes. Cuando a uno lo ponen a leer filosofía desde el colegio le cambian el panorama de la vida, la forma de mirar el mundo. Es importante en esos periodos de existencialismo, que era lo que yo sentía cuando estaba adolescente.
¿Qué libro le han leído?
Mi mamá me leía Fábulas de Esopo.
¿Qué libro le ha leído a alguien?
Yo he leído poemas del Amanecer en el valle del Sinú.
¿Qué libro quiere terminar?
Varios, por ejemplo El Río de Wade Davis, lo empecé y quiero terminarlo. También quiero uno que se llama El Artesano de Richard Sennett que habla de la importancia del conocimiento práctico y del poder de la creación en la evolución de la sociedad. Es pura filosofía de la práctica, pero tiene una importancia mayor en el día a día de las personas.
¿Qué libro terminó por orgullo?
“No me voy a dejar vencer de ti, libro… (risas)” No recuerdo.
¿Cuál es la siguiente lectura?
Aún no sé. Quizá retome alguno de los que he estado leyendo, pero también quisiera leer Musicofilia de Oliver Sacks, o Verdade tropical de Caetano Veloso.